¿Cómo le va, lector, cómo anda? Si ya sé, empezó diciembre, entonces uno “anda diciembre”, que más que mes es un estado, y ya sabemos cómo le está yendo al estado, desde hace dos años a esta parte.
Si usted está en estado, además, no le debe haber caído nada bien el saber que el presidente “prometió” despedir a una gran cantidad de estatales. Uno se acuerda de otros tiempos, cuando las promesas tenían que ver con que las cosas mejoren, ya sea las políticas, o incluso en las amorosas “amada mía, si te casas conmigo la vida será un paraíso”. Después resultó que sí, era un paraíso; estaban desnudos, sin acceso al conocimiento, y si hacían algo que al Jefe no le gustaba, te echaban sin indemnización, los excluían, perdían todos sus derechos, y el Jefe decía “a ustedes les hicieron creer que tenían derecho a morder la manzana”. Y algún gorila, que quedaba en el paraíso, les gritaba “vaya a ganarse el pan con el sudor de su frente, manzanaplaneros”
“Te juro que me encanta tu libertad, que no soy celoso/a ni posesivo/a, que nunca te voy a preguntar que hiciste, ni donde fuiste, ni con quien”. Después cumple su promesa, no te lo pregunta, ya que su celular con los avances tecnológicos le indica todo, te re deschava. Y entonces, mirando su propio teléfono, “a qué hora te conectaste, con quien hablaste y durante cuanto tiempo, dónde estabas, si hiciste pipi o popó, si hablaste mucho tiempo con la misma persona. si lo/a querés mucho, poquito o nada”
“Te aseguro que vos sos todo para mi”. Después resulta que es cierto, que cada vez que necesita algo, o a alguien, o plata, o que alguien le rasque ese lugar inaccesible de la espalda, o algún/a culpable de todos sus males, o a alguien con quien compara (desfavorablemente) frente a sus ex, que quizás hayan crecido en su estima a partir de su ausencia, ahí está usted, firme junto al pueblo.
Pero las promesas, por lo menos, eran de un bienestar. Podían ser exageradas, inverosímiles, posverdaderas o directamente mentirosas, pero generaban un poquito de ilusión.
Ahora en cambio, cuando prometen que “los jubilados van a perder plata pero no poder adquisitivo”, uno se pregunta ¿Que quieren decir, que la plata no va a tener poder adquisitivo? ¿Que no va a haber nada para adquirir?
Miren como será de rara la cosa, que la mismísima Susana se les está volviendo opositora (en su particular estilo), a la vez que unos cuantos legisladores que fueron votados desde la oposición, ya no saben que más hacer para complacer al gobierno ¿Tendrán miedo de que los expulsen del paraíso?
Bueno, se cumplen mañana dos años desde que asumió este gobierno. Seguramente los altos mandatarios lo festejaran juntos a sus familiares, amigos, y funcionarios. ¡Uy lector, discúlpeme la redundancia!
Vivimos tiempos extraños, y cuando esto pasa, uno se pregunta ¿Y ahora quien podrá ayudarnos? Como estamos en Argentina, no contamos con el Chapulín ni con el Chavo. Superman debe estar muy ocupado posando su vista de rayos X en Corea del Norte. Patoruzú, por otra parte, custodia la Patagonia, no sea cosa que los mapuches con sus lanzas, logren desplazarse del lugar de “malos de la película” y haya que contrata a otros guionistas,. Y a otros actores, que quizás quieran cobrar.
Quizas el tango sea el mejor interlocutor de lo que estamos viviendo. Además el lunes, es su día. Por eso mismo, ¿qué mejor que terminar esta nota con el monólogo tanguero del que lo votó en 2015 y ahora se lamenta taaanto? (Ningún tango fue maltratado, ni sincerado ni reprimido durante la realización de este monólogo)
Ahí va, lector
“Rechiflado en mi tristeza hoy te evoco. Recuerdo tu desdén Cruel en el cartel, la propaganda manda, y en el fetiche de un afiche de papel se vende la ilusión, se rifa el corazón. Yo lo vi que se venía en falsa escuadra, se ladeaba, se ladeaba, bien metido en el fangal. ¡mentira, mentira, yo quise decirle!Pero alguien tiró la banana, y yo sin querer la agarré.¡ que vachaché!: Locuras juveniles, la falta de consejos
Me han contado y perdoname que te increpe de este modo, que sos todo un bacán, la vida y te rie y canta, los morlacos del otario los tiras a la marchanta. Que tenes el mate lleno de infelices ilusiones, que sos como el gato maula, con el mísero ratón. Tal vez te provoque risa verme tirado a tus pies
Yo arrastro los tamangos buscando ese mango que me haga morfar, ¡qué ganas de llorar en estar tarde gris! Si habrá crisis bronca y hambre, que el que compra 10 de fiambre hoy se morfa hasta el piolín ¡Todo es mentira, mentira es su lamento!
Acuden a mi mente recuerdos de otros tiempos, los más bellos momentos, que antaño disfruté. Ahora, cuesta bajo en la rodada sueño con el pasado que añoro. Ya ves, Volví a la mugre de vivir tirao… si la menos me engrupiera de que me he salvao
Por ser bueno me pusiste a la miseria, me dejaste en la palmera me afanaste hasta el color. En seis meses me fundiste el mercadito, la casilla de la feria, la ganchera el mostrador… ¡Chorro, me afanaste hasta el amor,
¡Lo que mas bronca me da, es haber sido tan gil!
Hasta la semana que viene, lector.