Leandro Santoro, candidato de “Es ahora Buenos Aires”, lidera la intención de voto para las elecciones de legisladores porteños, el próximo 18 de mayo. En el segundo lugar se ubica el casi seguro candidato del PRO, el ministro de Salud, Fernán Quirós. La diferencia supera los 10 puntos, 32,1 por ciento de Santoro contra 21.4 por ciento de Quirós. En el tercer lugar se ubica Manuel Adorni y cuartos, Ramiro Marra y Horacio Rodríguez Larreta. Los comicios en un distrito tan importante como CABA siempre tienen repercusión nacional, pero en este caso la importancia es mayor porque la capital es el distrito originario del PRO, pero también porque es el primer gran desafío electoral de La Libertad Avanza (LLA) y de Javier Milei.
Las conclusiones surgen de la encuesta, especial para Página/12, realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera Roberto Bacman, y que se concretó después del cierre de alianzas en el distrito porteño. En total se entrevistaron 800 ciudadanos que votan en CABA, a partir de una muestra realizada en usuarios de los sitios más populares de internet. En el sondeo se respetaron las proporciones por edad, sexo y nivel económico social.
Siempre es un plebiscito
“Toda elección legislativa es un plebiscito -señala Bacman-. En este caso, doble. Se plebiscita la gestión de Jorge Macri y el PRO en la administración de CABA y, en segundo lugar, se ponen en juego las ideas de Milei. O sea, habrá un efecto simbólico, más allá del efecto concreto que tiene obtener algún legislador más o menos en la Legislatura porteña y es posible que el resultado dé una dimensión de las ganancias que puede tener la LLA en la composición minoritaria que hoy tiene en el Congreso Nacional”. Como se sabe, la especulación en las elecciones de medio término es que LLA va a lograr cargos adicionales, porque se renuevan cargos de 2021 cuando, por ejemplo, los libertarios consiguieron apenas dos diputados.
Todo indica que, más allá de los cargos, el resultado marcará una temperatura de la relación entre la gente y los gobiernos de Macri y Milei, con fuerte influencia de la situación económica para ese entonces. Como se sabe, el presidente espera mantener el valor del dólar sin sobresaltos, aunque en base a una inyección de dólares provenientes del FMI. Hoy por hoy, si se votara este domingo, la Casa Rosada está en un mal momento: cripto-estafa, cierta corrida cambiaria, represión a los jubilados.
Santoro, el candidato opositor
Para el titular del CEOP, “una característica central de esta elección es que ya no existe en CABA un espacio de derecha con una narrativa única. El PRO y LLA van cada uno por su lado. El principal efecto de esa dispersión es que habrá campañas diferentes y enfrentadas. Eso le da la oportunidad a Santoro, que se ubica como un candidato que tiene un posicionamiento nítido, opositor. Es la contra narrativa, tanto al gobierno nacional como de la Ciudad. Siete de cada diez de sus votantes dicen que son opositores, duros y puros. Pero también incluye a votantes de otras características, con un componente anti-Milei, pero desde el lado independiente, desde el lado del descontento y otras variantes a las que el peronismo no llegaba a seducir. De hecho, Santoro es de origen radical. Si la tendencia se mantiene, Santoro puede superar el techo que viene teniendo tradicionalmente el peronismo o las fuerzas no-PRO en el distrito porteño.
¿Y qué sucede con Milei?
Se supone que el presidente siempre ronda una aprobación del 40 por ciento de la población, pero ocurre que su principal candidato, el vocero presidente Manuel Adorni, queda lejísimo de semejante porcentaje: 13 por ciento. Incluso sumándole a Ramiro Marra (un libertario de la primera hora, pero expulsado del partido), la corriente libertaria no redondea el 20 por ciento.
“Existe un principio en el terreno de la sociología empírica -explica Bacman-: imagen positiva de un dirigente político no es sinónimo de intención de voto. Un votante puede llegar a tener opinión positiva de más de un político, pero a la hora de votar tiene que elegir uno. Y eso es más claro todavía cuando se ve lo que ocurre con la dispersión del voto de derecha y centroderecha en CABA”.
En otras palabras, en los que dicen que van a votar a Quirós, hay gente que opina bien de Milei, pero eligen a Quirós, el muy posible candidato del PRO. Según dicen en el macrismo, que ha evaluado tanto a Quirós como a Waldo Wolff, el ministro de Salud tiene mayor intención de voto, recordado por la buena gestión en la pandemia del Covid. Wolff tiene mayores dificultades porque recientemente fue desplazado del cargo de ministro de Seguridad y arrastra las críticas por las fugas de las comisarías. La definición sobre quién encabezará la lista no está tomada, pero la balanza parece inclinarse por Quirós. Hay una tercera candidata de la que se habla, María Eugenia Vidal, pero parece que ella misma no está decidida. En general, quienes respaldan al PRO son votantes de clase media que sufren la gestión Milei (aumentos descomunales en servicios, prepaga, colegios) y que, además, ven las desmesuras y desequilibrios del mandatario. El PRO parece asemejarse más a un partido de derecha tradicional, semejante al PP de España.
En ese panorama, todavía habrá que ver cómo evoluciona también la candidatura de Rodríguez Larreta, que parte de un piso bajo, pero puede crecer.
¿Puede haber polarización?
“Nuestra encuesta deja en claro que hay un escenario inédito en CABA -redondea Bacman-. Es la ciudad donde nació el PRO y se incorporó como un verdadero protagonista de la política argentina. Gobierna la ciudad desde hace 20 años y logró nacionalizar el partido, con lo que logró hasta la presidencia. O sea, tiene una base sólida y no va a bajar de ahí. Eso me hace suponer que es muy difícil que estas elecciones puedan polarizarse. Es cierto que queda un camino por recorrer, pero los primeros datos son elocuentes. LLA ganó las presidenciales, avanzó en todo el país. Por lo tanto, también es difícil que baje de un piso. Eso significa segmentación, división, un escenario distinto al de los últimos 20 años: los opositores pueden aparecer dominando la situación, porque la derecha y la centro-derecha se presentan dispersos”.
El sondeo del CEOP presenta un punto de partida a dos meses. Falta incorporar una larga serie de ingredientes: los candidatos definitivos, si alguno pasa de una lista a otra, la situación económica, política y social. En la Provincia de Buenos Aires se da un interesante debate que, por supuesto, tiene influencia en CABA: Sergio Massa considera que hay que atrasar las elecciones todo lo posible, porque habrá un indefectible desgaste del gobierno. Otros referentes del peronismo sostienen lo contrario, que hay que hacerlas lo antes posible, para no darle tiempo al gobierno libertario a consolidar una estructura que es muy débil. Está claro que Jorge Macri y el PRO optaron por apurar el paso y evalúan que hacer las elecciones rápido tiene todas las ventajas, ante un gobierno que consideran caótico, que cambia de posturas casi todos los días y que, al menos por ahora, está en un mal momento.
Con las semanas se verá quién tiene razón, pero lo real, lo objetivo, es que a dos meses, Santoro arranca como favorito.