Unas 20 familias atravesaron las aguas de la crecida del río Bermejo por 35 kilómetros para llegar a la zona urbana de Rivadavia Banda Sur, uno de los tres municipios del departamento Rivadavia.
El docente y referente wichí de ese municipio Demetrio Campos, contó que las familias hicieron el viaje a pie cuando la crecida lo permitía y nadando en otros tramos. Son familias de la comunidad indígena La Esperanza, uno de los tantos parajes aislados por los debordes del río Bermejo.
Las temperaturas bajaron y ayer la comunicación iba de difícil a imposible por los fuertes vientos que empezaron a soplar en la zona.
El clima impidió nuevamente cumplir con los puentes aéreos que el gobierno provincial había previsto para acercar artículos de primera necesidad a los grupos aislados. Según los partes oficiales se esperaba hacer 25 viajes. Fuentes oficiales del Ministerio de Desarrollo Social confirmaron ayer que solo se pudieron realizar 9 de estos vuelos.
Por su parte, Campos indicó que la desesperación de los habitantes por llegar a la zona urbana es porque ya no hay nada que comer en los parajes que están rodeados por el agua.
Sin embargo, al llegar estas familias debieron buscar ayuda en casa de familiares o en comunidades indígenas urbanas, dado que -según contó el docente- no había un lugar preparado para recibirlos.
Y tampoco en ese lugar recibieron asistencia alimentaria, por lo que el domingo y ayer realizaron protestas con las que consiguieron contar con algunos módulos alimentarios.
El clima no da descanso a esta vasta zona del Chaco salteño. A la par de que el río sigue crecido, persiste el mal tiempo. “El pronóstico indica importante disminución de temperaturas para hoy y mañana (por ayer y hoy), junto con la entrada de viento sur y lluvia”, adelantó Luis María de la Cruz, del Sistema de Alerta Temprana en sus redes sociales.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI) de Bolivia indicó que el estado de alerta naranja y rojo en la cuenta alta del río Pilcomayo (cuya crecida afectó a Santa Victoria Este, municipio del extremo noreste de Rivadavia) se mantendría hasta mitad de abril. Interpretó que esta situación “puede representar el avance de ondas de creciente que pueden provocar algunos desbordes en la cuenca baja entre D’Orbigny (localidad boliviana que limita con Hito 1 en Argentina) y Misión La Paz (en Argentina) – Pozo Hondo (en Paraguay), hasta pasada la mitad de abril.
Frontera comercial, afectada
En el extremo norte del río Bermejo, en la frontera entre Argentina y Bolivia, el Puerto de Chalanas que queda en la zona más comercial de la frontera, el pueblo de Aguas Blancas (en Argentina) y la ciudad de Bermejo (en Bolivia) fue cerrado de manera intermitente durante el fin de semana y hasta ayer.
Las imágenes que más impactaron fueron las que se tomaron el sábado, cuando por la crecida repentina del Bermejo un camión y una furgoneta quedaron atrapados en medio del río, en la zona de Puerto Karina, un paso no autorizado.
Sucede que la crecida fue repentina y, según explicaron conocedores de la zona, muchas veces los vehículos quedan estacionados a la orilla de la playa del río. El aviso de estas crecidas suele darse una hora antes de que llegue al lugar, pero los pobladores deben estar atentos.
La Finca Karina, donde se encuentra el puerto del mismo nombre, contiene uno de los pasos de gran movimiento de viajeros, en uno y en otro sentido. La mercadería que se transporta por este lugar, gran parte a través de bagayeros o paseros, no pasa por lasa oficinas de Aduana.
La abrupta creciente del fin de semana provocó que muchos compradores argentinos que habían pasado al vecino país, vieran demorados sus retornos.
El vocero ante Buenos Aires
El gobernador Gustavo Sáenz manifestó ayer su molestia ante la “invisibilidad” a nivel nacional de la afectación de las crecidas en distintos sectores de la provincia, que viene soportando perjuicios provocados por las contingencias del tiempo desde principios de maarzo. Si bien los más afectados son ahora quienes están en Rivadavia, las lluvias también generaron problemas en la Quebrada del Toro, en la Puna. Además, ayer el temporal también afectó el servicio de electricidad en la zona sur de la provincia.
“Queremos mostrar de una vez por todas que Argentina no empieza y termina en Buenos Aires”, sostuvo el mandatario salteño en el marco de un acto de entrega de ambulancias. “Mostrar que aquí también se inundan, que aquí también pierden todo, que acá también tenemos muchas necesidades. En esta injusta Argentina que tenemos parece que los únicos que se inundan y pierden todo están en Buenos Aires y se visibiliza”, reprochó.
“Nosotros vamos a mostrar que acá también tenemos problemas en el Norte Argentino hace muchísimos años y que lamentablemente las miradas centralistas nos han postergado y olvidado. Y yo me voy a encargar de ser esa voz que se haga escuchar en Buenos Aires. Porque Dios está en todas partes, pero atiende allá. Pero vamos a hacer que el querido Dios nos venga a atender a nosotros porque también lo necesitamos”, afirmó el gobernador Sáenz tras rezar porque también “Dios y el clima nos den una tregua”.
La afirmación del gobernador se produjo luego de que el ministro de Desarrollo Social de la provincia, Mario Mimessi, contara en declaraciones públicas que el gobierno nacional le dijo que había asistencia para las personas inundadas en Salta, pero la provincia debía buscarla en Villa Martelli en Buenos Aires.