Desde Santa Fe

La Cámara de Diputados desestimó ayer el pedido juicio político al procurador general de la Corte Suprema Jorge Barraguirre y archivó la causa con la aclaración de que su trámite "no afectó el buen nombre y honor del imputado". La comisión de Juicio Político dijo que no encontró "mérito" para enjuiciar a Barraguirre y promover su cesantía como le pidieron los 19 fiscales y defensores de primera y segunda instancia de Santa Fe que lo denunciaron por más de 20 hechos de supuesto "mal trato, acoso laboral e intromisión indebida en causas judiciales". "La remoción de un magistrado por mal desempeño sólo debe proceder cuando están acreditados graves actos de inconducta o que afecten seriamente el debido ejercicio de la función". Y "creemos" que en el caso de Barraguirre "no se configura la causal de mal desempeño prevista en la Constitución de Santa Fe", explicó.

El archivo de la causa se resolvió en tres minutos y medio, que es lo que demandó la lectura de la resolución y dos votaciones, la primera fallida. El presidente de Juicio Político, Eduardo Di Pollina, presentó el dictamen, pidió que se leyera sólo la parte dispositiva, los fundamentos se agreguen a la versión taquigráfica y la votación fuera nominal, por el sistema electrónico. El texto tenía siete firmas de diputados de la comisión (sobre nueve integrantes): Di Pollina, Verónica Benas, los radicales Jorge Henn y Santiago Mascheroni, el peronista Roberto Mirabella y los macristas Rodrigo López Molina y Cesira Arcando. En el sumario, los únicos que escucharon a los denunciantes fueron Di Pollina, Benas y Silvia Simoncini, quien no firmó el despacho ni asistió a la sesión.   

El presidente de la Cámara, Antonio Bonfatti, pidió que se votara, pero el primer resultado fue fallido: 9 votos a favor y 28 abstenciones. "¿No funcionan los botones?", preguntó Bonfatti. "Aprieten el botón correspondiente". Y así se aprobó el cierre de la causa, por 37 votos de socialistas, radicales, macristas y cinco del PJ (Mirabella, Germán Bacarella, Patricia Chialvo, Leandro Busatto y Claudia Giaccone). El sexto fue Federico Reutemann, que llegó por el PRO y cambió de banca.

El dictamen es una prueba que salió a las apuradas. Tiene doce páginas, la mitad de ellas sobre doctrina. Y sólo dos que rechazan las acusaciones sobre "presunta inestabilidad institucional" de Barraguirre y el "mal trato a sus subordinados", pero omiten la "injerencia indebida" en causas judiciales como la que investiga al ex administrador del puerto de Santa Fe Marcelo Vorobiof por presuntas "negociaciones incompatibles con la función pública" y "peculado".

Acerca de la "inestabilidad emocional" de Barraguirre, la Cámara dijo que la denuncia "carece de apoyatura científica" porque los denunciantes "no aportaron elementos que permitan concluir que el acusado padezca ædesequilibrios emocionales, ni se vea impedido por razones psicofísicas de ejercer" el cargo de procurador de la Corte.

Y sobre el "mal trato personal que alegan los denunciantes", consideró que las "pruebas" que aportaron, que son los testimonios de víctimas y testigos, "resultan manifestaciones imbuidas de una profunda carga subjetiva que no habilitan la procedencia de un proceso de tal impacto institucional".