“Estuvo respirando por las de él, todo el día sin respirador”. Fabián Grillo no oculta el optimismo, se le nota en la voz. Tras una semana de angustia e incertidumbre, su hijo, el fotógrafo Pablo Grillo, evoluciona favorablemente en el hospital Ramos Mejía, a donde permanece internado desde el miércoles 12 de marzo, cuando durante la represión comandada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en inmediaciones del Congreso recibió un disparo de una cápsula de gas que estalló en su cabeza.

El padre del fotoperiodista y militante de 35 años contó que este miércoles el joven “tuvo un buen día” y pudo respirar sin asistencia mecánica, lo que definió como un “paso grandísimo”. “Bostezaba, mueve la boca, se rasca la espalda y aprieta la mano. El doctor me dijo que había abierto los ojos, pero todavía tiene la zona muy inflamada. Es un avance muy grande, la está peleando”, contó Fabián en una entrevista con la AM 750.

La familia Grillo tiene la vida suspendida hace una semana, cuando Pablo fue atacado durante la cobertura periodística de la represión en inmediaciones del Congreso: apenas habían pasado unos instantes de las 17, cuando efectivos de la Policía Federal y la Gendarmería avanzaban sobre los manifestantes disparando balas de goma y bombas de gas para dispersar la movilización. El reportero gráfico se resguardó detrás de un mueble de madera que ardía en sobre la calle cuando un cabo de Gendarmería disparó de forma irregular y una cápsula de gas le impactó de lleno en la frente.

El papá de Pablo Grillo, durante una rueda de prensa en el Hospital Ramos Mejía.

Las fotografías que aportaron los colegas de Grillo – entre ellos Alejandra Morasano, de Página/12 - fueron fundamentales para identificar al atacante, aunque por ahora el gobierno de Javier Milei se niega a investigarlo

De acuerdo con los peritos que han trabajado con el Mapa de la Policía, el tirador estaba ubicado a un costado de dos carros hidrantes. Las imágenes permitieron conocer el color del uniforme, su posición, la dirección del disparo, el horario en que lo efectuó y la identificación pegada en el chaleco antibalas. De ese modo, se pudo conocer que se trata del cabo Guerrero, con legajo de servicios 103208, miembro de la Unidad 6 de la Sección de Empleo Inmediato.

Recién este martes, la ministra Bullrich esbozó un supuesto mensaje de solidaridad, durante una conferencia de prensa, aunque ratificó la versión inicial: que el gendarme actuó tal como lo indica el protocolo, y que el disparo fue “tal como dicen los manuales”, y que la cápsula de gas rebotó en el suelo antes de impactar en la cabeza de Grillo. Los videos y pruebas desmienten a la propia funcionaria: el proyectil no rebotó en le suelo ni en la estructura en la que se refugiaba el reportero y el disparo fue en línea recta, a menos de un metro de altura, en contra de lo que establece la reglamentación.

"(La solidaridad de Bullrich) hubiera sido creíble si era el primer día. Después de varios días, no le veo credibilidad. Si me llama alguien, atendería sin dudas, pero no sé cómo reaccionaría. Nadie nos preguntó qué necesitábamos", se indignó el padre el joven. Además, recordó que el Gobierno intentó instalar que durante la represión del 12 de marzo un policía había sido herido, "pero resultó que era una bala de goma de ellos mismos". 

La trayectoria del disparo que recibió Pablo Grillo.

Pablo Grillo, una vida militante

Fabián Grillo además lamentó que el Gobierno le bajara el precio a la vida de su hijo tachándolo de “militante kirchnerista”, como si fuera razón suficiente para justificar el disparo potencialmente mortal contra el joven de 35 años. “Ser militante no es un insulto, no es una mala palabra, ni te saca derechos o es que no servís ni podés protestar. Si los asesores de imagen les dicen que digan esas cosas, les están robando”, dijo el padre de Pablo.

“A Pablo mucha gente lo conoce. Es muy conocido en el ámbito de la militancia y la fotografía, de la solidaridad, no sólo de la militancia partidaria, sino también de la acción solidaria. Él estaba planeando ir a Bahía Blanca, quería ir con el segundo tren, quería ir a fotografiar eso (en alusión a la tragedia que causó la inundación), y si podía y lo dejaban, ir en el tren solidario que salió este miércoles”, contó Fabián.

Por último, adelantó que iniciarán acciones legales contra el Estado por el ataque a su hijo. “Ya están trabajando, tenemos gente que ha hablado con nosotros para litigar contra el gobierno, la impunidad no puede ser para siempre. Nuestra intención es que no quede impune. La estrategia la ignoro por ahora, ya lo hablaremos con los abogados cuando se defina”, resaltó.