A pesar de las dificultades que atraviesa la danza, aún carente de una Ley nacional que la regule y proteja a sus hacedores y con pocos espacios para su visibilización, reconocimiento y producción, la disciplina mantiene su vitalidad y proyecta nuevas búsquedas con el empuje de sus protagonistas e instituciones que apuestan por ella. Este es el caso de Fundación Cazadores, una organización concebida como plataforma de experimentación interdisciplinaria con sede en Villarroel 1440, en el barrio de Chacarita, que desde hace seis años lleva adelante el programa Instalar Danza.
Los artistas seleccionados en cada edición son invitados a realizar in situ una residencia artística para desarrollar sus proyectos, investigar durante dos meses, contar con espacio, equipamiento técnico, recursos y asesoría artística. Un proceso que culmina con la apertura de los trabajos al público en la sala Imán de la institución, y que este año se realiza todos los jueves, viernes y sábados a las 20 horas, desde el 20 de marzo al 5 de abril. Es una oportunidad para conocer propuestas marcadas por su carácter experimental, la novedad, el riesgo creativo y el cruce de lenguajes. Este año se podrá ver 8.8 Una coreografía para acabar con todo de Damiana Poggi (20 y 27 de marzo y 3 de abril), Materia bruta de Inés Armas (21 y 28 de marzo y 4 de abril) y ¿Que Xou da Xuxa é esse? de Leticia Mazur y Martín Flores Cárdenas (22 y 29 de marzo y 5 de abril).
"El trabajo de Damiana Poggi propone un dispositivo multimedial de video, sonido, imagen y movimiento que aborda, cuestiona y subvierte la violencia física poniendo el foco en la gradualidad en la noción de consenso, algo sobre lo que la artista viene reflexionando de manera persistente", comenta Maricel Alvarez, curadora del ciclo, a Página/12. "En esta obra Damiana intenta perforar la dicotomía entre el ataque y la defensa de los cuerpos en escena. Su pieza es un trabajo de difícil catalogación: hoy es multimedial, con varios canales de video y un potente dispositivo sonoro con activación en vivo a cargo del mismo performer que aparece en las imágenes grabadas, y en futuro puede ser una videoinstalación para un museo o galería. Por otro lado, Inés Armas deviene cuerpo-archivo en su obra: a partir de la recuperación de una antigua anotación sobre una danza olvidada, ella nos abre su historia. Y en nombre de la historia de la danza, sus lugares comunes y sus memorias técnicas, juega lo archivístico como si fuera una conferencia performática en torno a otros nombres y otras danzas”, describe Alvarez.
Reconocida creadora que desde hace décadas se dedica a la actuación, la dirección, la performance y la curaduría (estuvo a cargo de la programación de la Bienal de Performance y de Columna Durruti, colectivo que integra junto a Emilio García Wehbi), Alvarez tiene también una estrecha relación con la danza contemporánea. Además de formarse como bailarina, dirigió espectáculos como Yo te vi caer, Ecdisis y Dr. Faustus, interpretados por bailarines notables como Diana Szeinblum, Florencia Vecino, Margarita Molfino y Alejandra Ferreyra Ortíz, entre otros. “Todo arte efímero, de duración temporal es de mi interés. La danza, la fisicalidad, el movimiento como dispositivos de enunciación política y estética, están muy presentes en mi producción como creadora y como intérprete”, reflexiona.
En relación a la tercera obra que integra esta sexta edición del programa, anticipa: “La figura de Xuxa causa fascinación en la dupla compuesta por Leticia Mazur y Martín Flores Cárdenas para ¿Qué xou da Xuxa é esse? Las anécdotas y polémicas en torno a este personaje icónico, celebridad en la Argentina de los 90, invitan al cuerpo en escena de Leticia al ritual de la celebración. Pero en esta invocación, la danza también se vuelve un revés satánico (a partir de lo que se considera uno de los primeros casos de fake news), el lenguaje de lo políticamente incorrecto”.
Junto a la dramaturga Victoria Alcalá y Mariana Obersztern, directora artística de Cazadores, Alvarez acompaña a los artistas a lo largo del proceso creativo intercambiando ideas, atendiendo sus inquietudes y consultas, sus necesidades de diálogo. “El programa pone el énfasis en el cuidado del artista, en crear condiciones propicias, un marco que los contiene también desde la producción y la comunicación para que puedan desarrollar su trabajo con tiempo, recursos y acompañamiento. Algo que parece ir a contrapelo de la hostilidad con la que tristemente convivimos a diario en estos tiempos que yo vivo como aciagos”, señala.
El ciclo abarca charlas post-función moderadas por Obersztern, clases abiertas gratuitas con los artistas del programa y un cierre a cargo de Carlos Casella. Coreógrafo, bailarín, cantante y actor, el polifacético creador va a estrenar el sábado 5 de abril a las 22.30 horas Lo que amo me devora, un concierto lúdico y dramático junto a Tomás Carnelli en guitarra. ”Como todo fin de ciclo, el cierre de este programa lo pensamos como una celebración. Una excusa para que público y artistas confluyan en un marco festivo. Carlos es una figura indiscutida de la danza, maestro y colega muy querido de muchos de los que hoy se encuentran en plena forma creativa desarrollando sus carreras. En sus piezas más performáticas que a veces adoptan la forma de un show, fusiona con toda su aura de intérprete, la música, el teatro y el movimiento”, concluye. Las entradas para todas las obras están disponibles en la web de Alternativa Teatral y la inscripción a las clases es a través de la cuenta de Instagram @fundacioncazadores.