En su editorial en la 750, la periodista y conductora Cynthia García señaló que la Argentina tiene un "gobierno nostálgico" de la última dictadura cívico militar. A 49 años del golpe de Estado, apuntó contra Javier Milei y los discursos negacionistas de la ultraderecha.

Será un 24 diferente, cada 24 es diferente, pero cuando decimos diferente en este contexto, decimos diferente porque tenemos un gobierno nostálgico de la dictadura”, afirmó en La García.

Esto nunca se trató de una venganza. Lo que hizo el proceso de Memoria, verdad y Justicia fue recuperar justamente eso: la memoria, la verdad y la justicia; con muchísima paciencia y templanza de los organismos de derechos humanos, de las madres, de los hijos, que buscaron la manera de recolectar las pruebas, de contar lo que otros no podían”, dijo.

“Hay que decirle a estos nostálgicos de la dictadura que en la Argentina hubo impunidad. No hablan de lesa humanidad, tampoco de leyes de impunidad”, sostuvo.

“También hay que decir que todos los acusados de delitos de lesa humanidad tuvieron todas las garantías constitucionales del debido proceso. A ninguno de ellos se los tiró vivo en el Río de la Plata. A ninguno de ellos se lo puso en una mesa de tortura. A ninguno de ellos se les generó un proceso de venganza y asesinato. Todos ellos fueron acusados, con un proceso muy lento justamente por las distintas complicidades. Hay jueces cómplices de la dictadura que se niegan a seguir con los juicios y pretenden esta idea del fin de la búsqueda de justicia”, advirtió.

“Una de las cosas más conmovedoras del comienzo de juicio era que, los que iban a dar testimonio -que estuvieron encarcelados en centros clandestinos de detención y de ahí surge la cifra histórica de memoria que son los 30.000 desaparecidos que no vamos a permitir que se ponga en duda- sabían que había gente que no había sobrevivido. Cada uno de esos primeros testimonios ponía en su voz el testimonio de otros y otras, para no perder esa memoria temporal, cercana, concreta de saber el nombre, el lugar, la ropa, el horror de lo que habían vivido sus compañeros de cautiverio y que ya no iban a poder contarlo”, contó.

“Esas primeras víctimas dieron muestra de una solidaridad colectiva que corrió sus propios sufrimientos para contar lo de esos otros y otras que ya no iban a poder contarlo”, remarcó.

El terrorismo de Estado significa un daño permanente a derechos humanos inalienables por ser humano, por parte de un Estado a una población masiva de manera permanente. Eso es lo que hizo la dictadura cívico-militar-eclesiástica. Ocurrió en complicidad con los sectores dominantes que aún hoy tienen impunidad”, enfatizó.

“La dictadura fue, sobre todo, la alianza de ese poder que luego seria terrorismo de Estado, con los sectores dominantes”, concluyó.