Néstor Soto fue sentenciado a prisión perpetua por el femicidio de Catalina Gutiérrez, una joven cordobesa. Lo decidieron las autoridades de la Cámara en lo Correccional y Criminal de 11º Nominación de Córdoba, luego de un juicio con jurado popular.
Este miércoles, previo a la sentencia, se habían dado a conocer los alegatos de la fiscalía, la querella y la defensa para la resolución del juicio contra Néstor Soto, el joven de 22 años acusado por el femicidio de Catalina Gutiérrez, a quien conoció cursando la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba. Las tres partes contaron con una hora y media para exponer y la fiscalía ya había pedido que se dicte la pena de prisión perpetua.
Durante el juicio el fiscal, Marcelo Sicardi, propuso modificar el agravante de alevosía por el de criminis causa, sin modificar la violencia de género.
El imputado por el femicidio explicó en las horas previas a su sentencia cómo mató a su amiga y pidió perdón por sus actos. "Los dos estábamos en el piso y empezamos a pelear. Me apretó la nuez y se me apagó la tele", dijo. Sobre los forcejeos, el joven narró: "Le agarro las manos, se las zafo y hago la maniobra del mataleón. Me cayó la ficha. Cuando la suelto lo primero que hago es escucharla si estaba viva y ví que no".
Las anotaciones del celular de Soto
También en las horas previas a la sentencia el fiscal del juicio, Marcelo Sacardi, reveló las anotaciones del celular del imputado y concluyó que el agresor estaba enamorado de su víctima. Además, en su alegato aseguró que fue un femicidio en contexto de violencia de género.
Delante del Tribunal, del acusado y de la familia de Catalina Gutiérrez, Sicardi leyó los escritos de Soto en las notas de su celular. “No sé de dónde le agarré tanto cariño. Literalmente siento que no se lo merece, no quiero decir que hay gente que es merecedora de mi cariño, pero hay personas a las que no trato como trato a Cata”, decía uno de los textos que comentó el fiscal.
Sicardi destacó que en otras notas Soto se hablaba a sí mismo en tercera persona, y mencionó títulos de esos textos tales como "amigo invisible cata" y "teamocati". Con estos documentos respaldó la versión de las amigas en común que tenían Néstor y Catalina de la facultad, respecto de que él estaba enamorado de ella, sumado a los celos por el novio de la joven. "La relación de Zaza (novio de la víctima) con Catalina puso en jaque el vínculo con Soto. Él estaba celoso de Zaza porque Catalina le dedicaba tiempo a él”, dijo Sicardi al tribunal.
En el mismo sentido, señaló que la recreación del crimen que realizó Soto fueron "manotazos de ahogado para escapar de la perpetua" porque la joven no estaba consciente cuando fue estrangulada ya que un fuerte golpe la desmayó y la dejó indefensa.
Carlos Hairabedián, el abogado querellante, había solicitado que se vuelva a incluir el agravante de alevosía en la causa, retornando a la carátula inicial. Ángela Burgos, la abogada defensora, dijo antes de la sentencia a perpetua que su cliente debía ser sentenciado por "homicidio simple" y que "es muy descabellado" hablar de violencia de género.
En definitiva, el final del juicio trajo la Justicia que pedía la familia de Catalina Gutiérrez por el femicidio de la joven.