Las banderas se enarbolan con firmeza, así como las ideas y conceptos. Esta vez, fue la seguridad del automovilismo como deporte la que se puso a prueba con ventarrones que se hicieron sentir en el autódromo de Centenario, en Neuquén. La rebeldía del territorio patagónico se notó de manera particular en una actividad que se realiza al aire libre y requiere pautas mínimas para garantizar la protección de sus practicantes y de quienes trabajan en el evento. Ante las ráfagas que desarmaban aleatoriamente las estructuras de los boxes del TC, la escasa visibilidad para los pilotos y la disminución del control de los coches en una pista forrada con una capa de tierra constante, se decidió suspender la tercera fecha del Turismo Carretera. Los comisarios deportivos confirmaron que los puntos obtenidos en la Clasificación y las Series se sumarán al torneo, pero quedará vacante la Final. Empuñando este estandarte, se resguardaba a pilotos, mecánicos, banderilleros, rescatistas y público de una situación compleja.


Camiones para frenar el viento

Llegada la hora de correr, volaron piezas fundamentales de las carpas donde se instalan los equipos. Los boxes móviles, que son característica del TC y se trasladan a todos los autódromos del país, corrían peligro hasta que estacionaron los camiones de los equipos delante. Fue la primera barrera para proteger del vendaval a los operarios que desarmaron los lugares de trabajo y dejaron los autos al descubierto. 

La decisión se dilató hasta analizar los pronósticos climáticos y, antes de comunicar los próximos pasos, dialogar con los pilotos que tenían las mejores posiciones de largada. 

Agustín Canapino, que con su Chevrolet Camaro se impuso en las tandas del sábado y estaba listo para largar desde el mejor lugar en la competencia principal, remarcó que "hay que respetar la decisión de las autoridades, que tiene que ver con la seguridad de todos los que componemos la categoría". Además, el múltiple campeón agradeció el acompañamiento del público "que tampoco la está pasando bien al costado de la pista". Bajando las escaleras del motorhome donde se ofició la reunión determinante, se vio a los miembros de la Comisión Directiva de la ACTC y más pilotos, como Santiago Mangoni (Chevrolet Camaro), Mauricio Lambiris (Ford Mustang), Matías Rossi (Toyota Camry) y José Manuel Urcera (Ford Mustang).

"La pista no está en condiciones y se decidió, en común acuerdo entre la comisión directiva y nosotros, suspender la actividad", explicó Roberto Saibene, comisario deportivo, sabiendo, de fuentes aeroportuarias, que la condición de clima se extendería hasta la noche. Confirmó que esta fecha se da por concluida "otorgando los puntos de la clasificación y las series", reafirmando luego que la fecha no se va a recuperar. Con esto, Julián Santero (Ford Mustang) sigue adelante en la suma de puntos con 77,5 unidades; seguido por Juan Martín Trucco (Dodge Challenger) con 75,5 y Urcera con 74,5. La 4ta cita del año será el fin de semana del 19 y 20 de abril en Toay, La Pampa.

La tierra y el viento generaron más despistes | Prensa ACTC

La última vez que el TC suspendió una Final fue en Rafaela 2006, por pedido de los pilotos, luego del accidente trágico que se llevó las vidas de Alberto Noya y Gabriel Miller en TC Pista. Sin embargo, desde octubre de 2001 no se tomaba una determinación similar por causa del clima, cuando la lluvia anegó el autódromo porteño y solo se hizo un entrenamiento.

Lo que sí se corrió

El TC Pista tuvo otra vez a Joaquín Ochoa (Dodge) en lo más alto, delante de Felipe Bernasconi (Torino) y su hermano Benjamín Ochoa (Ford). El viento y la tierra trajeron varias neutralizaciones a la carrera, que terminó al momento de alcanzar el tiempo máximo de 40 minutos para la categoría telonera del TC, que volverá a correr con la división mayor el 20 de abril en territorio pampeano.