Madres de la Plaza, el fútbol las abraza. En el partido contra River Plate, los jugadores de Rosario Central salieron con su clásica camiseta, con el agregado del icónico pañuelo blanco de las Madres estampado en el pecho. Ya lo habían hecho contra San Lorenzo, conmemorando el 24 de marzo que se avecinaba, y también en otras ocasiones, pero esta vez, en un partido importante televisado un sábado en horario central, tuvo otra visibilidad.
No puede precisarse si todos los jugadores tienen noción de la importancia del símbolo, pero sí lo tienen claro los jóvenes de una especie de Comisión de Derechos Humanos (Memoria Central) que funciona en el club.
También Temperley salió a la cancha este fin de semana con el pañuelito estampado. El presidente del club es Alberto Lecchi, director de cine y televisión, hombre muy comprometido con las luchas sociales.
Como conmovedor gesto aislado, hace unos años, Nahuel Guzmán, por entonces arquero de Newell's Old Boys, había usado una camiseta con dos símbolos conmemorando fechas cercanas: el pañuelo de las Madres y el dibujo de las Malvinas.
En estos tiempos de tanto negacionismo oficial, el fútbol puede llegar a jugar sus mejores partidos.
