“Estamos viviendo un presente tan violento que necesitamos a Lorca más que nunca”, dice Antonella Sturla, autora y directora –junto a Ana Scannapieco – de Danza de la vida breve, un espectáculo inspirado en la vida y la obra de Federico García Lorca que se presenta los viernes en los jardines del Museo de Arte Español Enrique Larreta, de Juramento al 2200. Estructurado en 10 escenas que los espectadores observan sentados en diversas áreas del jardín, el montaje no solamente se basa en la producción dramatúrgica de Lorca sino que también se refiere a su pensamiento político, a su ideario estético y hasta resume las circunstancias de su muerte “fusilado por socialista, masón y homosexual”, como se dijo entonces, en los primeros días del levantamiento franquista de 1936.
Entre otros títulos académicos, Sturla es Doctora en Estudios Culturales por la Universidad de Santiago de Compostela, donde dicta clases cada año. Pero también es una actriz formada por Raúl Serrano, entre otros maestros, motivo por el cual integra el elenco junto a la misma Scannapiecco, Flora Ferrari y Florencia Miller. Un violinista –Nicolás Fridman- brinda un marco musical a todo el recorrido. Explica Sturla en conversación con Página/12 que los fragmentos seleccionados de Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba “cuentan con un desarrollo mayor en cuanto al derrotero emocional de los personajes” en relación a otros momentos en los cuales se van sumando otros personajes que, como Doña Rosita, Yerma y Mariana Pineda comparten un mismo “micro universo” dentro del montaje.
La urgencia revolucionaria de la obra de Lorca está presente en los tramos del espectáculo dedicados a sus ideas sobre la función del teatro. Sturla considera a Lorca tan provocador y comprometido políticamente como Bertolt Brecht: “para ambos dramaturgos la revolución estaba allí, a la salida del teatro”. La obra de Federico, “potente e inabordable como totalidad”, continúa Sturla, “quedó inacabada por su muerte temprana. Y es por eso que se la puede relacionar con algo que está en una transformación incesante, como un jardín o como el encuentro siempre renovado entre un actor y un espectador”, sostiene la autora y actriz.
La idea de ubicar a esta obra en medio de un jardín surgió en uno de los viajes de Sturla a España, cuando asistió a un festival dedicado a Lorca en los jardines del Generalife, en Granada. Este hecho, unido a que Antonella pasó su infancia en los jardines del Larreta –su padre, Antonio, fue jardinero del museo durante más de 30 años –movilizó la escritura y dirección conjunta del espectáculo. “Creo que mi amor por el teatro comenzó allí”, afirma recordando las temporadas de obras al aire libre que vio en ese espacio, un jardín considerado único en Sudamérica. Ella cuenta que la esposa de Larreta, Josefina Anchorena, luego de un viaje a Andalucía quiso en su casa un jardín que reuniera las mismas características de esos espacios concebidos por los árabes, según describe la misma Antonella, para recrear el paraíso en la tierra, con sus laberintos, fuentes y palmeras, símbolo de la conexión con lo divino.
-¿Cómo pensaste en el armado de Danza de la vida breve?
- Quise hacer una obra tanto para el lector de Lorca, para que disfrute escuchando los textos que conoce, como para el que va a descubrirlo. Quería hacer un teatro popular, coherente con Lorca: cuando se puso al frente de La Barraca para recorrer los pueblos de España Federico decía “Quiero hacer teatro para el que ni sabe que existe el teatro”.
-Tu texto hace referencia a lo que el mismo Federico escribió sobre los jardines.
- En su libro Impresiones y paisajes de 1918 y en su poesía está muy presente lo que él llamó un espacio de pasiones, algo superior, una grandiosa catedral para bellísimos pecados. Por eso pensé que Lorca tenía que habitar un jardín. Y nada mejor que el jardín andaluz del Museo Larreta.
-¿Cómo es un jardín andaluz?
- Sus senderos angostos están diseñados para dos personas, el dueño y un visitante. Los setos forman laberintos geométricos pero hay también plantas en su centro que crecen en forma caótica. Y el agua, tan importante para los árabes, cae de las fuentes en un gorgoteo que genera ondas concéntricas que invitan a la meditación.
-¿Por qué decís que la obra de Lorca es un jardín inconcluso?
-Por su muerte temprana, su obra quedó inacabada, como es el caso de Comedia sin título y otros tantos proyectos de obras que quedaron solamente bocetados. Y como creo que cuando alguien visita un jardín establece con él un diálogo único en constante transformación, siempre en cada lectura hay un nuevo Lorca.
La excárcel franquista de Lugo
En el marco del día internacional del Teatro, el próximo 4 de abril se presentará Danza de la vida breve interpretada por actores españoles en O Vello Cárcere, la excárcel franquista de Lugo, convertida en espacio para la memoria. En este sentido, hay un momento de la obra de Sturla que se refiere a la actriz Emma Penella, hija de Ramón Ruiz Alonso, responsable de la detención y posterior fusilamiento de Lorca: “Emma se enteró casualmente de que su padre había sido el responsable del asesinato de Federico, cuando lo que soñaba era encarnar los personajes de su obra”, cuenta la autora y actriz.
*Danza de la vida breve, en el Museo Larreta (Juramento 2291), 19.30 hs.