Memoria, arte y tecnologías inmersivas. Bajo esos tres pilares se sostiene un proyecto colaborativo entre el Museo de la Memoria, la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la organización Amigos del Bosque, para recuperar las historias de los rosarinos y rosarinas desaparecidos y asesinados por la dictadura militar. En una primera instancia que se inaugurará este lunes, la iniciativa propone intervenir y poner en valor el Bosque de la Memoria con la instalación de bancos y carteles informativos, mientras que la segunda parte del proyecto ofrecerá una experiencia inmersiva con el acceso a videos 360º vinculados a la memoria de la ciudad. Pero la particularidad del proyecto es que traspasará fronteras y tendrá su réplica en la ciudad de San Juan y la localidad de Nantes, en Francia. “Se trata de revalorizar la lucha de las generaciones precedentes y plantear el espacio público como un territorio de encuentro”, coincidieron Andrea Mansilla y Marilé Di Filippo, docentes universitarias que forman parte del proyecto. “Es una experiencia que nos permite dar esa batalla cultural por la memoria ante un gobierno nacional que reivindica la dictadura y que está desarmando todos los sitios de memoria que dependen de Nación”, evaluó Lucas Massuco, director del Museo de la Memoria de Rosario.
El proyecto se denomina “Pedagogías de la memoria. Poéticas y estéticas inmersivas desde la perspectiva de los Derechos Humanos” y forma parte de la tercera convocatoria Innovart, del Ministerio de Educación de la Nación y el Institut Francais d’Argentine. Además de la UNR, la iniciativa congrega a la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) y a la Escuela de Diseño de Nantes, con el objetivo de intervenir espacios a través de experiencias transmedias que aborden la memoria y promuevan su recuperación a partir del cruce entre arte y tecnología. Las dos universidades argentinas acordaron abordar las historias de personas desaparecidas en la dictadura que hoy son conmemorados en los Bosques de la Memoria situados en ambas ciudades, mientras que desde Nantes trabajarán los casos de mujeres conmemoradas por el movimiento Les colleuses.
En Rosario, la propuesta contempla una transformación del Bosque de la Memoria con la instalación de bancos de hormigón que, además de sumarse como mobiliario urbano, son piezas de homenaje dentro de una obra colectiva. Se colocarán en zigzag y tendrán imágenes bajorrelieve, grabadas sobre la superficie del asiento. Los bancos fueron diseñados y producidos por el artista rosarino Fabricio Caiazza, y construidos en la Bloquera Municipal. La iniciativa se puso en marcha en 2023 y finalmente este lunes 24 de marzo quedará inaugurada su primera etapa, durante la tradicional ceremonia de plantación de árboles en el lugar.
“La intervención se propone incidir en la propia espacialidad del bosque a través de artefactos de memoria que potencien su capacidad de convocar y alojar a ciudadanos de a pie. Colocamos los bancos en zigzag como una invitación al reposo y al descanso. A contemplar y a dejarse habitar por imágenes, afectos, presencias, ausencias, por los árboles”, evaluó Mansilla a Rosario/12. La docente e investigadora rosarina además señaló que el diseño sobre los bancos “evoca una genealogía muy valiosa para el movimiento de Derechos Humanos argentino”.
La mención refiere a la trama de siluetas grabadas en bajorrelieve que remiten al famoso “Siluetazo”, la acción promovida en 1983 por los artistas Rodolfo Aguerreberry, Guillermo Kexel y Julio Flores en conjunto con Madres de Plaza de Mayo, que buscaba visibilizar a los desaparecidos pegando siluetas humanas en las calles. “En aquella ocasión, esos contornos humanos convocaron, en una innovadora acción de denuncia, a ofrendar el propio cuerpo para contornear la figura de un desaparecido o desaparecida y fisurar así el orden de lo posible, invocando a que esos cuerpos juntos re-ocupen el espacio social, dimensionando así el lugar físico y simbólico de su ausencia”, recordó Di Filippo a este medio.
La intervención continuará en una segunda etapa con la instalación de carteles informativos recuperando la historia del lugar, que se complementarán con códigos QR con acceso a videos 360º, audios y diversas producciones temáticas. La experiencia inmersiva conectará al Bosque de la Memoria con las muestras del Museo de la Memoria de la ciudad, pero también con el Bosque de la memoria de San Juan. También desde la Escuela de Diseño de Nantes se podrá vivenciar la experiencia de los Bosques de la Memoria argentinos. La puesta en marcha de estas producciones se prevé para los próximos meses.
Desde la UNR remarcaron la importancia de generar este tipo de articulaciones “en un momento difícil para la producción de experiencias colectivas” vinculadas a este tipo de temáticas. “Se trata de revalorizar la lucha de las generaciones precedentes y plantear el espacio público como un territorio de encuentro. De producción de experiencias que puedan conmovernos”, sostuvo Mansilla. “Es resignificar la idea de la detención. Al fin y al cabo, aprender a detenerse puede ser también una de las claves de una temporalidad posible, otra, para transitar la época”, agregó Di Filippo.
Uno de los rasgos que caracterizan la propuesta es la multiplicidad de actores que forman parte y su impronta colaborativa. En ese marco, se destaca la participación de la organización Amigos del Bosque, un grupo de personas que viene trabajando en la recuperación de ese espacio de memoria. Parte de la propuesta surge a partir de la idea de la organización por poner en valor ese sitio de la ciudad.
“Son un grupo de sobrevivientes y familiares de desaparecidos que promueven acciones de cuidado sobre el lugar”, explicó Massuco a Rosario/12. “Han impulsado la plantación de árboles nativos y la idea de hacer un mobiliario urbano surge de ellos. La UNR lo desarrolló y este fin de semana se va a estar concretando como un primer hito de este proyecto, que además vamos a estar presentando por primera vez a la sociedad”, añadió.
En ese marco, el director del Museo de la Memoria consideró que el proyecto marca una forma alternativa para el uso de las tecnologías. “Muchas veces se habla del impacto negativo del avance tecnológico. Acá tenemos un uso virtuoso y creador de memoria, que nos permite conectarnos y conocer con otras realidades, con las experiencias de otras ciudades”, sostuvo.
Por último, Massuco destacó la importancia de la iniciativa en este contexto puntual. “Es una experiencia que nos permite dar esa batalla cultural por la memoria ante un gobierno nacional que reivindica la dictadura y que está desarmando todos los sitios de memoria que dependen de Nación”, expresó y agregó: “En todo el país los sitios de memoria se están preguntando cómo hacemos para no caer. En Rosario nos estamos preguntando cómo hacer para seguir creciendo. Este tipo de proyectos colaborativos es una prueba de eso”.
El Bosque de la Memoria se encuentra en el Parque Scalabrini Ortiz (Central Argentino 501). Se inició en 1999 como una forma de homenajear a las personas desparecidas y asesinadas durante la última dictadura militar. Desde 2003, todos los 24 de marzo se realiza la ceremonia de plantación de árboles, encabezada por el Museo de la Memoria y la Dirección de Parques y Paseos de la Municipalidad, en conjunto con diversas organizaciones de derechos humanos. En la actualidad, unos 500 árboles nativos forman parte del sitio de memoria, que ahora se busca revitalizar.