El comienzo del segundo año de la gestión de Javier Milei en la presidencia muestra en general una tendencia de recuperación leve en indicadores claves vinculados a la producción y al trabajo. La variación positiva se explica en tanto la comparación es contra el primer bimestre de 2024, etapa atravesada por la devaluación del peso en más de 50 por ciento y el ajuste motosierra en la mayoría de los aspectos de la economía real.

Entre las estimaciones, la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) es uno de los datos que el Gobierno nacional mira con atención por dos motivos centrales:

*Por un lado, pretende que no se dispare porque repercute en el caballito de batalla de la administración libertaria: mantener a raya la inflación. Fue el propio ministro de Economía, Luis Caputo, quien anunció el techo para las paritarias 2025 en alrededor del 1,0 por ciento pero manifestó como ideal que “tiendan al 0 por ciento”. Algunos ejemplos sobre esta aplicación son los acuerdos alcanzados por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de 1,8 por ciento en enero, 1,5 en febrero y 1 por ciento en marzo; por el gremio Camioneros de 1,8 en enero y 1,5 en febrero y por la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) del 1,5 y 1,2 por ciento en enero y febrero respectivamente.

*A la vez, necesita presentar alguna mejora en términos de poder adquisitivo, aunque lejos está de la declaración del primer mandatario cuando expresó: “el salario básico en la Argentina pasó de 300 dólares a 1.100 dólares”. Más adelante se desmintió a él mismo para cuestionar un aumento de sueldo para el Poder Legislativo que había propiciado la vicepresidenta Victoria Villarruel: “el salario promedio de la economía es 400 mil y pico de pesos”, aseguró entonces Milei.

El RIPTE trepó 0,4 por ciento en términos reales durante enero, sobre diciembre del año pasado. Se ubicó en 1.234.658,40 pesos, que en la relación interanual significa una suba del 20,2 por ciento. La cifra compara la actualidad con los primeros meses del gobierno de la Libertad Avanza, atravesados por la inflación al alza y la incertidumbre. Sin embargo, las remuneraciones no lograron recuperar el nivel anterior a la asunción del primer presidente libertario del mundo: está 1,4 por debajo de noviembre de 2023.

De acuerdo con la opinión de distintos especialistas formados en economía, las estimaciones más certeras para evaluar la evolución de los salarios del empleo registrado privado, son antes que las del RIPTE, las del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). 

Los últimos informes publicados por el Indec sobre el tema apuntaron que los salarios formales cayeron 5,1 por ciento en promedio durante la gestión de Milei: el 15,3 por ciento de la retracción la sufrieron los estatales, mientras que los sueldos del sector privado crecieron solo 0,6 por ciento.

Los economistas advierten los problemas que podrían surgir al utilizar el RIPTE como principal referencia sobre la situación de los salarios en Argentina. Entre las falencias que remarcan se encuentran que el indicador:

*Toma las variaciones de la base de aportes de la seguridad social, cuyo tope se actualiza cada tres meses.

*No contempla los conceptos no remunerativos. 

*No incluye los ingresos de los trabajadores más nuevos porque contabiliza sólo los sueldos de los empleos bajo relación de dependencia declarados en forma continua durante los últimos 13 meses.