La jornada de paro de 48 horas en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) –y en todas las casas de estudio del país- tuvo “una adhesión total”, dijo a Rosario/12 el secretario general de Coad Rosario, Federico Gayoso. En una evaluación sobre la huelga el dirigente agregó: “El balance que hago es que la situación es tan crítica que el gobierno de (Javier) Milei logró algo que es muy difícil y no pasa seguido, y es que todas las federaciones docentes y no docente acordaron realizar esta medida, y eso implicó que en las últimas 48 horas no haya una sola universidad o escuela universitaria que tenga actividad”. En ese punto coincidió el titular de Fagdut (el gremio docente de la Universidad Tecnológica Nacional –UTN-), Eduardo Marostica, quien resaltó que “hay una muestra de unidad del frente intergremial, que involucra a claustros no docentes, a estudiantes y gremios docentes de todas las universidades”.
El inicio del ciclo lectivo con un paro de 48 horas permite pronosticar un año conflictivo, nuevamente, en la educación superior, que ya en 2024 consiguió por medio de dos masivas movilizaciones que el Congreso aprobara una ley de financiamiento universitario y revirtiera la política oficial de ajuste de ese sector. Sin embargo, poco después fue vetada por el Poder Ejecutivo y la denominada “oposición dialoguista” dejó firme esa decisión presidencial. Fueron los días en los que el Gobierno advertía a los rectores con auditorías de las cuentas, cuyos resultados hasta el momento no se conocen.
“Esta unidad y esta articulación se explican por el momento crítico que está viviendo todo el pueblo trabajador, pero particularmente las universidades nacionales”, dijo Gayoso sobre la alta y variada adhesión que obtuvo la medida de fuerza entre todas las organizaciones con representación gremial en las universidades del país, entre ellas la de Rosario.
El dirigente recordó que “el año pasado Milei vetó la ley de financiamiento universitario que había sido aprobada por amplísima mayoría en las dos Cámaras (del Congreso nacional) y después el mismo Gobierno se encargó de no discutir el presupuesto” 2025, que ni siquiera envió para su tratamiento a sesiones extraordinarias.
De ese modo, siguió el titular de Coad Rosario, “por segundo año consecutivo estamos con un presupuesto reconducido”, uno de cuyos efectos es la “incertidumbre” porque “no se sabe con qué plata van a funcionar las universidades, y deja las puertas abierta a una discrecionalidad sobre cómo manejar el presupuesto, cuánta plata y a qué universidad dársela”
Dimensiones de un ajuste
De acuerdo al cálculo realizado por las organizaciones sindicales que participan en las universidades, la brecha entre los aumentos salariales otorgados por el Gobierno a la docencia y a los trabajadores no docentes del nivel superior de educación es un 70% menor que la inflación acumulada desde el inicio de la gestión libertaria. A diferencia de la brecha entre el dólar oficial y el blue, que la Casa Rosada cuida como a un lactante, la de los sueldos es mucho más amplia y produce sus efectos.
“Tiene varias dimensiones, la primera y más obvia es en nuestra calidad de vida, es muy difícil llevar una vida digna con estos salarios”, sostuvo el dirigente sindical de los docentes universitarios rosarinos.
“La segunda –continuó Gayoso- tiene que ver con las obras sociales universitarias que están en crisis, y la nuestra no es la excepción”. ¿Cómo repercute? “Se están retirando muchas coberturas y se dificulta el derecho a la salud, que es un derecho fundamental”, explicó. Una de las consecuencias de los bajos salarios es el desfinanciamiento del sistema de cobertura sanitaria, puesto que las obras sociales se nutren de un porcentaje fijo de los ingresos de los activos.
El tercer efecto de los magros salarios es sobre “las jubilaciones, porque los regímenes que existen para docentes son del 82% o el 85% para investigador, de lo que gana un activo”, precisó Gayoso. Pero, agregó “la jubilación con la que arrancás ya es de miseria”.
Para el titular de la delegación local de Coad, como resultado de la política de desfinanciamiento de las universidades, “lo que está pasando a nivel nacional es el éxodo de docente” desde las claustros académicos al sector privado. “Si esto sigue así, va a ser una universidad vaciada de docentes”, sostuvo, para augurar ante una consulta de este diario que el que recién comienza “va a ser un año igual o más complicado que el año pasado”.
“Vemos un Gobierno que realmente puso el foco en destruir todo lo público, donde se genera pensamiento crítico, porque insisten en el pensamiento único, que el único que vale es el suyo, y el que se corre de ahí hay que anularlo”, abundó el dirigente, para afirmar que ese objetivo la Casa Rosada lo procura “desfinanciando, tirando gas pimiento, o dándole palazos a los jubilados. Está endureciendo su postura, pero no nos vamos a quedar callados, el Gobierno no entiende nada de la historia de nuestro pueblo y de nuestro país”.