El vínculo entre Javier Milei y Victoria Villarruel está tan roto que no podrán compartir, ni siquiera, un acto en homenaje a las veteranas, los veteranos y los caídos de la guerra de las Malvinas. Este miércoles, mientras el Presidente encabezará un acto en el cenotafio de Plaza San Martín, en Ciudad de Buenos Aires, la vicepresidenta viajará a Ushuaia para participar de un acto que realizará allí el gobernador Gustavo Melella. Desde la gobernación de Tierra del Fuego confirmaron a este diario que invitaron al Presidente y a la vice, pero solo ella respondió y confirmó su asistencia. 

El año pasado Villarruel y Milei ya estaban enemistados para esta fecha, pero igual compartieron el acto por Malvinas en el cenotafio, un monumento ubicado en Retiro en el que están los nombres de los 649 soldados caídos durante la guerra. Esta vez desde presidencia decidieron no enviarle la invitación a la vice para que participe del evento. "No la invitaron, por eso no va", se quejan desde el entrono de ella y confirman el viaje a Ushuaia a donde irá y volverá en el día porque el jueves está convocada una sesión para tratar los pliegos de Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo. Cerca de Milei responden: "obvio que no la invitamos", y, además, acusan a Villarruel de "traicionar al presidente". 

En su discurso de hace un año, el Presidente utilizó el día del veterano y de los caídos en la Guerra de las Malvinas para proponer lo que él denominó "una nueva era de reconciliación con las Fuerzas Armadas". Una convocatoria que fue rechazada por organismos de derechos humanos que vieron en esas declaraciones una nueva escalada negacionista de los crímenes de la dictadura. Además de su hermana, en ese entonces también lo acompañó Villarruel. En la previa del acto se había especulado con que ella no iría, porque ya había tensiones internas, pero a último momento la vicepresidenta llegó y se ubicó junto a Milei. El año pasado Karina también le cambió el nombre al salón de los Pueblos Originarios de Casa Rosada para llamarlo Malvinas y allí, si bien hubo varios funcionarios del gobierno, Villarruel no asistió. Tampoco en la misa que se hizo esa misma tarde. 

Este miércoles, en tanto, no compartirán ningún momento. En Casa Rosada ya no disimulan el enojo con ella y admiten que esta vez ni siquiera la invitaron. Ya no les interesa el protocolo. La última vez que se cruzaron el Presidente y la Vice fue durante la apertura de sesiones ordinarias, pero en la transmisión oficial desde el gobierno se encargaron de no filmar cuando él ingresó al palacio legislativo y se saludaron. Además, ella y Martín Menem fueron excluidos del plano fijo en el que se vio a Milei leyendo su discurso dentro del recinto.

El mismo miércoles, mientras Milei encabece un acto con sus ministros en Retiro, Villarruel viajará para participar del acto que Melella organizó en Ushuaia a las once de la mañana. Luego, la vicepresidenta organizó distintas actividades en el Senado de la Nación. En sus redes compartió el detalle de cada una y escribió: ¡Malvinas Argentinas hoy y siempre! En el Senado de la Nación nos honra invitarlos a las actividades que haremos durante toda la semana para recordar la Gesta de Malvinas". 

Una de las actividades que difundió Villarruel --con el logo del Senado-- es la proyección que se hará en el cine Gaumont de un documental que se llama "Héroes nuestros: el capitán Giachino". Se trata de Pedro Edgardo Giachino, un militar muerto en Malvinas luego de ser represor durante la última dictadura militar. Según contó este diario en 2011, un exsubordinado suyo, Alfredo Molinari, declaró ante un juez federal de Santiago del Estero que el marino le ordenó matar en 1977 a un detenido encapuchado, esposado y de rodillas y ante su negativa le dijo: “Basura, usted no se merece ser un infante de Marina, mándese a mudar de aquí”. El viernes 4 de abril, Villarruel encabezará un acto en el salón Azul del Palacio legislativo denominado "Malvinas, epopeya nacional".

Uno de los últimos episodios de la pelea entre Villarruel y la Casa Rosada tuvo lugar después de la represión del miércoles 12 de marzo que encabezó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich contra los jubilados. La vicepresidenta, enfrentada con Bullrich desde el comienzo de la gestión porque quería quedarse con el ministerio de Seguridad --además del de Defensa--, salió a decir el día siguiente que se solidarizaba con los heridos y hasta señaló --en un forzado giro discursivo-- que la marcha en los alrededores del Congreso se trató de un "ejercicio de la democracia". Horas después, intentó bajarle el tono a sus críticas al Presidente y a su ministra, y agregó que "el uso de la violencia en las manifestaciones siempre debe ser reprimido". El mensaje, sin embargo, ya había sido interpretado por la Casa Rosada como un capítulo más de los ataques. 

El lunes, en la previa de los actos del miércoles, es posible que haya otro enfrentamiento entre Milei y su vicepresidenta. Ese día vencerá el congelamiento de la dieta de los senadores que frenó el aumento en diciembre y ya hubo cruces entre Villarruel y la diputada cercana a Milei, Lilia Lemoine, por ese tema. Ella salió a decir que la presidenta del Senado “necesita caja para que sus senadores estén contentos”. Desde el entorno de Villarruel, en tanto, responden que no les corresponde firmar un nuevo congelamiento, y que eso lo deberán definir los propios senadores. En Balcarce 50 mastican bronca. 

Durante el verano ya hubo conflictos por ese tema. En enero, la presidenta del Senado se lamentó en las redes sociales por el monto de su sueldo. Dijo: "gano dos chirolas". “Los senadores pagan su comida, viajan a sus provincias, desconozco si tienen otra entrada. A mí no me da el tiempo para nada y encima no me autoriza el Estado a ganar un sueldo digno a mi función”, agregó. 

Milei, en esa ocasión, salió a responderle: “Me parece que es una frase muy desafortunada y de no entender cuál es la realidad de los argentinos y el esfuerzo que hicieron. Pero bueno, la casta política vive desconectada de la realidad de los argentinos, el senado son sueldos en torno a los 10 millones, está desconectada de la realidad y es el mundo en el que ella vive de la alta política”, dijo acusándola de "casta".