A dos días de un nuevo aniversario del golpe militar de 1976, habló Paula Inama, la nieta recuperada 139, que se refirió a su historia. Paula es la última persona a la fecha a la que se restituyó identidad. Su caso se conoció en enero de este año.

Paula nació entre enero y febrero de 1978. Sus padres, Noemí Beatriz Macedo y Daniel Alfredo Inama, fueron secuestrados el 2 de noviembre de 1977. La web de Abuelas de Plaza de Mayo relata que "no está claro si ella fue secuestrada en la ciudad de La Plata o en el mismo operativo que él, en la ciudad de Buenos Aires, en Barrio Norte. La joven estaba embarazada de seis o siete meses. Los dos fueron vistos por sobrevivientes en el centro clandestino Club Atlético". La búsqueda la encaró Bernarda Báez, la abuela materna.

Su testimonio fue por radio, vía telefónica, mientras su hermano Ramón estaba en piso. "Todavía estoy parada en un lugar, no de espectadora, pero casi. No tenía idea de esto. Cuando me informan de la Conadi (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad) en octubre sobre información confidencial, mi vida dio un vuelco total".

Aseguró que le genera "mucha emoción" la búsqueda de tantos años. Apenas recuperó su identidad comenzó a tener vínculo con su hermano. "Ramón es muy cariñoso conmigo, muy respetuoso y empezamos el vínculo por WA", que se extiende a otra hermana, también llamada Paula. Los tres son hijos del mismo padre. "Respetan mis tiempos y eso lo valoro", agregó.

La nieta 139 tiene dos hijos, de 18 y 8 años. "Tenía una sobrina y ahora tengo un montón y me llena de alegría. Tengo que reacomodar mi vida, que cambió para bien", siguió por Radio Con Vos. Se encontró con su familia biológica en el fin de semana largo del feriado de carnaval, tras un primer contacto telefónico que ella pidió.

"Soy la otra Paula", le dijo a Ramón en el primer llamado. "Es como empezar de cero, pasamos de una cosa a otra, yo quería saber de él", relató. En el primer encuentro ella fue a la casa de su hermana acompañada por unas amigas y tomó mate. "Me sentí re cómoda, muy loco todo, porque no los conocía". Ella misma, en su momento, había ido a dar su muestra de ADN.

La palabra de su hermano

"Estoy contento de que la marcha del 24 sea unificada, quiero creer en el contagio por el reencuentro con mi hermana", contó Ramón en la misma entrevista. "La buscamos más de 30 años. Yo había dado sangre en el '91 para el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). No existía H.I.J.O.S. y no tenía militancia, Abuelas te avisaba por carta", recordó. Tenía seis años cuando sus padres fueron secuestrados.

"A mediados de los noventa me sumé a H.I.J.O.S. en La Plata y más tarde en la Comisión de Hermanos. Y tomamos un montón de casos", contó. Afirmó que tras el reencuentro "Abuelas le va a entregar el archivo biográfico a Paula" para que pueda acercarse a la historia de su familia. 

Ramón dijo que en los años de búsqueda de nietos, y de su hermana en particular, "hacíamos peñas para juntar plata, conocíamos gente con mucha empatía" y que  desconocía el sexo del bebé nacido en cautiverio. "Yo no sabía si era hermano o hermana hasta que se supo su identidad."

También precisó que "mis padres fueron llevados a Club Atlético y mientras investigábamos aparecieron dos nietos nacidos allí y alguno pudo haber sido Paula. No fue, pero igual fue un motivo de alegría. Cuando pensaba que no se podía, vinieron las Abuelas a avisarme". Y recordó que, como poeta escribió Carta abierta a un hermano o hermana, mucho antes del reencuentro. 

Inama también reivindicó el trabajo de Abuelas, al que definió como "artesanal", al Banco y a la Conadi, "que ahora se se está desarmando" y que trabaja "con compromiso y con militancia".

Sobre el reencuentro, afirmó que es algo que lo moviliza. "Significa un montón, tengo en mi espalda la figura de mi viejo y reivindicar su memoria. Que aparezca Paula representa eso, cuando apareció Paula me desvelé pensando en mis viejos"