La dirigencia de la Unión Argentina de Rugby (UAR), luego de casi 15 años de planificación, aseguró que para noviembre de 2026 la disciplina tendrá su anhelado Centro Nacional de Alto Rendimiento, un espacio sin precedentes para la actividad.
El dinero que fuera entregado por World Rugby a la Argentina desde el 2011 a la fecha, y que a través de las distintas gestiones se fue aprovisionando, fue únicamente para ser invertirlo en esta obra adjudicada.
En ese sentido, el presidente de la UAR Gabriel Travaglini expresó: "Hace mucho que el rugby argentino estaba buscando y se merecía tener un lugar propio y de vanguardia para poder concentrar todas sus actividades. Queremos que nuestros equipos cuenten con los mejores recursos para proyectar su desarrollo y el Centro Nacional de Rugby será clave para lograrlo. Estamos muy contentos y orgullosos de dar inicio a este proyecto junto a toda la comunidad del rugby y el deporte argentino".
El Centro Nacional de Alto Rendimiento tendrá un edificio principal de dos plantas (de 10.972 m2), que contará además con un sector semicubierto, con un quincho (de 200 m2), y un amplio depósito (de 600 m2). Además, y lo más importante, se construirán cinco canchas de césped natural a la que se sumará otra de césped sintético.
Se dispondrá también de las oficinas deportivas que utilizarán los empleados de cada sector de la UAR; consultorios médicos, de kinesiología, psicología y nutrición para los jugadores de los diferentes seleccionados; salas para cursos de capacitación, un auditorio inmenso, un comedor, y habitaciones para alojar aproximadamente a 60 deportistas. También habrá salas de descanso y recreación, salas de video y estudios de producción, y un gimnasio de alta complejidad, vestuarios para diferentes equipos; todo orientado a la búsqueda de la formación y capacitación de los rugbiers argentinos, con el propósito de centralizar todas las actividades en un mismo lugar.
El sitio no tendrá que envidiarle a los mejores clubes del mundo. El lugar se buscó durante mucho tiempo para poder llevar adelante el proyecto.
El predio de diez hectáreas, cercado y delimitado en el kilómetro 4 de la Avenida Libertador San Martín (Ruta 4), en Los Cardales, finalmente fue el elegido. En otras oportunidades, se decidía el espacio pero luego no se podía arrancar la obra, y así nunca terminaba de concretarse. En un tiempo se había anunciado en El Pinazo, después en el Club de Campo San Diego, en Moreno. Pero todos fueron fallidos.
El rugby argentino espera ahora que esa idea que se acunó durante más de una década, y luego de varios años de trabajo, llegue a su fin y tenga el final esperado por todos aquellos que componen el mundo del rugby, esos voluntarios de los 574 clubes de todo el país que a partir de ahora esperan poder acceder y beneficiarse con este Centro Nacional de Alto Rendimiento, como si fueran un Puma más.
“Esto fue una obsesión mía. Yo estaba tan obsesionado con el detalle, de buscar el lugar perfecto, el que sea menos costoso", relató Agustín Pichot en la presentación, uno de los ideólogos del proyecto.
Casa Jaguares quedará atrás, que hace ya un tiempo es Casa Pumas, el complejo que alquiló la UAR para aquella franquicia argentina que jugó el Súper Rugby, y que hasta finalizar esta obra seguirá siendo el lugar de entrenamiento de Los Pampas, Los Pumas 7s, Las Yaguaretés y Los Pumitas.
Los que acompañaron y miraban como se hacía realidad la casa propia fueron el actual entrenador de Los Pumas, Felipe Contepomi; Juan Martín Fernández Lobbe, de su propio staff; el flamante Head Coach de Los Pumitas, Nicolás Fernández Miranda; Marcelo "el Tano" Loffreda, entrenador de Los Pumas de Bronce del 2007; Francisco “Pancho” Rubio, Gerente de Alto Rendimiento; Esteban Meneses, Secretario Técnico de la Unión, entre otros.
Lo importante fueron que las ganas de toda esa gente que confió y que no decayó nunca, incluso durante la pandemia, se hicieron visibles. En esa época, el flujo de ingresos fue disminuyendo de manera sustancial al no haber competencias, y se buscó acomodar las finanzas para poder seguir “sin tocar el dinero concedido por World Rugby” para seguir soñando.
Se puede decir ahora que se acabaron las vueltas atrás y dentro de 20 meses, ese lugar en Los Cardales, partido de Campana, que hoy está repleto de tierra y gente trabajando sea el predio de todo el rugby argentino. Un predio diseñado y pensado para los jugadores a la medida de lo que tanto buscaron los distintos dirigentes que fueron pasándose el legado, por el que tanto lucharon desde hace más de 15 años.