"Creo que es la primera vez que se hace un concierto con tantos bateristas tocando a la vez", lanza desde una tarima del escenario Jorge Araujo, al borde de las lágrimas. Frente suyo, más de trescientos bateristas de todas las edades y estilos con sus instrumentos interpretan la electrizante base de Highway to Hell, de AC/DC, con el Tanque Iglesias de La Renga como invitado principal. La escena ocurrió en la tarde del sábado durante la quinta edición de Baterías a la Plaza, el encuentro cultural y educativo que se realizó en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), con entrada libre y gratuita.
En una jornada soleada, el espacio universitario se transformó durante un par de horas en un lugar de encuentro familiar, vecinal y musical. Organizado y producido artísticamente por los reconocidos bateristas Jorge Araujo y Sergio Masciotra, Baterías a la Plaza tiene como fin acercar a la comunidad la experiencia de ser parte de un evento con los principales referentes del país. "Lo más importante es juntarnos y compartir un show", sintetiza Araujo. "Más que una reivindicación al instrumento, el aprendizaje principal es tocar juntos y escuchándonos entre nosotros", le dijo al NO el ex baterista de Divididos y Gran Martell.
Después de una breve masterclass a cargo del Vasco Urionagüena (que tocó un "Abbey Road Medley") y de Andrea Álvarez y Marcelo Mira (que intervinieron New Sensation), el encuentro siguió en clave de concierto. La primera pieza colectiva en sonar conectó enseguida con la memoria rítmica y emotiva del público: We Will Rock You, de Queen. No hicieron falta presentaciones, todos la conocían. Y de eso se trató también: de celebrar la música popular universal y que nadie se quede afuera de la fiesta. Si bien la primera interpretación tuvo algunos desajustes temporales, la conexión plena llegó rápidamente con Got to Get You into My Life, de Earth, Wind & Fire; y la siempre emotiva Puente, de Gustavo Cerati. Aunque entre el público se veían remeras negras de Almafuerte, Los Ramones o Motörhead y bastante público rockero, también era habitual encontrarse con familias enteras o grupitos de pibes y pibas tomando mate sobre el pasto.
"Estamos lejos pero hay que escucharse", propuso Araujo, que ofició de maestro de ceremonias junto a Masciotra. "Le dedicamos a Pablo Grillo, el fotógrafo, Rezo por vos de Charly García”, dijo luego y sus palabras recibieron un aval unánime para enviar fuerzas al fotógrafo herido por la represión a la marcha de los jubilados del miércoles pasado. Entonces, con total concentración, precisión y potencia, los bateros de todas las edades, trayectorias y palos regalaron un tema bailable de la década del '80, el súper clásico Billie Jean, de Michael Jackson. Luego, Sobrio a las piñas, de Divididos; y el citado Highway to Hell.
Entre las filas del ejército de baterías se encontraban artistas amateurs, pero también nombres de larga trayectoria y consagrados, como el prócer del rock argentino Juan Rodríguez (Sui Géneris), Leo de Cecco (Attaque 77), Andrea Álvarez, Walter Martínez, Pato Strunz (Hermética), Negro Molinero, Topo Raiman (Los Pericos), Mariano Franceschelli (Los Decadentes), Toño Silva, Rocío Luna (Escorpia), Sebastián Roascio Goldar (Airbag) o Fer Scarcella (Rata Blanca), entre otros. En un clima relajado y de camaradería, el eje central de la propuesta era compartir música de manera colectiva y horizontal. Aunque también fue una forma de transmitir conocimientos a las nuevas generaciones y poner en valor el rol del baterista, que suele estar escondido detrás de los parches y distante de la mirada del público.
"No es algo muy habitual un encuentro de estas características, pero es muy lindo ver a tantos niños tocando un instrumento y adentrándose en la música", le dijo el Tanque Iglesias al NO. "A mí me sorprendió, nunca vi tantas baterías juntas. ¡Ni sabía que había tantos bateristas!", bromeó el músico de La Renga. "Es muy didáctica la propuesta, los pibes hicieron una clase y todos tocaron a tempo, que es lo principal", celebró.
El contexto en el que sucedió el encuentro también le sumó un condimento extra. Mientras el gobierno nacional desfinancia la educación pública y las casas de altos estudios, entidades como la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) se convirtieron en trincheras y espacios de resistencia para construir un futuro distinto. "Somos una universidad para la paz, el arte y el humanismo. No queremos respirar gases que no sean el aire, queremos respirar amor y paz", sintetizó el rector de la UNLa, Daniel Bozzani, en la apertura del encuentro.
"Con los años que tengo de tocar en estadios, esto tuvo una complejidad que no viví jamás. Fue impecable el trabajo de la gente de la Universidad, porque la logística era muy difícil", le dijo Araujo al NO después del evento. "Cuando me mostraron el predio de la Universidad me volví loco, era el lugar ideal para hacerlo, porque tenía las mejores condiciones. La gente de acá además lo cuida mucho", sumó el ex Divididos. Y completó: "Con lo que está pasando en el país y en un contexto tan difícil para la universidad pública, es importante que nos hayamos juntado a tocar acá. Porque también es una manera de reafirmar cómo la gente quiere y valora este lugar". En la misma sintonía, el Tanque de La Renga concluyó que hay que "hacerle el aguante a la universidad pública y a todo lo público, más en este momento".