El líder del movimiento islamista Hamas, por su parte, llamó a un nuevo levantamiento armado contra Israel a raíz de la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel. Se trata de el tercer llamado a un levantamiento armado del grupo islamista palestino. Los anteriores, en décadas pasadas, dejaron miles de muertos palestinos e israelíes en disturbios, enfrentamientos y atentados en Israel y Palestina.”La decisión estadounidense es una agresión a nuestro pueblo y una guerra a nuestros santuarios”, dijo el líder de Hamas, Ismael Haniyeh en un discurso, antes de llamar a los seguidores de Hamas a “estar listos para cualquier orden”. El líder palestino agregó: “queremos que el levantamiento dure hasta que Trump y la ocupación lamenten esta decisión”, aludiendo a Israel, que ocupa Cisjordania, donde se ubica Jerusalén, desde la Guerra de los Seis Días, de 1967.
El anuncio de Haniyeh se dio en medio de una ola mundial de rechazo a la decisión de Trump, que continuó ayer. Líderes internacionales y ciudadanos de varios países salieron a las calles a repudiar la medida, argumentando que socava los intentos de organismos mundiales por alcanzar la paz en Medio Oriente.
La canciller alemana, Angela Merkel, renovó su rechazo a la decisión de Trump e insistió en la necesidad de establecer el estatus de Jerusalén en el marco de una negociación con vistas a una solución de dos estados, uno israelí y otro palestino. Asimismo, subrayó la necesidad de que Estados Unidos participe de ese proceso. Alemania, señaló, mantiene su apoyo a las resoluciones de Naciones Unidas y desea “revitalizar” el proceso de paz, pero la Unión Europea no puede buscar sola soluciones al conflicto; “se necesita a Estados Unidos”, remarcó.
Por su parte, los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, mantuvieron una conversación telefónica en la que se mostraron muy preocupados por la decisión de su par estadounidense. “Ambas partes expresaron su honda preocupación por la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y sus planes de trasladar la embajada desde Tel Aviv a esa ciudad”, informó el Kremlin en un comunicado. Putin y Erdogan opinan que esos pasos “pueden anular las perspectivas de un proceso de paz en Oriente Medio”, indica en la nota. Además, la Cancillería rusa reseñó que su postura es que sectores de Jerusalén sean capital tanto de Israel como del futuro Estado palestino, cuyo establecimiento y reconocimiento están respaldados por Moscú. “Ya hemos anunciado que vemos Jerusalén Este como la capital del futuro Estado palestino, y Jerusalén Oeste como la capital de Israel”, sostuvo el ministerio.
En el Reino Unido, el ministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, calificó de “prematura” la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como la capital israelí porque “no ayuda” a conseguir avances en el proceso de paz en Medio Oriente. “Creo prematuro el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y la mudanza de las embajadas no ayuda en este contexto. Es algo que queremos hacer pero no se puede hasta que haya progresos hacia la solución de dos Estados”, subrayó el titular del Foreign Office.
En tanto, el rey jordano, Abdallah II, mantuvo un encuentro con el presidente palestino, Mahmud Abbas, para hablar sobre el status de la ciudad santa. El monarca de Jordania, país que mantiene el papel de custodio de los lugares santos musulmanes en Jerusalén Este, le prometió a Abbas mantener el estatus histórico de Jerusalén y llamó a la comunidad internacional a rechazar la decisión estadounidense con el fin de evitar “pasos unilaterales que podrían tomar otros Estados”.
Mientras tanto, en las calles de Jordania, decenas de personas se concentraron frente a la embajada de Estados Unidos en Amán, pese a las fuertes medidas de seguridad en la zona. “Jerusalén capital eterna de Palestina” o “Estados Unidos apoya al terrorismo”, fueron algunos de los cantos y leyendas de las pancartas que portaban los manifestantes frente a la sede diplomática, cuyas actividades están suspendidas desde ayer para evitar choques.
En Egipto, país que al igual que Jordania firmó un tratado de paz con Israel, cientos de personas se concentraron frente al Colegio de Periodistas, en El Cairo, en medio de un fuerte operativo de seguridad.
Entre los manifestantes estaba el líder del partido opositor egipcio Al Dustur, Jaled Daud, quien apuntó contra “los gobiernos árabes que dieron prioridad a una relación fuerte con Trump por encima de cualquier cosa”.
En el mismo lugar, un grupo de manifestantes quemó una bandera de Israel junto a un cartel con la leyenda: “Jerusalén es árabe a pesar de la violencia sionista”.
En tanto, el Parlamento sirio declaró que la decisión Trump servirá de cobertura al Estado israelí para seguir cometiendo abusos contra los palestinos. “La medida constituye una nueva cobertura de la Administración de Estados Unidos a la entidad israelí para continuar violando los derechos legítimos de los palestinos, seguir desplazándolos y privarles del derecho de establecer un Estado independiente con Jerusalén como capital”, afirmó el legislativo. Por su parte, la Coalición Nacional Siria, la principal alianza opositora, exhortó a la ONU a adoptar una resolución que condene el traslado de las delegaciones diplomáticas a Jerusalén y exija medidas que revoquen los pasos adoptados por Israel sobre el estatus de la ciudad.
En Afganistán, los talibanes y el gobierno coincidieron en repudiar le medida de Estados Unidos. “Esta decisión de Trump avivará las llamas del conflicto en el mundo entero, sobre todo en Medio Oriente”, dijeron los talibanes en un comunicado en el que calificaron el anuncio de Washington como un “un acto de fanatismo antimusulmán y un paso temerario”.
Tras la decisión de Trump, Estados Unidos es el único país del mundo que reconoce como capital de Israel a Jerusalén, donde ninguna nación tiene su embajada debido a que, tras la anexión israelí de la parte oriental de la urbe en 1980, la ONU llamó a la comunidad internacional a retirar sus sedes diplomáticas de la Ciudad Santa.