Bridgestone concretó una nueva tanda de despidos, que dejó a casi 80 trabajadores sin empleo. Este ajuste se suma a una larga lista de pérdidas de puestos de trabajo en la industria del neumático, que ya supera los 1.400 desde que Javier Milei asumió la presidencia. Lo que antes era una de las principales fuentes de empleo de calidad, hoy se ve acechado por políticas que parecen haber decidido abrir las puertas a las importaciones, mientras las fábricas nacionales luchan por mantenerse a flote.

"Si esto no cambia, vamos a ser testigos de la destrucción de una industria que en 2010 llegó a tener más de 5.200 puestos de trabajo. La gente vivía de esto, invertíamos, estábamos bien, y ahora todo eso se está perdiendo", dijo Pedro Wasiejko, secretario general de la Federación de Trabajadores de la Energía, la Industria, Servicios y Afines (FETIA-CTA T) y extitular del Sindicato del Neumático.

 Desde la llegada del gobierno de Javier Milei, la industria del neumático ya acumula más de 1.400 puestos de trabajo eliminados, según datos de fuentes sindicales.

La causa de esta debacle no es un fenómeno aislado. La política económica de apertura promovida por el gobierno de Milei, que permitió la baja de aranceles y la eliminación de precios de referencia, dejó el campo libre para que las importaciones de neumáticos se dispararan. Según un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA-CTA T), el impacto de estas medidas se traduce en un aumento de las importaciones, que ya copan el mercado a precios mucho más bajos que los de los productos nacionales.

Importaciones a la alza, producción a la baja

Las cifras son alarmantes. En enero de 2025, las importaciones de neumáticos para autos subieron un 123% con respecto al mismo mes del año anterior, alcanzando los U$28,8 millones. Este aumento se da en un contexto de apreciación del tipo de cambio, que hace aún más competitivos los productos importados frente a la producción nacional. Los neumáticos para camiones y autobuses también experimentaron un crecimiento del 50,1% en el último año. Todo esto, mientras las fábricas nacionales como Bridgestone ven caer su producción y, con ella, los empleos de miles de trabajadores.

El impacto es directo. La crisis laboral ya golpeó con fuerza a Bridgestone, que ahora enfrenta no solo despidos, sino también una constante incertidumbre sobre el futuro de sus plantas. La empresa, que alguna vez fue un referente en el país, hoy forma parte de un sector que lucha por sobrevivir, mientras las importaciones extranjeras continúan ganando terreno.

Apertura económica, ajuste y más despidos

Las políticas de apertura, que en teoría buscan dinamizar el mercado, solo han generado un ajuste que golpea a los trabajadores de la industria. La flexibilización de los aranceles y la eliminación de regulaciones dejó a las empresas nacionales en una posición vulnerable, ante la constante competencia de productos importados. Como ya ocurrió con FATE, muchas otras empresas están adoptando medidas de ajuste, recortando personal y llevando adelante procedimientos preventivos de crisis.

El sector del neumático, otrora pujante, hoy se encuentra en una encrucijada. La falta de medidas que protejan a la producción nacional frente a los precios de los productos extranjeros, sumada a la fuerte apreciación del tipo de cambio, amenaza con desmantelar una industria clave para la economía del país. Los trabajadores, que eran parte fundamental de ese motor, ahora enfrentan el temor de quedarse sin empleo, mientras el futuro de sus familias se vuelve cada vez más incierto.

Con cada despido, con cada cierre de planta, el país parece perder una parte importante de su tejido productivo. Y mientras tanto, los grandes volúmenes de neumáticos importados siguen entrando al país, arrastrando consigo una industria que, en su mejor momento, supo ofrecer trabajo de calidad y estabilidad. Desde el sector sostiene que sin un cambio en la política económica, el futuro de la industria del neumático se ve cada vez más sombrío.

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