El senador nacional por Salta Sergio Leavy presentó un proyecto de ley para declarar “zona de emergencia y en situación de catástrofe” por 180 días al departamento Rivadavia, afectado por la crecida del río Pilcomayo y con una cantidad indeterminada -cercana al millar- de personas evacuadas. El proyecto contempla la creación de un Fondo Especial, del gobierno nacional, de 10 mil millones de pesos para atender los daños.
"(Por) la crecida del río Pilcomayo más de 500 personas (en realidad se habla de 800 en los campamentos instalados por el gobierno provincial en la zona, aunque también hay evacuados que se instalaron con familiares) tuvieron que ser evacuadas y cientos de familias se quedaron sin nada”, afirma el proyecto.
Propone "otorgar subsidios a las familias afectadas, y créditos para la reconstrucción de la estructura edilicia pública del Estado nacional, provincial y municipal, para la construcción y reparación de viviendas de la población afectada, para reconstrucción y reparación que permita la normalización de los servicios públicos, y para la refuncionalización de las economías que se hayan visto dañadas”.
El senador de Unión por la Patria planteó que el Fondo Especial se articule a través de la Jefatura de Gabinete de la Nación y que entregue subsidios familiares no reintegrables a las familias cuya vivienda única y de habitación permanente haya sido afectada total o parcialmente a causa de las inundaciones, y subsidios no reintegrables y créditos a pymes afectadas para su reinserción productiva.
“Se favorecerá, especialmente, la producción local de materiales e insumos que la propia situación de emergencia demande. El recupero deberá ser reinvertido en la misma zona geográfica en que fueron otorgados los préstamos”, indica el proyecto.
Sáenz en territorio
Tras la crítica del cantautor Jorge Rojas, oriundo de Santa Victoria Este, el municipio de Rivadavia más afectado por la creciente del Pilcomayo, el gobernador Gustavo Sáenz fue ayer en la zona de desastre. Rojas había manifestado su sorpresa al saber que el mandatario salteño no había estado en el territorio en emergencia.
El gobernador fue hasta La Curvita, en donde se encuentran los campamentos y el Hospital de Campaña montado por la provincia para ayudar a las personas que tuvieron que salir de su lugar de origen tras la llegada de las aguas.
“Quiero que sepan que aquí estoy, que estuve siempre, que aquí está todo el gobierno, los ministros, todo el equipo junto al Ejército, Gendarmería, Cruz Roja e instituciones como Pata Pila”, dijo Sáenz ante los evacuados.
“No sé si alguna vez en la historia se vio un despliegue tan grande, trabajando como corresponde, acompañando y ayudando a todos. Es un tema doloroso, lo vienen viviendo durante muchos años”, señaló.
Recordó que en 2018, cuando hubo otro desborde importante, hubo más de 5000 evacuados “y fue muy complejo, por eso se trabajó en las obras de anillos y los terraplenes y dieron resultados. Esto podría haber sido mucho peor”, manifestó.
El gobernador añadió que lo mejor es no tener que haber lamentado víctimas, dado que los daños materiales “los vamos a resolver”.
“Hoy viene lo peor para mí”
El intendente de Santa Victoria Este, Rogelio Nerón, se mostró menos optimista ayer. Afirmó que, si bien la provincia acompaña a la comuna en la emergencia por los desbordes del río Pilcomayo, se trunca la posibilidad de una mayor intervención de la gestión local a su cargo.
En diálogo con Mosconi TV, el mandatario victoreño sostuvo que, si bien los recursos ahora están en territorio, la intendencia local, que cuenta con el conocimiento de este territorio extenso, no tiene la potestad de distrubuirlos.
Nerón pidió que le den lugar en las acciones de ayuda, para mejorar la llegada a las distintas familias afectadas la crecida.
“Hoy viene lo peor para mí”, manifestó al referirse a lo que quedará tras el retiro del agua y de los equipos del gobierno provincial. En este punto, sostuvo que es necesario tener en cuenta que hay gente que, por escapar de la crecida, montó su “casita” al costado de la ruta. En realidad son refugios improvisados sin las condiciones mímimas de habitabilidad más que proteger a medias de los elementos naturales.
Ante lo que se viene una vez que las aguas bajen, indicó que “lo esencial son los famosos plásticos, o nylon”, para cubrir los techos, que al ser de barro suelen filtrar por la recurrencia de las lluvias.
Nerón también manifestó su preocupación por la imposibilidad de llegar a algunas comunidades. Una de ellas es La Puntana, en donde pese a los esfuerzos que hicieron para llegar junto al ministro de Desarrollo Social, Mario Mimessi, “perdimos una camioneta”, porque al vehículo le ingresó agua y la asistencia se frustró.
También sostuvo que no pudo llegar a la comunidad de la cual es oriundo, Alto La Sierra, aislada por estos momentos. Como contó Salta/12, el intendente sostuvo que en la zona, los depósitos de los comerciantes son chicos y por lo tanto no tienen mercadería para la población de esa zona.
Anoche un poblador de Hito 1 se comunicó para pedir ayuda porque, según afirmó, llevan 12 días sin energía eléctrica y sin agua apta par consumo humano, con el agravante de que ya se están quedando sin alimentos. En ese lugar, casi en el límite con el Estado Plurinacional de Bolivia, viven unas 26 familias que se han quedados solas, porque los integrantes de Gendarmería Nacional se retiraron cuando vieron que esa población iba a ser invadida por el agua.
“Falta un 50 por ciento de las comunidades por recorrer”, afirmó el jefe comunal al indicar que “siempre rogaba que no mueran chicos de hambre”. Y es que, si bien los integrantes de las comunidades de la ribera o las llamadas montaraces (más alejadas del río) a veces venden “un poquito de miel, o cobran ayudas sociales”, teme que estén atravesando faltantes de alimento (y de agua apta para consumo) dado que los caminos impiden la salida y los recursos ya escasean.