Referentes de comunidades indígenas de la Banda Sur del departamento Rivadavia aseguraron ayer que las familias de cinco comunidades de esa zona del sureste salteño permanecen aisladas desde hace unas dos semanas, cuando se produjo una segunda crecida del caudaloso río Bermejo, cuya naciente está en territorio boliviano. 

El maestro bilingüe Jacobo Argamonte, de la localidad de Santa Rosa, detalló que las comunidades La Esperanza, San Felipe, El Cocal, El Chañaral y Campo Pañuelo, todas del Pueblo Wichí, están rodeadas de las aguas del Bermejo, que una vez más desbordó debido a la creciente provocada por las lluvias en la alta cuenca. 

Argamonte dijo que también hay puestos criollos inundados, y aseguró que a esos lugares no llegó la ayuda estatal, por lo que con otros caciques de comunidades no inundadas porque se encuentran en terrenos más elevados, están llevando a cabo una colecta de alimentos para llevarlos ellos mismos a estas familias. 

El referente aseguró que la provincia no está mandando ayuda para esta zona, y lo contrastó con la presencia de organismos estatales en la ribera del río Pilcomayo, ubicado en el extremo noreste de la proivincia, donde también hubo desbordes y quedaron familias aisladas. 

La primera crecida de este año del Bermejo fue en febrero último y en ese momento la provincia distribuyó alimentos por vía aérea. Argamonte aseguró que eso no ocurrió tras la segunda crecida, que fue todavía más grande y aisló a cinco comunidades. 

También la municipalidada de Rivadavia Banda Sur, municipio en cuya jurisdicción están comprendidos estos parajes, informó que envió ayuda a zonas inundadas. 

El municipio precisó que el 19 de marzo asistieron "a las familias de los parajes Tres Horcones, San Luis y parajes aledaños, que estan a una distancia de mas de 40 kilómetros del casco urbano". "La situacion es muy critica en el Chaco salteño debido a las crecidas de los ríos Bermejo y Teuco a medida que van pasando los diías más familias se encuentran aisladas ante la furia de la naturaleza", aseguró la intendencia.

El cacique Demetrio Campo, cuya comunidad se encuentra en el casco urbano de Rivadavia Banda Sur, coincidió con Argamonte en que las personas aisladas "están sin asistencia". "Esta es la segunda crecida del río Bermejo y estoy viendo muy poco movimiento. La gente está aislada, en zonas muy inundadas", dijo a Salta/12. Después de enumerar las cinco comunidades aisladas recordó que están haciendo una colecta para "brindarles una asistencia" a las familias sitiadas por el agua. 

La llegada del agua a la escuela de El Cocal, el 18 de marzo


También Dalmiro Acosta, referente de la Comunidad San Felipe, aseguró que no tuvieron asistencia: “Hasta ahora nadie del gobierno municipal se acercó a la zona para ver lo que está pasando”, aseguró. 

Por otro lado, Argamonte contó que si bien el Bermejo está en bajante, temen una nueva crecida porque saben que se anuncian tormentas para la cuenca alta, además de que el mal tiempo, con lluvias y lloviznas, persiste en el sureste salteño. 

Vigilancia de enfermedades en el Pilcomayo

Mientras tanto, en el noreste provincial, el Pilcomayo sigue en bajante y a medida que las aguas se retiran, se organiza el regreso de los evacuados, aunque se anuncian lluvias para la noche de hoy en Santa Victoria Este. 

En este marco, en que las aguas bajan pero dejan otros problemas, como la contaminación del agua para consumo y el aumento del riesgo de contraer enfermedades, el Ministerio de Salud Pública de la provincia dispuso que equipos médicos trabaujen en territorio para reforzar el control de patologías como leptospirosis, dengue y hepatitis A. Y también tratar de prevenir, o curar, picaduras de víboras, alacranes y arañas.


Salud Pública precisó que "uno de los principales focos de vigilancia es la hepatitis A, por el brote declarado en Embarcación y Santa Victoria Este, con 8 casos positivos".

El director general de Coordinación Epidemiológica, Francisco García, dijo que es fundamental reforzar la vigilancia de enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea y la leptospirosis, que pueden presentar brotes después de las inundaciones. “Estamos trabajando en la prevención e identificación de posibles casos, ya que el último brote de leptospirosis que hubo en la provincia fue en 2008, en Rivadavia Banda Sur, tras la crecida del río”, recordó.

La leptospirosis puede ser transmitida por animales como roedores, cabras, vacas, equinos, chanchos y perros infectados, que eliminan la bacteria a través de la orina y otros fluidos corporales, contaminando el agua y el barro. “En muchos casos, las personas andan descalzas y con una herida en la piel, lo que facilita el contagio de la enfermedad”, explicó García.

Agregó que “los síntomas son similares a los del dengue, por eso es crucial que los equipos de salud de todas las áreas operativas estén atentos, especialmente a los voluntarios que acudan a la zona y presenten fiebre después de diez días de exposición. Es necesario realizar la investigación epidemiológica correspondiente en estos casos".´

El Ministerio recomendó extremar los cuidados por la posible presencia de animales ponzoñosos, como víboras, alacranes y arañas, que podrían encontrarse en árboles, troncos y dentro de las viviendas.

Salud Pública detalló que distribuyó sueros antiofídicos, antialacrán y antiaraña a los hospitales de la zona.