HABITAR LA SOMBRA 6 puntos

(Argentina, 2024)

Dirección y guion: César Italiano.

Duración: 63 minutos.

Estreno exclusivamente en Cine Gaumont.

Otro día termina en la ciudad de La Plata y, con el ocaso, caen desde el cielo las primeras gotas que anticipan una noche de tormentas y chubascos. El agua estancada en las calles refleja las luces de los locales, los autos y los semáforos; los colectivos se llenan de gente mojada, los vidrios empañados apenas si dejan entrever una mirada perdida. Habitar la sombra, la ópera prima del realizador César Italiano, se acomoda desde las primeras escenas en el territorio del documental ensayístico, cercano en espíritu y hálito poético a las sinfonías citadinas de hace un siglo. Rodada sin duda hace varios años –las empanadas a diez pesos la unidad o algunas esquinas platenses que ya no lucen idénticas así lo atestiguan–, la película reconstruye con las herramientas propias del montaje una posible única noche de lluvia en la ciudad, con sus habitantes noctámbulos agazapados bajo algún techo, lejos del agua, y aquellos trabajadores cuyas faenas no pueden ser interrumpidas por ningún aguacero.

Los taxistas conversan mientras fuman un pucho, se cuentan alguna anécdota. La voz en la radio recuerda un nuevo aniversario de la terrible inundación del 2 de abril de 2013, que La Plata sufrió de manera particularmente feroz, efeméride que atraviesa los poco más de sesenta minutos de duración de Habitar la sombra sin explicitarse nuevamente. La imprenta del diario El Día se pone en funcionamiento mientras el agua cede un poco; el fuerte sonido de las máquinas compite con un trueno lejano. En otra parte de la ciudad de las diagonales un grupo de hombres y mujeres con pecheras ostentosas se prepara para la eventualidad de una emergencia provocada por el clima; también conversan, toman mate, ríen. Una camioneta que llega con los periódicos locales y nacionales atraviesa la avenida y las gotas en el parabrisas reflejan los rojos, amarillos y verdes de las luces de señalización, generando un efecto visual bello y tristón.

Las intenciones formales del realizador no incluyen la orquestación de una narración tradicional: no hay aquí voces en off explicativas u otros de los recursos del documentalismo tradicional. Por el contrario, las escenas terminan erigiendo una oda melancólica a una urbe durante sus horas oscuras, siempre bajo el efecto de la lluvia. El aspecto visual es esencial a la poética, pero no lo es en menor medida el trabajo de sonido, que amplifica el efecto de las imágenes en el espectador. No es casual que durante la secuencia de títulos se mencione el nombre de Gustavo Fontán: su cine, en particular la vertiente más experimental, es fácilmente reconocible como una influencia. Habitar la sombra puede apreciarse y disfrutarse como un trance audiovisual, aunque el recuerdo de 2013 está siempre presente, en cada plano y golpeteo de las gotas sobre los techos. En palabras del realizador, “el eco de una inundación que nunca cicatrizó”.