El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva mantuvo su proyección para el crecimiento de la economía brasileña en un 2,3 % para este año, pero considera que la inflación terminará en 4,9 %, más alta de lo esperado, según un informe divulgado por el Ministerio de Hacienda.
La cartera señaló que la incertidumbre generada por el escenario externo le hizo elevar en una décima su previsión para la inflación de este año, que, de cumplirse, superará la meta fijada por el Banco Central del 3,0 % con un margen máximo de 4,5 %.
Según el último boletín macrofiscal elaborado por el Ministerio, "las políticas del gobierno de Estados Unidos relacionadas con la imposición de aranceles a las importaciones, recortes de personal y restricciones migratorias han generado tensiones comerciales y geopolíticas, intensificando el escenario de incertidumbre y volatilidad en los mercados globales". Para la cartera, el aumento del proteccionismo "tiende a presionar la inflación".
El informe apunta que la proyección del producto interno bruto (PIB) brasileño se basó en las expectativas que el Gobierno tiene para el sector productivo, para el que espera un avance del 6 % en el área agropecuaria, de un 2,2 % para la industria y del 1,9 %, para servicios.
Para 2026 el Gobierno calcula que la economía brasileña crecerá un 2,5 %, ligeramente por debajo del 2,6 % previsto en su anterior informe.
La economía brasileña creció el año pasado un 3,4 % con lo que encadenó cuatro años seguidos de expansión, y todas las previsiones indican que esa expansión comenzará a desacelerar en 2025.
Con un alza de la inflación por las medidas de Trump
Brasil espera que su economía crezca un 2,3 por ciento en 2025
