Al menos 436 personas murieron y otros 678 resultaron heridos en los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza desde que se reanudaron a gran escala en la madrugada del martes, indicaron este miércoles las autoridades del territorio palestino. Además, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirmó que un funcionario del organismo murió y otro se encuentra en estado crítico debido a un ataque contra sus instalaciones en Deir al-Balah, en el centro del enclave.
Del total de muertos reportados, al menos 183 son niños y menores de 18 años (el 42 por ciento del total), 125 son hombres adultos menores de 60 años y 94 mujeres en el mismo rango de edad, según datos del Ministerio de Sanidad gazatí. Los 34 restantes son mayores de 60 años.
Un trabajador de la ONU muerto
Por su parte, la ONU indicó que el incidente en sus instalaciones en Deir al Balah se trató de un ataque con un artefacto explosivo que fue lanzado o disparado y que detonó dentro de un edificio, dejando claro que no fue un artefacto que no había explotado (previamente), según dijo el portavoz adjunto de la secretaría general, Farhan Haq.
Haq confirmó que además de una persona muerta y otra en estado crítico, el hecho produjo otros cuatro heridos, todos ellos funcionarios de la ONU, pero no dio sus nombres ni nacionalidades. Aunque el portavoz no acusó a Israel del ataque por su nombre, el secretario general António Guterres afirmó poco antes en un comunicado que las ubicaciones de todos los locales de la ONU son conocidas por las partes en conflicto, que están obligadas por la ley internacional a mantener su absoluta inviolabilidad.
En ese comunicado, Guterres pidió una investigación completa del incidente, y subrayó que las reglas de combate implican que los enfrentamientos deben llevarse a cabo de modo que los civiles sean respetados y protegidos. Con el reciente ataque, la ONU ha perdido en la guerra en Gaza a 280 de sus funcionarios, casi todos ellos por ataques de Israel.
Las instalaciones que fueron objeto del ataque funcionaban como "casas de huéspedes", es decir, edificios destinados a albergar a personal no residente en Gaza que se encuentran en misión de trabajo. El portavoz aclaró que, en el caso concreto de Deir al Balah, los dos edificios atacados ya lo habían sido la noche anterior, y de hecho los funcionarios que allí se encontraban estaban examinando los daños sufridos por el ataque previo cuando fueron alcanzados por el nuevo disparo.
Operaciones terrestres
El Ejército de Israel dijo que inició operaciones terrestres en la Franja a fin de "crear una zona de amortiguación parcial", en lo que fuentes locales describieron como un bloqueo en la carretera Salah al Din, que conecta de norte a sur el enclave palestino. Según el texto las tropas se extendieron también al centro del corredor Netzarim, un área militar y puesto de control con cámaras localizado al sur de Ciudad de Gaza, del que Israel se había retirado el pasado 9 de febrero como uno de los requisitos de la primera fase del acuerdo de alto el fuego. Esto provocó que el tráfico se detuviera casi por completo y que los gazatíes, pese al retorno de los ataques aéreos, se desplacen ahora por la calle costera Rashid, informó el medio panárabe Al Araby Al Jadeed.
Israel también lanzó un ultimátum a los residentes del territorio para que devuelvan a los rehenes y echen a Hamas del poder. "Residentes de Gaza, esta es la última advertencia", declaró el ministro de Defensa, Israel Katz. "Devuelvan a los rehenes y eliminen a Hamas, y se abrirán otras opciones, incluida la posibilidad de marchar a otros lugares del mundo para quienes lo deseen", enfatizó.
Repudio contra Netanyahu
Mientras tanto, el rechazo hacia el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y el clamor a favor del retorno de los rehenes en Gaza unieron este miércoles a miles de israelíes, en una protesta que marchó hasta la vivienda del jefe de gobierno en Jerusalén.
"Estamos protestando contra la combinación de acciones de este gobierno corrupto: que ponen en peligro a los ciudadanos de Israel, manipula el sistema judicial y pone en peligro a los rehenes secuestrados en Gaza", dijo a la agencia de noticias EFE Sagui, de 57 años, quien asegura que todo ello va a poner al país al borde del desastre. "Todo lo que hace este Gobierno sirve sólo para la supervivencia de este desastroso primer ministro, esta es la única causa del final del alto el fuego", lamentó.