Desde hace más de un año, una esquina de Temperley se transforma cada dos meses en una postal de otro tiempo. Vecinos en reposeras, chicos jugando en la calle, el aroma del pochoclo flotando en el aire y, desde un balcón, una banda de jazz que hace vibrar la cuadra. Se trata de Música en el Balcón, una propuesta autogestiva que nació como un impulso íntimo de compartir y terminó convirtiéndose en un ritual colectivo del barrio, que cada tanto espera que salgan sonidos de la esquina de Juncal y Lucio Vicente López.

La historia empezó el 4 de enero del año pasado, cuando Carla Castro, fotógrafa y productora, y Francisco Orozco, saxofonista, decidieron abrir las puertas de su casa y convertir su balcón en un escenario. La intención fue clara: encontrarse con los vecinos y devolverle a la calle algo de esa vida comunitaria que parecía en fuga.

“Hacía tiempo se estaba poniendo un poco más complicado el hecho de conseguir fechas y decidimos usar el balcón del frente de nuestra casa como un escenario abierto. La fachada y la imaginación lo permitieron”, explica Castro y agrega que lo que buscan es rehabitar el espacio público: “parece que no se puede pisar la calle más que para ir y volver. Que hay que tener miedo de todo. Entonces la propuesta es generar un lugar accesible para que la gente se encuentre y la pase bien. Es la vereda de tu casa, podes ir con tu reposera, tu silla. Si tenes movilidad reducida también. Es una forma que encontramos de ir contra la corriente”.

Pero lo que arrancó como un encuentro entre amigos y familiares no tardó demasiado en crecer. Al principio lo hacían cada 15 días, luego cada mes, y hoy, con cientos de personas llenando la vereda, el ciclo se realiza cada dos meses, para garantizar el cuidado del espacio y la armonía con el barrio.

El "Balcony Club" —como se autodenomina la banda— está integrado por once músicos que se turnan para darle vida a un repertorio de jazz con algunos guiños funk. No se trata solo de una banda sino de un verdadero club de jazz. Sus músicos ya se conocían de proyectos anteriores, habían tocado juntos y muchos eran amigos. Lo que empezó casi como un juego —con la lógica de "¿quién está para tocar hoy?"— terminó convirtiéndose en una formación estable de diez músicos, con dos baterías, dos guitarras, dos saxos, un trompeta, dos bajos y dos cantantes.

Epi 2 El próximo encuentro será el 5 de abril. 

“Lo novedoso de este ciclo es que, en una zona donde los shows de jazz suelen ser pequeños y de difícil convocatoria, Música en el Balcón logró romper esa barrera y convocar a mucha gente demostrando que el jazz puede gustarle a todos”, agregan desde el grupo.

Ellos son: en la batería, Gabriel Gall y Pablo Stahl; en saxo, Fran Orozco y Tomás Witenas; en trompeta, Leandro Merli; en bajo, Rodrigo Pérez Lazarte y Mateo Pérez Valente; en voces, Paula Acho y Sabrina Laras; en guitarra, Augusto Singh y Federico Jachini. Además, en cada edición se suman invitados, aportando nuevas sonoridades a la propuesta.

En cada edición, la calle se cierra gracias al apoyo de la Municipalidad de Lomas de Zamora, garantizando la seguridad de los asistentes. “La Municipalidad de Lomas se acercó para colaborar con lo que necesitáramos. En su momento el año pasado también a principio de año vinieron a fumigar. La verdad que siempre estuvieron a disposición para darnos una mano y colaborar desinteresadamente para garantizar que esto se dé de la mejor manera posible”, comenta Castro.

Y mientras la música suena, alrededor se teje una escena que va más allá del espectáculo. “El año pasado se sumó el pochoclero de la Plaza Colón, así que hay un olor en las fechas que nos transporta a la infancia. También se sumaron unas chicas que hacen una feria americana y además en todas las ediciones juntamos alimentos para la olla popular que hace la agrupación Aconcagua, que trabaja con gente en situación de calle en Lomas de Zamora”, relata Castro. y maravilla a quien la escucha, ya que una pequeña idea puso en movimiento muchas más.

Hay algo en la identidad del conurbano que atraviesa la esencia de Música en el Balcón. “Ser del conurbano es un valor positivo para nosotros”, cuenta Carla. “Nos enorgullece que las cosas pasen acá, que no haga falta ir a Capital para que haya propuestas culturales. Creemos en la posibilidad de generar espacios en nuestro propio barrio, donde siempre hubo una tradición de encontrarse en la vereda, de jugar en la calle, de tomar mate con el vecino. Esto no es solo un ciclo de jazz, es una forma de volver a estar en comunidad”.

El próximo encuentro será la edición número 18 y tendrá lugar el viernes 5 de abril a las 18:00 en Juncal y Lucio Vicente López, Temperley. La novedad de esta fecha es que, por primera vez, el sonido estará a cargo de Lomas Records, un sello local que ayudará a elevar la calidad técnica del evento.

Cada edición de Música en el Balcón es una experiencia única, un respiro en medio del vértigo cotidiano. La postal es: el sol cayendo sobre las casas bajas, la música flotando entre los árboles y una comunidad que se encuentra, se reconoce y se abraza en el espacio compartido de la calle.