Los centros de estudiantes de facultades e institutos superiores porteños reclaman que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) haga efectivo el acceso al boleto gratuito universitario aprobado por la Legislatura a fines del año pasado. La ley, aprobada por amplia mayoría, significó un histórico triunfo para el movimiento estudiantil tras décadas de sostener el reclamo, y ahora advierten que el GCBA todavía no puso en funcionamiento lo estipulado en la norma, aunque se esperaba que a esta altura ya se pudiera acceder al boleto, durante el inicio de este ciclo lectivo.

Cuando a principios de febrero los y las estudiantes ingresaron en la web oficial del boleto educativo porteño no encontraron ningún cambio con respecto al año pasado. La inscripción ya estaba disponible el año pasado para los y las alumnas de los niveles inicial, primario y secundario. Pero faltan los universitarios. El tiempo pasó, las materias abrieron su inscripción y buena parte de las facultades e institutos ya empezaron sus clases. La web, sin embargo, sigue igual, sin actualizar la ampliación del boleto a los niveles superiores como lo estableció la ley aprobada a mediados de diciembre. 

Isabel González Puente, presidenta del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFYL) de la UBA advierte a Página/12 que "no tenemos ningún tipo de información de cómo ni cuándo vamos a poder acceder al boleto". "Todavía no se estableció ningún período de implementación ni de inscripción claro, tampoco sabemos qué documentación tendremos que presentar ni a dónde ni cuándo tendríamos que mandarla, y ya están comenzando las clases", agrega la presidenta del CEFYL, uno de los centros que impulsó el reclamo que derivó en la aprobación de la ley.

"Necesitamos respuestas"

Agostina Olivera, presidenta del centro de Ciencias Sociales, añade que la situación "deja a miles de compañeros con la incertidumbre de si van a poder seguir cursando o no". "Ahí es donde los centros hacemos esfuerzos para acompañar, en Sociales por ejemplo damos una beca de transporte, pero necesitamos que el GCBA dé respuestas", sostiene. González Puente, por su parte, coincide con el diagnóstico de la situación de los estudiantes y en la necesidad de la inmediata implementación de la gratuidad del boleto: "Estamos en una situación económica crítica que repercute directamente en la posibilidad de seguir cursando. En el AMBA los boletos ya acumulan un aumento del 600 por ciento y hay compañeros y compañeras que están eligiendo cursar menos materias porque si no, no les alcanza", apunta. 

Según pudo saber este diario, la ley fue promulgada automáticamente en el Boletín Oficial como ocurre con todas las normas porteñas diez días después de que el Ejecutivo reciba el giro de la Legislatura tras la aprobación. Sin embargo, todavía no hay una reglamentación que detalle cómo se pondrá en ejecución la ampliación del boleto. Página/12 consultó a fuentes del Ministerio de Educación porteño y respondieron que, a la espera de esa reglamentación, en estas semanas se conformará una mesa de trabajo entre representantes del GCBA y de Nación --a cargo de las líneas de colectivos interjurisdiccionales-- "para encontrar la mejor forma de implementar el boleto y definir los alcances". La puesta en marcha, por ahora, no tiene fecha definida. 

Qué dice la ley

La ley aprobada en diciembre estipula determinados requisitos para poder acceder al boleto, por lo que los detalles del modo de reglamentación y de inscripción son claves para saber cómo se accederá al beneficio. El principal punto es el que estipula un tope económico para poder ingresar al subsidio. Aunque los y las estudiantes reclamaban que el boleto gratuito fuera universal, la Legislatura terminó definiendo que sólo podrán acceder aquellos que pertenezcan, como máximo, a hogares de "sector medio frágil" según la clasificación actualizada del Instituto de Estadísticas y Censos porteño. El reciente informe del instituto sobre el mes de febrero arrojó que ese sector lo ocupan las familias con ingresos mensuales de hasta 1,7 millones de pesos. Quienes formen parte de familias con ingresos superiores no tendrán el boleto gratuito. 

Olivera cataloga a este tope como una "restricción clara" al acceso al boleto, a lo que suma la exclusión de los y las estudiantes sin residencia en la ciudad. En este punto, los centros de estudiantes advierten que buena parte de los y las alumnas que estudian en los establecimientos de la ciudad vienen desde diversos puntos del conurbano. También está el caso de los oriundos de otras provincias que vienen a la ciudad sólo por los períodos de cursada, sin tener residencia declarada. Pese esas "restricciones", Olivera sostiene que "como movimiento estudiantil celebramos el avance de la ley, ya que es una deuda histórica que la ciudad mas rica del país venía teniendo con sus universitarios, pero hoy ya habiendo arrancado las clases nos encontramos sin fechas ni claridad sobre cómo podemos realizar el tramite para tener el boleto". 

Además de la extensión al nivel superior, la ley incluye otras ampliaciones al boleto ya existente, como la incorporación de los familiares acompañantes de alumnos y alumnas menores de 12 años. Ese punto estipula que los acompañantes accederán a la subvención del 55 por ciento del pasaje. También se amplió la cantidad total de boletos a cubrir para llegar a un máximo de 96 mensuales repartidos con un tope de cuatro diarios.