EL SUEÑO DE EMMA 6 puntos
(Argentina, 2024)
Dirección: Germán Vilche.
Guion: Germán Vilche, Federico Arzeno y Adrián Caram.
Duración: 87 minutos.
Intérpretes: Luthien Ramos, Sebastián Arzeno, Luis Ziembrowski, Verónica Intile, Lautaro Murray.
Estreno en Cine Gaumont.
La ópera prima de Germán Vilche suma un nuevo aporte a la extensa lista de películas rodadas en el Delta del Tigre, aunque en este caso no se trata de una historia de personajes que llegan al lugar para descansar o huyendo de alguien o algo. Los protagonistas son isleños, habitantes tan afincados que cuando se refieren a la geografía más allá del puerto suelen hablan del “continente”. Emma (la debutante Luthien Ramos) nació isleña y fue criada como tal, una adolescente que vive junto a su padre Marcos en una modesta casita a la vera de un arroyo, estudiante de secundaria que comparte clases con otros cuatro o cinco chicos y acompaña a Marcos en el reparto cotidiano de garrafas de gas. Emma practica inglés gracias a los ensayos de una puesta escolar de Romeo y Julieta y se acerca por primera vez a un posible amor de juventud de la mano de un vecino y amigo de toda la vida. También sueña con viajar a Londres, posibilidad cierta luego de la súbita aparición en el horizonte de una beca de intercambio.
Relato de crecimiento en toda regla, El sueño de Emma descansa en dos pilares fundamentales. Por un lado, la relación entre padre e hija, muy cercana pero no siempre sencilla. Taciturno, seco como rama lista para el fuego y algo enojado con la vida, Marcos (Sebastián Arzeno) crió a Emma en soledad luego de la muerte de su esposa y, si bien la adolescente parece ser una hija más que ejemplar en varios sentidos, la cercanía de la adultez la empuja a soñar, por primera vez, con una vida lejos de los ritmos pausados de las islas.
En segundo lugar, el guion de Vilche, Federico Arzeno y Adrián Caram fue claramente construido luego de conocer de primera mano los particulares vínculos entre los isleños, una red de contención con mucho de solidario que parece ser el reservorio de viejos códigos vecinales que en la gran ciudad están en peligro de extinción. Luis Ziembrowski encarna un personaje secundario pero de enorme relevancia, el padrino de la chica, siempre dispuesto a ayudar aunque a veces surjan malentendidos, al tiempo que Verónica Intile le da vida a una profesora cuyo oficio va mucho más allá de la simple transmisión de conocimientos.
Las señales de madurez de la protagonista no dejan de sumarse en el relato, punto de fricción para un padre que no parece demasiado abierto a los cambios, evidencia de una sobreprotección con raíces fuertes y profundas pero también quizá de un entendible miedo a la soledad. A pesar de todas las tensiones que la atraviesan, El sueño de Emma es una película amable. Un relato sencillo y sensible apoyado en una performance actoral naturalista de actores consagrados y jóvenes sin experiencia previa frente a la cámara que casi nunca presiona teclas fuera de tono, además de un trabajo de fotografía que transmite la belleza rústica del lugar sin caer en estridencias.