Israel ha retomado la guerra en Gaza con el mayor ataque desde el inicio de la tregua, hace dos meses, y que supone la ruptura de facto del alto el fuego. Los intensos bombardeos en diferentes puntos del enclave han causado al menos 404 muertos, según el ministerio de Sanidad de la Franja. Además, ha informado que habría 562 heridos y numerosos desaparecidos.

Pasadas las dos de la madrugada hora local, la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, informó de que había ordenado al Ejército actuar "enérgicamente contra la organización terrorista Hamas en la Franja de Gaza".

La oficina de Netanyahu justificó el ataque a la "reiterada negativa" de Hamas de liberar a los prisioneros que siguen en su poder y a que rechazara las propuestas de Estados Unidos de extender la primera fase, en lugar de pasar a la segunda y acabar la guerra, como estaba pactado inicialmente.

"A partir de ahora, Israel actuará contra Hamas con cada vez más fuerza militar", añade la nota, que indica que el "plan operativo" para volver a la guerra "fue presentado el pasado fin de semana por el Ejército y fue aprobado por la cúpula política".

Un cuarto de hora después, en otro comunicado, el Ejército afirmó que estaban llevando a cabo "amplios ataques contra objetivos terroristas pertenecientes a la organización terrorista Hamas en la Franja de Gaza". El ministro de Finanzas israelí Bezalel Smotrich, que lidera el Partido Sionismo Religioso de extrema derecha, celebró este martes la vuelta a la guerra en Gaza con un plan "que será completamente diferente a lo que se ha hecho hasta ahora". "Estamos más decididos que nunca a completar la tarea y destruir a Hamas", añadió.

Los bombardeos, dirigidos a numerosos puntos del enclave, impactaron, entre otros puntos, en escuelas que albergaban refugiados y zonas humanitarias, causando víctimas en Jan Yunis, en el sur de Gaza; así como en Nuseirat y Al-Bureij, en el centro; y en Jabalia y Ciudad de Gaza, en el norte, según las informaciones e imágenes reportadas por medios palestinos.

El Gobierno gazatí señaló que los cuerpos no están llegando a los hospitales "debido a la difícil situación humanitaria sobre el terreno y la paralización del sector del transporte por la falta de combustible en todas las provincias de la Franja", aludiendo a la escasez de combustible existente en el enclave, que se agravó cuando Israel comenzó a bloquear totalmente el acceso de ayuda a principios de mes.

La mayoría de fallecidos esta noche según el Gobierno de la Franja son mujeres y niños. Antes de que entrara el vigor el alto el fuego el pasado 19 de enero, las Naciones Unidas elevaban a en torno al 70% de los fallecidos que eran mujeres y niños.

"Estas brutales masacres, que la ocupación (israelí) continúa perpetrando, ocurren en un momento en que la Franja de Gaza se encuentra sometida a un bloqueo catastrófico y asfixiante, y al cierre total de sus cruces fronterizos", apuntó el Gobierno.

El cuerpo de Defensa Civil del enclave indicó que sus trabajadores tenían dificultades para operar en el sector, debido a que múltiples puntos fueron atacados simultáneamente.

Coincidiendo con la operación, el Ejército israelí anunció un cambio en las medidas de seguridad en las zonas fronterizas israelíes cercanas a la Franja de Gaza, pasando de "completa actividad" a "actividad limitada", lo que implica las suspensión de actividades escolares.

Golpe a la negociación

Una vez iniciado el ataque, el grupo islamista Hamas acusó a Netanyahu de "torpedear" el acuerdo para el cese el fuego y la liberación de prisioneros, cuya segunda fase se encontraba en proceso de negociación tras 58 días de tregua, y advirtió que pone en peligro a los secuestrados.

"Netanyahu y su gobierno extremista están tomando la decisión de revocar el acuerdo de alto el fuego, exponiendo a los prisioneros en Gaza a un destino desconocido", escribió el grupo islamista en un comunicado publicado en redes sociales.

Hamas señaló a Netanyahu de ser "plenamente responsable de las repercusiones de la traicionera agresión sobre Gaza, sobre los civiles indefensos".

El exministro de seguridad nacional israelí y líder del partido de extrema derecha Poder Judío, Itamar Ben Gvir -que abandonó el gobierno de coalición en protesta por la firma de la tregua-, expresó su respaldo a la decisión del Gobierno de volver a la guerra en Gaza.

"Este es el paso correcto, moral, ético y más justificado, para destruir la organización terrorista Hamas y devolver a nuestros rehenes", dijo en un mensaje en la red X.

El ataque se produce después de que el Gobierno israelí confirmara que un equipo negociador había regresado de Egipto poco después de viajar a ese país para continuar con las negociaciones del alto el fuego.

"La delegación está preparada para partir para más negociaciones una vez que haya más actualizaciones de los países mediadores", dijo el lunes el portavoz de la oficina del primer ministro para medios extranjeros, David Mencer.

Tras los ataques, la Casa Blanca afirmó que Israel le consultó antes de reanudarlos.

Esto ocurre mientras decenas de personas realizan desde hace más de una semana una acampada en Tel Aviv, frente a la entrada principal de la Kirya —sede del Ejército y del Ministerio de Defensa— para exigir al Gobierno que avance en la segunda fase del acuerdo con Hamas para la liberación de los secuestrados que permanecen en Gaza desde el 7 de octubre de 2023.

Además, justo este martes, organizaciones civiles y militares convocaron protestas en Jerusalén y Tel Aviv contra la decisión de Netanyahu de despedir al director del servicio de inteligencia interior (Shin Bet), Ronen Bar, lo que suscitó las críticas de la oposición y de la fiscal general del Estado, Gali Baharav-Miara, quien advirtió de su ilegalidad y del conflicto de intereses que puede suponer.