Disney atraviesa un período complejo, tras la respuesta poco favorable que recibió el estreno de Blanca Nieves en taquilla. El gigante del entretenimiento ha tenido que replantear su estrategia para futuros lanzamientos de live-action. Esto afecta directamente a Enredados, proyecto que se detuvo indefinidamente, lo que ha generado inquietud entre los seguidores.

Un cambio de rumbo necesario

Desde que Disney inició su experimentación con adaptaciones live-action de sus clásicos animados, la compañía ha enfrentado tanto éxitos notables como fracasos inesperados. Películas como Alicia en el país de las maravillas y El Rey León lograron generar ingresos significativos. Sin embargo, no todos los títulos han tenido la misma recepción. Blanca Nieves, con un presupuesto cercano a los $250 millones de dólares, representó un revés al no recuperar su inversión en taquilla, acompañada de mucha polémica y crítica. 

Las reacciones del público y, justamente, la crítica especializada, fueron divididas, lo que resultó en un rendimiento inferior al proyectado: recaudó 87.3 millones de dólares globalmente en su primer fin de semana, una cifra insuficiente para considerarla rentable.

Las causas del bajo desempeño

Varias teorías explican los motivos detrás del pobre rendimiento de Blanca Nieves. Algunos apuntan a errores en la estrategia de marketing, mientras otros destacan polémicas relacionadas con el casting, especialmente en torno a las actrices Rachel Zegler y Gal Gadot

La incertidumbre aumentó cuando surgieron rumores de que Disney habría abandonado esfuerzos de promoción para evitar más controversias. Lo cierto es que la película no conectó con la audiencia, a diferencia de adaptaciones anteriores.

Consecuencias en la estrategia de Disney

Con la pausa en Enredados, Disney parece analizar con mayor rigor sus próximos movimientos. La empresa no abandona su modelo de reinventar clásicos, pero revisará minuciosamente sus enfoques. Mientras una parte del público espera noticias sobre estos proyectos, Disney mantiene otras apuestas en desarrollo, como Lilo & Stitch y Moana

Estas últimas han despertado interés, especialmente por el avance bien recibido de Lilo & Stitch y la participación confirmada de Dwayne Johnson en Moana. Lo ocurrido con Blanca Nieves refleja que, incluso en un mercado impredecible, los grandes estudios pueden enfrentar obstáculos, pero también replantearse estrategias para seguir compitiendo.