La inflación del mes de febrero en la provincia de Santa Fe fue del 2,6% y volvió a quedar por encima del promedio nacional. Los datos surgen del último informe publicado por el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec), que además da cuenta de una inflación acumulada del 5,8% en lo que va del año y una variación interanual del 67,5%. La suba estuvo marcada por el aumento en los rubros vinculados a los gastos para la vivienda y la atención en materia de salud. En lo que refiere alimentos, el rubro con mayor incidencia dentro de la medición general, los aumentos más fuertes estuvieron en productos como la lechuga (21,4%) y la naranja (11,7%), al mismo tiempo que se registraron fuertes subas en distintos cortes de carne como el asado, el cuadril y la nalga. También hubo productos con bajas importantes, como el tomate (-15,8%) y la papa (-7%).
El relevamiento del Ipec da cuenta que la inflación de febrero (2,6%) tuvo una desaceleración en relación a la inflación de enero (3,1%). Sin embargo, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Santa Fe volvió a quedar nuevamente por encima del promedio nacional. En febrero la inflación general medida por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) arrojó una suba del 2,4%, mientras que en enero la brecha fue más amplia, luego de que la medición nacional quedara en el orden del 2,2%.
En ese marco, durante el primer bimestre del año la provincia tuvo una inflación del 5,8%, mientras que la variación interanual llegó al 67,5%. En ambos registros, Santa Fe también quedó por encima de la variación nacional. La suba para el primer bimestre del 2025 fue del 4,7% a nivel nacional, mientras que en los últimos doce meses el país acumuló una inflación del 66,9%, según lo publicado por el Indec la semana pasada.
En la provincia, la inflación de febrero se movió al ritmo de la suba en el rubro Viviendas y servicios básicos (4,2%) y Atención médica y gastos para salud (4%). Lo siguieron Alimentos y bebidas (3,4%), Otros bienes y servicios (2,6%), Transporte y comunicaciones (2,3%), Educación (1,7%), Esparcimiento (0,5%) e Indumentaria (0,3%), mientras que Equipamiento y mantenimiento del hogar se mantuvo sin alteraciones.
El rubro de mayor incidencia en la medición general fue Alimentos y Bebidas con un 1,12%. El resto de los ítems tiene incidencias bastante menores: Transporte y comunicaciones un 0,48%; Vivienda y servicios básicos un 0,42%; Atención médica y gastos para la salud un 0,30%; Otros bienes y servicios un 0,15%; Educación un 0,04%; Esparcimiento un 0,03%; e Indumentaria un 0,02%. El rubro Equipamiento y mantenimiento no incidió en el resultado final.
En el relevamiento publicado por el Ipec también se incluyen los movimientos de precios de algunos alimentos y bebidas que forman parte de la canasta básica de los santafesinos. Allí se registran productos que tuvieron fuertes subas, entre los que se destaca el kilo de lechuga que aumentó un 21,4%: de costar 3.387 pesos pasó a valer 4.114 en solo un mes. Lo mismo ocurrió con el kilo de naranjas, que en enero valía 1.132 pesos, y en febrero se consigue por 1.264 pesos; un aumento del 11,7%.
Un párrafo parte se merece el comportamiento de la carne, que registró aumentos importantes en diversos cortes. El kilo de asado, que en enero valía 10.821 pesos, en febrero pasó a costar 12.193 pesos, una variación del 12,7%. Un movimiento similar tuvo el kilo de cuadril que valía 11.044 pesos y ahora cuesta 12.339 pesos, un aumento del 11,7%. También subió el precio de la nalga (11,5%), la carne picada (10,3%) y la paleta (9,3%).
No obstante, también hubo productos que bajaron su precio. Es el caso del kilo de tomate, que en enero costaba 1.873 pesos y en febrero bajó a 1.577 pesos. Con una variación de -15,8% fue el producto que más bajó. Le siguen el kilo de papa (-7%), el kilo de arroz blanco (-5,7%), el kilo de cebolla (-5,5%), el kilo de manzana (-2,8%) y la harina de trigo común (-2,1%).
En concreto, la inflación en la provincia de Santa Fe se mantiene en niveles más bajos que lo registrado a finales de 2023 y el primer tramo del 2024. No obstante, la desaceleración marcada presenta algunos vaivenes. La tendencia a la baja registrada desde julio de 2024 (4,5%) tocó un piso en noviembre pasado, cuando llegó al 2,1%, la medición más baja en los últimos años. Pero luego volvió a registrar meses de suba en diciembre (2,4%) y enero (3,1%), para volver a bajar en febrero (2,6%).