El periodista Víctor Hugo Morales repudió el operativo represivo que montó el Gobierno de Javier Milei en inmediaciones del Congreso, donde este miércoles los jubilados volverán a protestar en reclamo por una mejora en sus haberes, y mientras dentro del Parlamento la Cámara Baja discutirá el DNU del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que desató un fuerte rechazo opositor.

El editorial completo de Víctor Hugo Morales

Nada costaría hacer una marcha pacífica. Pero Bullrich desprecia la protesta. Es una jugadora del statu quo reinante y cree que el país ha caído tan bajo en su moral que ella, a la larga, puede ser presidenta.

Armados como para una guerra, con el cabo tirador Guerrero mantenido como titular, el escuadrón de Bullrich sale a la cancha. Con algún palo de escoba y carteles en alto, les jubilades irán a esa derrota que tiene la dignidad de ser conocida de antemano. Tantos miércoles perdiendo con los palazos de la policía, que ya no temen.

Habrá gente que las acompañe, con o sin camiseta. Jugarse otra vez por los viejos que pueden ser los propios de muchos de ellos. No habrá drones por el aire del Congreso, porque Bullrich y sus mentiras quedarían desairados una vez más. El humo de las armas no impidió que supiéramos la brutalidad del atentado del gobierno contra la gente el miércoles pasado.

En el mundo empiezan a estar más atentos. Escuchamos recién a manifestantes españoles que acompañan la queja de los más vulnerables de Argentina. Porque la ola oscura del tsunami de la derecha llega a todos, aquí y allá. Milei y Bullrich piensan que, si ganan, el FMI estará feliz y ofrecerá los dólares que hagan falta. De mínima, ofrece la estafa a los jubilados de la mínima para que el FMI les dé lo que ellos quieren. Y los que ponen la cara por Caputo dijeron que no saben el monto máximo del préstamo, cuánTo es para refinanciar vencimientos, para cancelar las deudas del Banco Central. Tampoco si los fondos el FMI serán para intervenir en el mercado cambiario. Reconocieron que la tasa con el FMI es más alta.

El círculo rojo da el aval. "Esto está fenómeno", dice, "solo que algunos no lo saben ver". Clarín, desde el lado satánico del periodismo, ofrece su apoyo de títulos y zócalos. Andará por la calle buscando alguna goma incendiada.

El plan de Bullrich es esperar lejos del Congreso a los que quieran ir a la marcha, hay que tener cuidado, y reprimir temprano, como el otro día, para sembrar el terror y que muchos que van caminando hacia el Congreso, retornen a su casa.

El abogado de Milei pide el Estado de sitio. Se ve que a Milei le da vueltas en la cabeza. Siempre fue el anuncio de cosas peores. Pero no hay que hacerles el juego. Lo inteligente es ser profundamente pacíficos. No por ellos. Por los heridos que serán los nuestros.