Aparece León Gieco en la pantalla y, sin mediar palabra, hace una versión rapidísima de “El fantasma de Canterville”. Emociona. Se nota en los semblantes felices de los rostros que pueblan completamente el Salón Dorado, donde este martes 25 a la tarde-noche, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires declaró al periodista Claudio Kleiman Personalidad Destacada de la Cultura. “También te admiramos como compositor, como músico, como guitarrista, como cantante… hace mucho que te quiero mucho y gracias por dejarme, desde hace mucho, ser tu amigo”, manifestó León, antecedido por palabras de otros músicos cercanos al agasajado. Entre ellos, Miguel Cantilo, Claudio Gabis, Billy Bond, Litto Nebbia, David Lebón, Gustavo Santaolalla y el uruguayo Jorge Nasser.

También periodistas, claro. Entre ellos, el editor Daniel Ripoll y su eterno compinche Alfredo Rosso –comparten el programa radial Truco Gallo, lunes a las 22 en Radio UBA- y Humphrey Inzillo, quienes también tradujeron sus sentimientos en palabras. Mientras Rosso evocó momentos clave vividos junto a Kleiman en la revista Expreso Imaginario, donde ambos escribieron en épocas dictatoriales, Inzillo se refirió a la sabiduría del periodista. “Cuando lo conocí, Claudio lo sabía todo, en qué discos había grabado tal músico, quiénes eran sus referentes… era como una escuela de rock”, expresó Humphrey. 

Tras su intervención habló otro músico pero en vivo y directo: Ricardo Tapia. “Hablar de Claudio es hablar de un amigo en muchos sentidos”, dijo el cantante de la Mississippi. “Hace mucho años, cuando arrancamos con la banda, nos dijeron que lo íbamos a tener como prensa. Inicialmente, no lo creí. Me parecía una broma, pero igual se lo dije a mis amigos del barrio, aunque nadie me creyó. Finalmente era verdad, y lo que más recuerdo fue que no asistí a la primera nota que nos consiguió… ¡para qué!, cuando me agarró, me dijo 'es la primera y la última vez que no vas a una nota'. Eso fue para mí un aprendizaje, porque empecé a ser un músico de verdad. Todo lo que aprendí de Claudio lo llevo adonde quiera que voy, y adónde quiera que esté”, dijo Tapia, parafraseando el tema que Miguel Cantilo e Isa Portugheis compusieron para el grupo Punch en 1980.

Pasados los testimonios y la ceremonia de entrega de la distinción, le tocó hablar a Kleiman. Contó de sus comienzos en El Expreso y agradeció a todos los músicos y las bandas con las que se cruzó durante sus cincuenta años de trayecto. “Pertenezco a una generación que aprendió a mirar el mundo a través del rock, porque el conocimiento que buscábamos no estaba en ninguna otra parte. No estaba en los colegios ni en las universidades. No estaba tampoco en la televisión, los diarios y los medios masivos de comunicación. Había que ir a buscarlo, y muchas veces lo encontrábamos en los recitales, dónde encontrábamos gente que tenía las mismas inquietudes que nosotros. Eso nos servía para sentirnos menos solos, porque en el resto del tejido social nos sentíamos una especie de náufragos aislados en nuestras casas, donde nos encontramos con lo que se llamó brecha generacional, que en criollo significaba discusiones muchas veces furibundas con nuestros padres y familiares”, manifestó Kleiman, que justamente recibió el reconocimiento por ser un personaje clave de la contracultura de la década del setenta.

La labor destacada del periodista y músico no solo se legitima en su larga trayectoria dedicada al periodismo, que empezó con la Expreso, revista en la que escribió desde su origen en 1976 hasta su cierre, en 1983, sino también por su labor musical. En rigor, ha tocado guitarra como invitado de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, además de haber compuesto el “Boggart Blues”, junto a Skay Beilinson. Por el mismo andarivel, Kleiman publicó en 2018 Era hora, disco inicial que contó con las participaciones de León Gieco, Gustavo Santaolalla, Ricardo Mollo, Diego Arnedo, Claudio Gabis, Ciro Fogliatta, Claudia Puyó y Rodolfo García, nada menos. El poblado trabajo tiene diez temas, entre los que se destacan un rockabilly llamado “Buscando la manera de zafar”; un rock and roll urbano bautizado “Parque Centenario”; “Cuando llueve la tristeza”, tema en clave de blues-rock compuesto por Kleiman en Valeria del Mar, y su propia versión del “Boggart Blues”. “Era como una asignatura pendiente que tenía hace mucho. Quería mostrar mis canciones y me costó encontrar un repertorio que fuera coherente, que fuera ecléctico pero que a su vez mantuviera una línea, que es básicamente a lo que llegué”, dijo el también cantante, durante el estreno en vivo de su disco en agosto de 2018, en el Teatro Monteviejo.

También como guitarrista participó en los álbumes Una Celebración del Rock Argentino; en el homenaje a León Gieco llamado Guardado en la Memoria; en Los Artistas Homenajean a Litto Nebbia (Sinfonías para Catedrales Vivas), y en El Poeta (Canciones en Español), tributo a Leonard Cohen. Su labor como periodista, en tanto, continúa como redactor especial de la Rolling Stone, donde escribe desde fines del milenio anterior. Su pluma también es coautora de la enciclopedia Rock nacional 30 años; de De Ushuaia a la Quiaca, junto a León Gieco y Gustavo Santaolalla; y de Solos y de Noche (Crónicas de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota). Y autora de La historia de una reunión secreta: Manal, libro que versa sobre el reencuentro casi secreto del trío pionero, en 2014, en Red House.