La cuenta regresiva concluyó. El vencimiento de la moratoria jubilatoria es un hecho y a partir de la semana que viene, por decisión del gobierno de Javier Milei, la inmensa mayoría de los trabajadores y trabajadoras sin los 30 años de aportes ya no tendrán ese beneficio y quedarán por fuera incluso del haber mínimo. Si ya hay por lo menos 5 millones de jubilados arañando la línea de pobreza según datos oficiales, en lo que viene se espera que con la Prestación Universal al Adulto Mayor (PUAM) --lo único que tendrán a mano-- haya otros tantos con ingresos muy por debajo. En ese marco, referentes de distintas agrupaciones de jubilados --muchos de los cuales vienen participando de las distintas marchas convocadas cada miércoles-- participaron de una radio abierta frente al Congreso para denunciar la situación. La actividad fue convocada por el PJ porteño y estuvo coordinada por la diputada nacional de Unión por la Patria, Gisela Marziotta, titular de la comisión de Personas Mayores de la Cámara Baja. "La tarea a partir de ahora es seguir visibilizando esta lucha, acompañar a los jubilados en sus movilizaciones y darle voz pública a una causa que también es una bandera y un derecho constitucional", le dijo Marziotta a Página/12.
La última prórroga de la Ley 27.705, que garantiza el Plan de Pago de Deuda Previsional (conocido popularmente como "moratoria"), fue sancionada en 2023, y vence este domingo 23 de marzo. A partir de esa fecha límite, "9 de cada 10 mujeres no van a poder acceder a la jubilación", precisó la diputada, para resaltar que la decisión de Milei de dejar morir la norma --que podría haberse prorrogado vía DNU-- las perjudica a ellas especialmente. La última opción de la PUAM, además de significar un 80 por ciento de la jubilación mínima (sin bono), implica para las mujeres empezar a cobrarla recién a partir de los 65 años. "Es decir, te aumentan la edad jubilatoria y te bajan la jubilación mínima en un 20 por ciento. Es una reforma jubilatoria de hecho", advirtió Marziotta.
Tras la multitudinaria marcha del miércoles, entonces, la idea fue redoblar la apuesta y seguir denunciando la situación. La radio abierta frente al Congreso fue convocada para las 15 horas, y participaron, además de la diputada, las referentas Renéee Gilardi (Frente de Personas Mayores de UyO), María Elena Naddeo (APDH) y Carlos Pizzini (Jubilados en Defensa Propia) y Graciela "Gachi" Olivieri (Federación de Adultos Mayores) entre otros.
"Hace dos años lográbamos, con mucha lucha, la prórroga de la Ley. Cuando asumió este Gobierno, sabíamos que iba a estar complicado, pero Milei prometió que la motosierra no iba a ser para el pueblo, y mintió descaradamente", dijo Gilardi, micrófono en mano. "Ahora está decidido que seamos los jubilados los que paguemos el ajuste, la fiesta financiera y el acuerdo con el FMI", siguió. "Pero sobre todo, los platos rotos los vamos a pagar las mujeres: a partir del martes, 9 de cada 10 no se van a poder jubilar", remató.
"Es falso el argumento de que los que ingresan por moratoria desfinancian el sistema, y que haya que elegir entre la moratoria o la mínima más alta, como nos quiere hacer creer la derecha", aportó Pizzini. "En los 90s, con las AFJP, la mínima era una misera y no había moratoria", concluyó.
Los palos, gases y balazos que recibieron las últimas marchas de jubilados y organizaciones sociales y sindicales en los alrededores del Congreso formaron parte de la charla. Naddeo, de la APDH, resaltó que la represión constante del gobierno a los reclamos serán parte de las consignas de la marcha del próximo 24 de marzo, a 49 años del último golpe. "Volvimos a la misera planificada, tal como Rodolfo Walsh había descrito el modelo económico de la dictadura", sostuvo.
Para Graciela "Gachi", referenta del Centro de Jubilados "El Tiempo no para", el fin de la moratoria "va a traer consecuencias negativas para las mujeres". "Hay tareas de cuidado e informalidad laboral que nosotras hicimos toda la vida para que otros produzcan que no van a ser reconocidas", sostuvo.
Una sesión fallida
Este miércoles, el bloque de Unión por la Patria intentó sancionar la prórroga de la ley de moratoria en una sesión especial convocada con la anuencia de algunos sectores dialoguistas, pero faltaron cinco diputados para alcanzar el quórum. "No solo la sesión, sino toda la jornada fue triste. Porque veíamos un Congreso sitiado, parecía que estábamos en una ciudad en guerra, con la gendarmería, la prefectura, la Policía Federal y la Policía de la Ciudad, todo completamente vallado. Mientras, adentro, se estaba votando un decreto como el de la deuda con el FMI que es completamente ilegal, y que además viene con un ajuste mayor que va a recaer, sin duda, también sobre los jubilados, como viene pasando", dijo Marziotta al respecto. "Y cuando tuvimos la sesión a las siete de la tarde convocada por nosotros, por la oposición, no se obtuvo quórum, porque algunos fallaron. Bueno, esa es la foto de la Argentina de la perversión de Milei", describió.
"La verdad fue una vergüenza. Somos el colectivo que representa al espacio político que instauró en la Argentina la moratoria, impulsada por Néstor Kirchner. O sea, no hay posibilidad que yo no me siente a dar quórum y a votar y trabajar para que siga existiendo la moratoria en la Argentina", agregó.
Marziotta se mostró esperanzada con reconstruir acuerdos. "Siempre está la posibilidad de llegar a acuerdos legislativos, a que se logre tener el quórum y avanzar con la ley", dijo, pero añadió que "hay que pensar muy bien a quiénes vamos a sentar en esas bancas, porque depende de esa composición del Congreso son las leyes que van a salir. O se conforma con candidatos a favor del pueblo o en contra del pueblo", concluyó.