El gobierno de Donald Trump, a través del Secretario de Estado, Marco Rubio, sancionó a Cristina Fernández de Kirchner, sus hijos, y al exministro Julio De Vido con el argumento de que están “involucrados en significativos casos de corrupción durante su gestión en el estado”. La sanción consiste, por un lado, en que no podrán ingresar a los Estados Unidos y, por el otro, en una especie de acto de propaganda contra la expresidenta. Una sanción similar le aplicaron al fallecido canciller Héctor Timerman, lo que constituyó una virtual condena a muerte, porque le demoraron a Timerman el tratamiento que estaba siguiendo en ese país contra el cáncer. Otro emblemático perseguido fue Diego Armando Maradona, a quién no se le permitió entrar a Estados Unidos y hasta al premio Nobel de Literatura, Gabriel García Marquez le vedaron el ingreso por razones políticas. En su durísima respuesta, Cristina le recordó a Trump, y también a Javier Milei, a quien acusó de estar atrás de la movida, que Estados Unidos nunca sancionó ni a Jorge Rafael Videla ni a Eduardo Emilio Massera condenados por crímenes de lesa humanidad, asesinatos y hasta robos de bebés. De hecho, algunos de los represores se escondieron en el país del norte. El verdadero sentido de la resolución de Trump-Rubio es salir al rescate de Milei en el momento en que está acorralado por su compromiso con la criptoestafa --un caso clarísimo de corrupción--; hace agua con una brutal pérdida de reservas y aparecen en todo el mundo las fotos e imágenes de los golpes a los jubilados. Por supuesto, el presidente tuiteó eufórico.
Durante su larga participación en cargos parlamentarios, Marco Rubio siempre fue un referente de la ultraderecha republicana y un enemigo de todos los gobiernos progresistas de América Latina. De manera que, ya en su nuevo puesto como titular de las relaciones exteriores de Estados Unidos, coronó lo que venía proponiendo.
La sanción es esencialmente política y Washington nunca la emprendió contra sus aliados privilegiados, por ejemplo, los militares argentinos, Mauricio Macri, la familia Bolsonaro, la monarquía de Arabia Saudita o el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, imputado por fraude, soborno y abuso de confianza. De hecho, Eduardo Bolsonaro está viviendo en Estados Unidos mientras la justicia de Brasil lo acusa por la toma de los palacios de Gobierno en Brasilia. En realidad, lo lógico es que cada país juzgue y se respete su soberanía, pero Washington ni siquiera admite las resoluciones de la Corte Penal de La Haya.
Vialidad para tapar la criptoestafa
En su respuesta, Cristina menciona irónicamente el vínculo de Trump con Milei, y señala: “¿será que me sancionan por una criptoestafa? Porque la verdad, no hice ninguna estafa en Estados Unidos ni en ningún otro lado. Y mi hija, menos”. La referencia obvia es que quien cometió la criptoestafa fue Milei y no hubo sanción alguna porque, obviamente, se trata de un aliado de la ultraderecha norteamericana y un neoamigo del presidente Donald Trump.
La excusa que utilizan Rubio-Trump para la sanción es la condena de Cristina en la causa conocida con el nombre Vialidad. El expediente deberá ser abordado por la Corte Suprema y el fallo a seis años de prisión no está firme. Esa causa --seguida por este cronista a lo largo de todo el juicio-- derivó en una condena política ya que no hubo un solo testigo ni un documento que mencionara a Cristina en relación con las obras viales de Santa Cruz. Hasta el exprocurador del Tesoro de Milei, Rodolfo Barra --con convicciones muy lejanas al kirchnerismo--, dictaminó que CFK no tenía potestad alguna respecto de esas obras.
Tampoco se le encontraron a Cristina ni cuentas ni sociedades ocultas, ni en la Argentina ni en el exterior, pese a que en la búsqueda hasta participaron los fondos buitres, que pusieron a especialistas a analizar sociedades de Panamá, Suiza y del propio paraíso fiscal que hay dentro de Estados Unidos, el estado de Delaware. Respecto de De Vido, supuestamente utilizan como excusa la condena en la causa por la tragedia de Once. El exministro fue absuelto de la principal acusación, estrago, lo que significa que no tuvo relación con las muertes, pero se lo condenó --está en revisión el monto de la pena-- por "administración fraudulenta".
De Cristina Kirchner a Trump
En la respuesta de CFK hay brutales ironías referidas a Trump. Por ejemplo, dice “¿mi hijo habrá abusado sexualmente de alguna periodista o escritora en la tienda más cara de Nueva York? ¿O habrá sobornado a alguna prostituta norteamericana para que no diera a conocer que había contratado sus servicios porque lo perjudicaría en su campaña? Tampoco... Ninguna de las dos”.
El párrafo se vincula con la condena, en sede civil, de Trump por haber abusado sexualmente de la escritora Jean Carroll. Trump fue condenado a pagarle cinco millones de dólares a Carroll. El ahora mandatario hizo comentarios despectivos respecto a la condena y se le impuso por ello un nuevo pago: 83.3 millones de dólares. El otro caso mencionado por Cristina es el de Stormy Daniels. La actriz porno fue sobornada por Trump para que no revelara que mantuvieron una relación (fueron 130.000 dólares) y luego falseó documentos contables. Un jurado de Nueva York dictaminó su culpabilidad, pero todavía no se fijó la pena. Por supuesto, el sentido del texto de Cristina es que la sanciona a ella un gobierno encabezado por una persona con condenas gravísimas.
El ataque a la familia
Que la resolución abarque a Máximo y a Florencia Kirchner es curioso y hasta sórdido. El diputado no tuvo relación alguna con la causa Vialidad y sólo está imputado en el juicio por los alquileres de la familia, la causa conocida como Hotesur-Los Sauces. Ese juicio ni siquiera se inició. Y respecto de Florencia la situación es aún más grotesca porque la hija de Néstor y Cristina hasta fue sobreseída en ese expediente, el único en el que llegó a figurar, pese a que evidentemente era menor de edad cuando se fundaron las sociedades. Su imputación sólo se puede explicar por la instrucción del fallecido juez Claudio Bonadio y las increíbles maniobras del aparato macrista de Comodoro Py.
El resto de la respuesta de CFK está orientada al insólito préstamo que le dio el Fondo Monetario a Macri, amigo de Trump, y los 20.000 millones que, aparentemente, le darían a Milei el mes próximo. Al final, la expresidenta señala “che Milei, a vos solito no te da la nafta. Por eso salís a pedir la ayuda del FMI y de Trump”. El cierre del texto es una convocatoria a la marcha del lunes, aniversario del golpe de 1976, recordando que ni Videla ni Massera fueron sancionados por Washington: “a ellos nunca les prohibieron ingresar a EE.UU”.
La resolución de Rubio-Trump tiene el evidente objetivo de tirarle un salvavidas a Milei en momentos en que hace agua. En especial, porque aparece nítidamente involucrado en la criptoestafa, en la que -según los damnificados norteamericanos en las causas que ya se ventilan en ese país- alguien se quedó con unos 107 millones de dólares (otros cálculos lo estiran a casi 300 millones). Todos los protagonistas estuvieron en la Casa Rosada reunidos con Karina Milei y el propio presidente, que le dio el gran impulso a la criptomoneda $LIBRA con su ya legendario tuit.