Los gobernadores de la Región Centro Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos) se ubicaron ayer, durante un encuentro institucional en la capital de esta provincia, en una posición diferencial respecto al Gobierno nacional al que -aclararon- acompañaron al comienzo de la gestión con los votos parlamentarios para la aprobación de la denominada Ley Bases. Aquél tiempo de acompañamiento acrítico parece haberse extinguido, atento a que ahora “exigieron” a la Casa Rosada obra pública, baja de retenciones, apoyo a la producción y a la industria y, también, una mirada federal. “Aquí no venimos a pedirle nada a nadie, venimos a exigir que nos saquen el pie de la cabeza para que el campo, la industria, los puertos puedan producir con todo el conocimiento de las universidades para poder proyectar y generar más valor agregado. En definitiva lo que queremos hacer es genera trabajo y crecimiento económico. Somos un modelo distinto de país”, sostuvo el anfitrión.

Durante el acto protocolar, Pullaro traspasó la presidencia pro témpore de la Región Centro a su par Llaryora, para quien las tres provincias del centro del país “hemos empezado a ser un núcleo de poder en la Argentina, y era necesario que fuera así”. El cordobés resaltó que “para nosotros gobernar es generar empleo, y para eso hay que tener producción e infraestructura”, palabras que no integran el diccionario libertario. “Esa visión nos distingue mucho de la visión de un país vinculado a la especulación o el lobby”, añadió, sin mencionar a Milei.

Tampoco lo mencionó explícitamente Pullaro cuando afirmó que “tenemos que trabajar juntos para mostrar que hay un modelo distinto para la República Argentina, que no tiene que ver con la especulación financiera, con la criptomoneda y con el mundo de la virtualidad”.

Frigerio sintetizó ese encuentro de objetivos entre los tres gobernadores en la idea de construcción de un “polo de poder” para oponerle al centralismo. “Tomamos una excelente decisión de construir este polo de desarrollo y poder de la Región Centro. Digo de poder, porque también tenemos una responsabilidad de compensar un esquema de poder que le da al área metropolitana de la Argentina demasiadas atribuciones y poder”, explicó.

Los tres mandatario, en sus discursos, hicieron hincapié en los efectos que produjo el encuentro anterior, en Rosario, en enero pasado. En aquella ocasión le pidieron al Gobierno central que baje la retenciones a algunos productos del agro porque, dijeron, “si el campo se funde, la vamos a pasar muy mal”. La primera respuesta de La Libertad Avanza (LLA) fue la crítica a los gobernadores y el acoso vía redes sociales, la especialidad de la casa (Rosada). Unos días después, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció una disminución temporal de las alícuotas de los derechos de exportación, popularmente conocidos como retenciones.

Llaryora recordó la secuencia: “Apenas empezamos, sabiendo que la Argentina está en una situación difícil, acompañamos leyes institucionales para que la Argentina tuviera los elementos necesario, pero hay cosas que no pudimos acompañar”.

En esa línea, recordó que “fueron estos gobernadores los que se le pararon al Gobierno nacional y le dijeron con el trabajo no, basta de retenciones, y menos al valor productivo. Y no fue fácil para nosotros. Fuimos los primeros blancos de los ataques por redes”. El peronista cordobés fue por mas y sostuvo que “de ninguna manera nosotros vamos a permitir que estas bajas de las retenciones sean levantadas, esto tiene que ser un camino de ida para seguir bajando retenciones”, a las que calificó como “el robo y el saqueo más grande que le han hecho a nuestras provincias en virtud de las malditas retenciones”.

Pullaro rememoró el episodio de esta manera: “Le marcamos límites al Gobierno nacional, acompañando lo que estaba bien, como era terminar con el déficit fiscal, que se paga con inflación o con créditos internacionales como lo estamos viendo. Pero le pusimos límite al saqueo que querían hacerle una vez más al sistema productivo, a nuestra industria y a nuestro campo”.

También rememoró que adoptaron esa decisión “sin miedo a los ataques de twiteros y trools que podían venir”. Y agregó que “hemos marcado una agenda distinta en la República Argentina: la agenda de la defensa de la producción tiene que ser también la de la obra pública que tiene que venir a la Argentina, y particularmente a nuestra zona”.

El modelo de producción agropecuaria e industrial, obras pública, infraestructura y empleo en el que se embanderaron los tres mandatarios provinciales de diferentes partidos políticos, no supone el regreso a lo que consideran “el populismo”.

Lo aclaró Pullaro, quien indicó que hubo “una Argentina que durante muchos años ha impuesto una matriz ideológica al resto del país, que tiene que ver con que los que producen tienen que sostener a los que no producen en la Argentina, y que quienes generan empleo tienen que sostener a quienes no trabajan en Argentina”. En el verano ya había realizado ese señalamiento, al afirmar que el campo no puede subsidiar al conurbano bonaerense, lo que motivó un cruce con el peronismo de la provincia de Buenos Aires.

“Creen que a través de la aplicación de políticas populistas, que quienes nos esforzamos y nos levantamos temprano y terminamos tarde, tenemos que subsidiar a los barones, a los punteros a través de planes y programas”, dijo, para afirmar que “esa es la Argentina que no va más”. En cambio, sostuvo el mandatario santafesino, “vamos a defender a la Argentina de la producción, porque estamos convencidos de que es el camino para salir adelante”.

 

Así, los dirigentes del PRO, la UCR y el peronismo cordobés (que es una singularidad al interior del PJ) del centro del país, trazaron los lineamientos de un camino de centro, en el que se mostraron diferentes al Gobierno nacional, pero sin emparentarse con “el populismo”.