Líderes de la política internacional y partidos políticos extranjeros manifestaron su preocupación por las “graves amenazas al Estado de Derecho en Argentina”, a raíz de las medidas que dictó el juez Claudio Bonadio contra la ex presidenta Cristina Fernández y otros dirigentes de la oposición por la firma del Memorándum con Irán. El ex presidente ecuatoriano Rafael Correa y el Partido de los Trabajadores de Brasil alertaron que este es otro capítulo más de la “judicialización de la política”, al enmarcar la situación local en relación a otros casos regionales, como la destitución de la presidenta brasileña Dilma Rousseff y las causas abiertas contra el líder de su partido y ex presidente Lula Da Silva.
Desde el PT advirtieron que la estrategia llevada adelante por Bonadio “provoca la corrosión del Estado de Derecho y la violación de los principios fundamentales de la democracia y de la soberanía nacional”. “Lo que se ve en curso en Argentina es la misma estrategia usada por la derecha en otros países de América Latina”, advirtió la bancada del PT en un comunicado en el que expresó su solidaridad con la actual senadora argentina. Aseguraron que el objetivo final es “asesinar reputaciones para alejar de la disputa presidencial de 2019 los principales nombres de la oposición y las fuerzas de izquierda y progresistas en general” de la región.
“Es parte de ese contexto autoritario el activismo judicial de algunos magistrados que, a ejemplo de lo que ocurre en Brasil, utilizan sin justificación consistente el recurso de las prisiones preventivas y promueven espectáculos mediáticos para interdictar la acción política de la oposición”, resaltaron sobre la prisión preventiva y el pedido de desafuero de la senadora por Unidad Ciudadana en el marco de la causa por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA que investiga el pacto de entendimiento con Irán, aprobado por las dos cámaras del Congreso.
En el comunicado los legisladores del PT no dudaron en calificar la actuación del magistrado como una “persecución”, en línea con las críticas de la mayoría del arco opositor local. “Nos causa espanto el modo autoritario con que el presidente Mauricio Macri y su grupo político tratan a la oposición política, el Ministerio Público, la prensa y los movimientos sociales y sindicales”, agregaron en el escrito que lleva la firma de Carlos Zarattini, el líder del partido de la Cámara de Diputados.
En esa misma línea se expresó Correa, pero a través de la red social Twitter. El ex presidente ecuatoriano resaltó que es “el mismo libreto en todos lados: Dilma, Lula, Jorge Glas, Cristina”, al comparar los procesos judiciales que están afrontando estos ex funcionarios. Dilma fue quien sufrió el golpe de Estado institucional en agosto de 2016, apenas unos meses después de haber asumido por segunda vez la presidencia de Brasil. Lula, por su parte, está siendo juzgado en cuatro causas aunque sin sentencia aún. Mientras tanto, Glas, vicepresidente de Ecuador, está atravesando un proceso judicial por considerarlo sospechoso de asociación ilícita en el caso de los sobornos pagados por la constructora Odebrecht. La ex presidenta argentina está siendo juzgada por un acuerdo convalidado por dos instancias en el Congreso, que nunca se llegó a rubricar por decisión de Irán, por lo cual los juristas advierten que no existe delito.
“Y los traidores no pierden la ‘esperanza’ de que pronto sea yo”, agregó Correa sobre la posibilidad de que él corra la misma suerte. “El verdadero ‘delito’: haber dado justicia y dignidad”, concluyó.