El fallecimiento de George Foreman, ex campeón olímpico y profesional de los pesos pesados, difundido por su familia en la medianoche del sábado, retrotrae a una época de grandes nombres y grandes peleas que acaso ya no volverán a darse. Nacido en 1949 en Marshall (Texas), Foreman ganó la medalla dorada de la máxima categoría en los Juegos de México en 1968 y se alzó con el título rentado al noquear dos asaltos a Joe Frazier en febrero de 1973, luego de infligirle seis caídas en dos asaltos en Kingston (Jamaica). El 30 de octubre de 1974, Muhammad Alí lo venció en ocho rounds en Kinshasa (Zaire) y le birló la corona en una de los combates más legendarios de todos los tiempos.

Pero "Big George" no se dio por vencido. Se retiró en 1976 tras perder por puntos con Jummy Young en San Juan de Puerto Rico, Y dedicó hasta el último de los centavos que había guardado a sacar chicos de la calle y a entrenarlos en su gimnasio. Cuando se quedó sin nada en los bolsillos resolvió el retorno, con la idea de volver a ser, si era posible, campeón del mundo. Lo consiguió en 1994 al batir por fuera de combate en diez vueltas a Michael Moorer en Atlantic City, luego de haber resignado dos oportunidades ante Evander Holyfield en 1991 y Tommy Morrison en 1994. A sus 45 años, fue el campeón de los pesados mas veterano de todos los tiempos.

Pegador anestesiante, se retiró del boxeo con un record de 76 victorias (68 por fuera de combate) y apenas cinco derrotas. Y con tres victorias ante dos peleadores argentinos: a Gregorio Peralta lo batió por puntos en 1970 en el Madison de Nueva Yotk y por nocaut técnico en diez vueltas en 1971 en Oakland. Y a Miguel Angel Paez lo noqueó en dos asaltos tambien en Oakland en 1972.

Su fortuna de más de trescientos millones de dólares curiosamente no la acumuló sobre los cuadriláteros. Su carisma personal, su bonhomía y su imagen familiera y simpática le permitieron en los años noventa vender con su nombre millones de parrillas eléctricas diseñadas para cocinar sin grasa, Según la revista Forbes, Foreman cobró una cantidad cercana a los 138 millones de dólares solo por la cesión de su nombre a la marca. 

"Predicador, devoto, esposo, padre amoroso y bisabuelo orgulloso, vivió una vida marcada por una fe inquebrantable, humildad y propósito", lo definió su familia al anunciar su paso a la inmortalidad. Foreman se casó cinco veces y tuvo doce hijos. Rehizo su vida a tiempo y dejó un legado de valor que ni siquiera la muerte podrá borrar.