Los ocho condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell sufrieron un nuevo revés judicial, esta vez con la firma de la Corte Suprema de la Nación. Aunque todavía esperan la decisión de fondo sobre sus situaciones, las defensas habían intentado recusar a los jueces de cámara que intervinieron en el proceso, pero no tuvieron éxito y recibieron un primer rechazo de la corte. En paralelo, la causa tramita en las oficinas del tribunal superior bonaerense, que deberá decidir si confirma o rectifica las penas originales, que dejaron a cinco de ellos con condenas a perpetua y a otros tres con 15 años de prisión. 

Desde que Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, y Ciro, Lucas y Luciano Pertossi quedaron detenidos en la mañana del 18 de enero de 2020, la causa por el crimen de Báez Sosa quedó enmarañada en un cúmulo de presentaciones judiciales. El abogado Hugo Tomei, que entonces representaba al grupo completo, presentó desde entonces diversos pedidos de nulidad de las pruebas y de las detenciones, así como recusaciones a los jueces intervinientes. Los pedidos y recursos se extendieron hasta el juicio que condenó a los ocho, y también después, ya con cambios de abogado, pero hasta ahora ninguno tuvo éxito.

La última novedad, así, no cambia demasiado el terreno de juego de la causa, aunque sí resuena la importancia de las firmas. Es que ahora la que rechazó una de las presentaciones de los condenados fue la Corte Suprema, instancia a la que habían llegado tras el rechazo de todos los estratos inferiores. La presentación, un recurso de queja por la denegación de un recurso extraordinario previo, buscaba que se evaluara la recusación de los integrantes de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de Dolores que intervinieron en el proceso que, por ahora, mantiene a los ocho con la misma condena del juicio.

En una escueta resolución, el máximo tribunal indicó que "el recurso extraordinario, cuya denegación originó esta queja, es inadmisible". Aunque no da mayores precisiones sobre la razón de la denegación, el fallo indica que lo hace en función del Artículo N°280 del Código Procesal, que prevé el rechazo cuando las cuestiones planteadas no constituyen un tema federal o cuando "resultaren insustanciales o carentes de trascendencia".

Este jueves, el abogado Fernando Burlando, que representa a la familia de Báez Sosa, confirmó que ya fueron notificados de la decisión, mientras que el actual abogado de Thomsen, Francisco Onetto, se quejó de que aún no había recibido la notificación oficial sobre el tema y aseguró que se trata de "uno más de todos los atropellos e irregularidades que contiene el proceso por el cual se lo juzgó a Máximo".

Mientras tanto, el grupo de jóvenes, que hoy ya tienen entre 21 y 25 años, continúa conviviendo en el Penal de Melchor Romero. Pese a los rumores que indicaron rupturas, discusiones y hasta peleas físicas entre ellos, este diario pudo saber que los ocho conviven en la mejor armonía posible y ya en contacto con otros internos, luego de que se levantara el aislamiento al que habían sido sometidos en una primera instancia. Tienen un rato de patio por día, hacen ejercicio y talleres, y todos los jueves pueden recibir a sus familiares durante cuatro horas.

La armonía, sin embargo, no se mantiene en el terreno judicial desde que Thomsen y Benicelli decidieron romper el grupo de la defensa y pasarse a otra representación. El primero con el abogado Onetto --excandidato libertario a vicegobernador bonaerense-- y el segundo con Carlos Attías. Desde entonces, Thomsen intenta con presentaciones judiciales y declaraciones públicas desarmar la idea de que los jóvenes oriundos de Zárate hayan planificado matar a golpes a Báez Sosa aquella noche a la salida del boliche Le Brique. Busca reducir la figura por la que actualmente están condenados --homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas-- a alguna cercana al "homicidio en riña", que estipula penas mucho más bajas, o, en todo caso, la del homicidio con dolo eventual.

Por el lado de Benicelli, se abocó a criticar la estrategia que Tomei llevó adelante durante el juicio y a señalar que su exabogado los instó a mantener una defensa unificada cuando, asegura, no participó de forma directa del ataque: “No fui parte de un pelotón de fusilamiento para matar a Fernando”, escribió el joven en un escrito presentado en la Justicia. El resto de los acusados sigue con la estrategia unificada en busca también de un guiño de la corte bonaerense, que deberá definir la cuestión luego de que Casación ratificara la pena establecida por el juzgado de origen durante el juicio en Dolores. Thomsen, Benicelli, Comelli, Luciano y Ciro Pertossi son los condenados a perpetua, mientras que Viollaz, Cinalli y Lucas Pertossi son los que cargan la pena a 15 años.

Una leve luz de esperanza para ellos la marca que el fallo de Casación redujo los agravantes por los que fueron condenados en primera instancia, aun cuando mantuvo las penas. Es que el juicio realizado durante enero y febrero de 2023 terminó con los ocho condenados como coautores o partícipes secundarios del homicidio agravado no sólo por premeditación sino también por alevosía, agravante que fue directamente retirado por Casación. Las cincos perpetuas, entonces, sólo se mantienen ahora por la premeditación, y es por ello que allí apuntan los planteos de las defensas. Todos los condenados recurrieron al tribunal superior bonaerense, que no tiene ningún plazo máximo para expedirse.

Del otro lado, la familia de Báez Sosa y los fiscales de juicio del proceso originario también mantienen sus recursos de apelación, pero en el sentido inverso. Buscan que las condenas a perpetua se extiendan a todos al considerar que Viollaz, Cinalli y Lucas Pertossi no fueron partícipes secundarios sino coautores de la golpiza en la que mataron al joven de 18 años. Por ahora, la Corte Suprema nacional no tendrá que dictar decisiones de importancia, pero se da por sentado que alguna de las partes recurrirá a esa instancia en caso de no contentarse con el futuro fallo de la corte bonaerense.

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