El Gabinete de Seguridad del Consejo de Ministros de Israel aprobó la creación de una dirección encargada de gestionar la "migración voluntaria" de los residentes de la Franja de Gaza hacia otros países. Según informó el Ministerio de Defensa israelí, esta entidad supervisará la "transferencia voluntaria" de los habitantes del enclave "alineadas con la ley israelí", pero que ONGs denuncian como parte de la "limpieza étnica" del enclave.
Bajo la autoridad del ministro de Defensa, Israel Katz, la nueva dirección tendrá la tarea de "preparar y facilitar el tránsito seguro y controlado" de los gazatíes que deseen abandonar la Franja hacia "países terceros". Sin embargo, el comunicado oficial no especificó con qué países se cooperará en este proceso.
Las funciones del ente incluyen "asegurar su movimiento, establecer una ruta de tráfico y coordinar la infraestructura que permita el tránsito por tierra, mar y aire a los países de destino". Además, podrá colaborar con organizaciones internacionales para "asegurar una evacuación segura y supervisada".
A pesar de que Katz sostuvo que este nueva dirección está "sujeta al derecho israelí e internacional", la ONU reiteró que "toda deportación de población en territorio ocupado está prohibida". Con la reanudación de los bombardeos israelíes sobre Gaza, el Ejército ha vuelto a imponer desplazamientos forzados, en especial a quienes regresaron al norte del enclave tras la tregua del 19 de enero.
Dos caminos
La medida está alineada con la propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de trasladar a más de dos millones de palestinos fuera de Gaza para "hacer Gaza hermosa de nuevo" y convertirla en un destino turístico. "Estamos trabajando con todos los medios para implementar la visión del presidente estadounidense y permitiremos que cualquier residente de Gaza que quiera mudarse a un tercer país lo haga", afirmó Katz.
En febrero, Trump anunció su intención de "tomar el control" de la Franja para reconstruirla y convertirla en "la nueva Riviera de Oriente Medio". Su plan contempla la reubicación de la población en países como Egipto y Jordania, que rechazaron categóricamente la propuesta.
De hecho, en una reciente cumbre extraordinaria, la Liga Árabe aprobó un plan alternativo para reconstruir Gaza en cinco años, propuesto por Egipto, que no implica la expulsión de su población y requiere de unos 53.000 millones de dólares. Esta iniciativa, que ya ha sido respaldada por países como Alemania y el Reino Unido, fue descartada por la diplomacia estadounidense ya que "no satisface las expectativas" del plan de Trump.
Según la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, esta propuesta "no cumple los requisitos, la naturaleza" del acuerdo que busca la administración trumpista, aunque el enviado de Estados Unidos para Medio Oriente, Steve Witkoff, la había considerado como "un primer paso de buena fe".
Un giro a la derecha
El Ministerio de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina expresó su "extrema preocupación" por la creación de lo que considera una "administración militar" que, bajo la apariencia de "reubicación voluntaria", fomentaría el desplazamiento masivo de la población gazatí.
En un mensaje dirigido a la población de Gaza la semana pasada, el propio Katz afirmó que "la evacuación de la población comenzará pronto" e instó a los gazatíes a "expulsar a Hamás" o prepararse para "pagar el precio completo".
Por su parte, la ONG israelí La Paz Ahora condenó la iniciativa, denunciando que su verdadero propósito es "expulsar a los palestinos" de Gaza. "El gobierno israelí ha perdido toda orientación y lógica", afirmó la organización en un comunicado, alertando que esta medida equivale a reconocer que "se están cometiendo crímenes de guerra".
En las últimas semanas, el ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, había anticipado la creación de esta estructura administrativa "en coordinación con la administración estadounidense" y que el próximo paso sería "identificar al país receptor" de gazatíes.
Cuando fue presentada originalmente en noviembre de 2023, Smotrich fue de los pocos que recibió la medida como "la solución humanitaria correcta". Los impulsores de la idea fueron los entonces miembros de la Knesset (Parlamento israelí), Danny Danon, exembajador de Israel ante la ONU, y Ram Ben-Barak, antiguo subdirector del Mossad. Para el ministro de finanzas, la migración voluntaria "es la única solución para poner fin al sufrimiento de judíos y árabes por igual".
En su momento, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina calificó las declaraciones de Smotrich como parte de un "plan colonial y racista" para los palestinos, y sostuvo que la única solución viable es la mediación internacional para poner fin a la ocupación israelí. El secretario general de la Iniciativa Nacional Palestina, Mustafa Barghouti, había señalado en la red social X que Smotrich "ha revelado la verdadera política e intenciones del gobierno israelí": desplazar a los gazatíes de sus hogares.