Un adolescente de 16 años agredió al rabino de la ciudad de Orleans --a unos cien kilómetros de París--, Arié Engelberg, cuando este salía de la sinagoga con su hijo de 9. El religioso fue golpeado, mordido e insultado. Horas más tarde, el adolescente fue detenido.

Antes de atacar, el atacante se habría acercado al rabino a preguntarle si era judío. Un testigo del incidente, entrevistado por un canal televisivo, señaló que los insultos proferidos por el autor dejan claro el carácter antisemita del ataque.

Engelberg denunció el hecho y la Justicia abrió un procedimiento por "violencia voluntaria cometida en razón de la pertenencia real o supuesta de la víctima a una religión". El atacante no tendría antecedentes penales.

El rabino no resultó gravemente herido, pero quedó conmocionado, según informaron medios locales. El alcalde de Orleans, Serge Grouard, condenó el “acto atroz e intolerable” y lo describió como “un grave ataque a los valores de nuestra República”.

Desde el recrudecimiento del conflicto de la Franja de Gaza el 7 de octubre de 2023, los actos antisemitas se han disparado en Francia. En 2024 se contabilizaron 1.570, frente a los 436 de 2022. El país alberga la población judía más grande de Europa Occidental y la tercera comunidad judía más grande después de Israel y Estados Unidos.

Según cifras publicadas el domingo por el Ministerio del Interior francés, los actos antisemitas del año pasado representan el 62% de todos los crímenes de odio motivados por religión en el país. Esto marca una disminución del 6% respecto al año anterior, pero las agresiones físicas o personales aumentaron un 3% año a año. El ministerio señaló que en el caso judío, el 65% de las agresiones estuvieron dirigidas directamente a individuos, en vez de involucrar propiedades como en los incidentes antirreligiosos contra otras religiones.

Reacciones políticas

El presidente francés, Emmanuel Macron, insistió en un mensaje en su cuenta de X que "el antisemitismo es un veneno. No cederemos ni al silencio ni a la inacción". Además, se solidarizó con rabino, su hijo y todos los judíos franceses: "todo mi apoyo y el de la nación".

En esta línea, el ministro de Justicia, el conservador Gérald Darmanin, ha insistido en una entrevista en que "hay que condenar sin ninguna contemplación estos actos" y en que los políticos "deben terminar con la ambigüedad con el antisemitismo", en un mensaje que ha dicho que iba dirigido a La Francia Insumisa (LFI), el partido ecosocialista de Jean-Luc Mélenchon.

Sin embargo, tanto partidos de izquierda como de derecha cuestionaron la posición ambigua de dirigentes de LFI sobre manifestaciones antisemitas y lo adjudican a querer ganar la empatía del electorado musulmán francés. Desde la extrema derecha, el presidente de la Agrupación Nacional (RN), Jordan Bardella, acusó de lo ocurrido en Orleans a la extrema izquierda que alimenta "la fiebre antisemita que aumenta en nuestro país".

De todas formas, el coordinador de LFI, Manuel Bompard, ha calificado de "insoportable" en su cuenta de X la "agresión violenta del rabino de Orleans", al que ha manifestado su apoyo. "Más que nunca estemos unidos para luchar contra el antisemitismo y todos los racismos", añadió.