La sala 30 del Polo Cultural Saldías está cerrada, no se puede entrar. Golpear la puerta no sirve de nada porque ahora, ahí adentro, hay un grupo de rock que suena en vivo y su música tapa todos los sonidos. Es Isla de Caras, que ensaya a pocas semanas de la salida de Líneas generales, su cuarto disco. El mejor de su carrera, según sus integrantes, que en unos minutos dirán que esa sentencia no es el típico comentario de las bandas que deben promocionar sus lanzamientos, sino que de verdad trabajaron para alcanzar su máxima versión. Y creen que lo consiguieron. Puede que tengan razón. Pero todavía no es momento de hablar del nuevo disco. Primero que abran la puerta. Lo hacen después de dos canciones seguidas, las últimas del ensayo de hoy. Los músicos del grupo salen y dan la bienvenida. Lautaro Cura, el cantante, está en cueros, transpirado como si acabara de bajar de un escenario un sábado a las dos de la mañana. En realidad es miércoles y son las cinco de la tarde. El resto de los integrantes se desparrama en los sillones de la sala. Continúan con el objetivo que se propusieron antes de grabar: estar juntos la mayor cantidad de tiempo posible. Que la música de Isla de Caras sea el reflejo de la unión y la amistad que mantienen.
Líneas generales se va a publicar recién el martes 29 de abril. Tiene once canciones y hasta ahora sólo una de ellas apareció de manera oficial. Se trata de “Mirar películas”, el primer adelanto. Un tema que para el grupo, nacido en 2017, funciona como una columna vertebral de todo el álbum. Uno de sus versos se puede interpretar como una muestra del presente: “Si esto es lo mejor/ ¿Qué está por venir?”. Una pregunta ambigua para una banda que disfruta de cambiar de lugar. “Creo que es la canción que más refleja el grupo humano que se armó entre los cinco. En ‘Mirar películas’ cada uno tiene su momento. Estamos todos brillando por alguna razón y para un mismo lado, pero a la vez cada uno destacándose”, dice Francisco Villa, guitarrista de una banda que se completa con Manuel Schupak (bajo), Nicolás Fernández de la Puente (batería) y Santiago Martínez (teclados). “Sentimos que teníamos algo con esa canción”, agrega Lautaro, encargado de las letras. Y sigue: “Cuando la mandé hubo un feedback medio inmediato. Además tiene algo lindo, que es que el sentimiento está bastante desnudo. Es bastante genuino. Y en una época así, de pura velocidad e hiperinformación, siento que es un tema bastante neurálgico que está cerca del sentimiento. Trata de emocionar, apela a la emoción y no al revestimiento”.
La idea del nuevo disco surgió luego de que la propia banda sintiera esa necesidad de apelar a la emoción y también a la energía. “En un show en Lima, en un sótano, hicimos un cover de ‘Demoliendo hoteles’ y de repente dijimos ‘Che, tenemos que tener temas más movidos’”, dice Lautaro, y cuenta que el grupo intenta alejarse cada vez más de la canción melancólica e introspectiva. “Desde Gran turismo empezamos a hacer eso”, sigue Lautaro, refiriéndose al disco anterior del grupo, del 2023. “En Líneas generales un poco se exageró esa intención”. El nuevo álbum tiene canciones como “Cerca lejos”, que para los integrantes del grupo suena a “los Smiths si hubieran nacido en Hurlingham”. “Podría ser un riff de una banda de rock nacional de 2004, pero después tiene una capa de ruido más noventoso”, completa Francisco.
Líneas generales también tiene otras conexiones, como la cita a “Himno de mi corazón”, de Los Abuelos de la Nada, incluida en “El favor”, la canción número seis del disco. Además, un viejo colaborador de Los Abuelos y de Andrés Calamaro, Marcelo “Cuino” Scornik, participa como coautor en seis temas. “Yo crecí con Alta suciedad, que es el disco que más veces escuché en mi vida y creo que es mi disco favorito. Y también con El regreso. Lo escuchaba en mi discman yendo al colegio, y escuchaba ‘Marcelo Scornik, mi amigo’. Yo decía ‘¿Quién será?’. Era como un personaje de mi peli favorita”, cuenta Lautaro. Con el tiempo, la admiración de un simple fan derivó en una relación de pares. El grupo contactó al Cuino, que, como dice Santiago, “ayudó a optimizar algunas letras”. Fue capaz de hacer grandes cambios con mínimos movimientos. Como pasó con “Amigos”, el tercer tema de Líneas generales. “En ‘Amigos’ había una parte que decía ‘desmotívate y relájate’. Y él decía ‘¿Sos loco? Despabílate’. Cambia ‘despabílate’ por ‘desmotívate’ y ya te cambia todo”, cuenta Lautaro.
La banda trabajó casi todo el año pasado en la preproducción. Horas y horas de disciplina casi de oficina para hacer los demos y trabajar en conjunto. Algo parecido a lo que hicieron en 2023, cuando convivieron tres días y salieron con Flores robadas, un EP de seis temas con covers de Luis Miguel y Gianluca Grignani. “Esta formación que tenemos ahora se terminó de armar antes de Gran turismo, entonces todavía estamos descubriendo qué sale de los cinco”, dice Santiago. En esa búsqueda decidieron grabar Líneas generales en vivo en el estudio El Desierto, de México. El resultado es menos pop, más rockero y crudo, pero no necesariamente una señal de lo que vendrá en el futuro. “Siento que si intentamos usar la misma fórmula siempre, nos vamos a aburrir. Entonces, ya naturalmente pienso que el próximo disco no va a tener nada que ver con este”, dice Nicolás. “Eso estuvo siempre, ¿no?”, agrega Lautaro. “De hecho, tomamos muchas decisiones en base a no repetir lo que decidimos antes. Ni siquiera por lo que más nos guste o lo que más nos conmueva. De repente hay un montón de canciones en las que hacemos guitarras Strokes, que somos re fans, y decimos no, que no las tengan, porque ya las tuvimos”.
Con el disco listo, Isla de Caras se prepara para presentarse hoy en el Quilmes Rock y hacer dos fechas en el conurbano a fines de abril junto a Mi Amigo Invencible. Luego se irán de gira a México, donde convocan a un público diverso. Pueden tocar para mil personas o para treinta, como les pasó una vez en Querétaro. “Esa noche los cinco nos juntamos en ronda en el escenario y cantamos como si fuera una sesión. Tocamos mirándonos entre nosotros. Y la gente que fue la pasó increíble”, dice Lautaro. “Esa comunión entre nosotros más ese feedback tan amoroso te pone también en tu lugar, en el sentido de bueno, por más que acá nos vaya súper bien y todo, estamos creciendo”, completa Francisco. Y Lautaro cierra: “Lo que importa es lo que pasa entre nosotros cinco. Eso es lo que se comunica después. No al revés”.