Vaya racha mantienen Belgrano y Talleres en el gran clásico cordobés. Este domingo fue 1 a 1 en el Gigante de Alberdi para elevar la cifra de empates consecutivos a cinco desde que volvieron a coincidir en Primera División en 2023. La estadística puede estirarse a ocho igualdades en los últimos nueve clásicos u once en los últimos 14, incluyendo choques coperos y del Ascenso.
Una paridad tremenda que contempla tres excepciones, todas favorables a Talleres (2007, 2013 y 2018), con lo que los fanáticos de la T se fueron más que conformes de esta nueva edición ya que sacan pecho por un invicto que ya araña los 20 años (la última victoria pirata fue en 2006).
Claro que más allá de las referencias históricas, el 1 a 1 de este domingo no le vino bien a ninguno. Belgrano suma 11 puntos en la Zona A y quedó a seis distancia del último clasificado, Defensa y Justicia. Por su parte, Talleres tiene 9 en la más accesible Zona B y se mantiene a tres del octavo ubicado, Gimnasia.
Los dirigidos por el Cacique Medina impusieron condiciones en la primera parte y fueron justos merecedores de la ventaja parcial luego de un lindo gol del brasileño Rick, quien encaró de derecha a izquierda, dejó un par de rivales en el camino y sacó un zurdazo no tan potente pero muy bien ubicado para vencer al paraguayo Juan Espínola a los 19 minutos. Fue el primer gol del brasileño comprado al Ludogrets de Bulgaria por una cifra considerable (cerca de seis millones de dólares) y que por ahora venía rindiendo lejos de lo esperado.
Poco después Talleres pudo aumentar con lo que pareció un golazo desde atrás de mitad de cancha de Nahuel Bustos, quien vio adelantado al uno pirata y sacó un tiro libre de extrema precisión. Pero el árbitro Sebastián Zunino alegó que no le dio la orden de jugar, ya que estaba hablando con jugador de Belgrano, y generó toda la bronca visitante.
El Ruso Zielinski aprovechó el entretiempo para reacomodar sus piezas: tres cambios de entrada y a la carga. El empate no tardó en llegar. A los 62, Passerini le metió un taco magistral a Uvita Fernández para que se vaya solo contra Guido Herrera. El uno de la T lo derribó sin disimulo en el área y, aunque zafó (insólitamente) de la segunda amarilla, no evitó el penal que luego Franco Jara canjeó por el empate.
Lo que siguió fue mucho forcejeo y pierna fuerte, con la expulsión un tanto curiosa de Compagnucci (por agarrar un poquito del pelo a Matías Galarza) en tiempo de descuento.
Así las cosas, los dirigidos por el Cacique llegan a su debut en la Libertadores con nueve partidos sin triunfos: intentarán cortar la malaria el miércoles ante San Pablo de Brasil, en Córdoba. El Pirata, en tanto, volverá a la acción el viernes cuando visite a Estudiantes por el Apertura.