El Municipio de La Plata restauró el histórico Pabellón de Plaza San Martín, después de meses de trabajo. Con una restauración integral que respetó su diseño original, el emblemático Pabellón de la Música de Plaza San Martín, conocido popularmente como "la glorieta", volvió a abrir sus puertas como sede de conciertos y espectáculos gratuitos.

La intervención respetó los lineamientos internacionales para la preservación de monumentos patrimoniales, priorizando tanto los elementos identitarios como la mejora de la estructura para el uso cultural comunitario. Entre los trabajos realizados, se reparó el sistema de desagüe pluvial, se reemplazaron cañerías corroídas, se recalzaron canaletas y se restauraron los plafones de cierre. También se reforzó la estructura general para asegurar su conservación a largo plazo. Además, las tejuelas metálicas, la linternilla de coronamiento y la zinguería ornamental original fueron conservadas en su totalidad, tras la verificación de sus anclajes y su protección con una pátina especial.

La restauración forma parte de una obra mayor que implicó una millonaria inversión para revitalizar uno de los espacios públicos más tradicionales de la ciudad. Así, la glorieta recuperó su esplendor como punto de encuentro artístico, devolviendo a la ciudadanía un símbolo de su historia urbana.

Como parte de la reapertura, este fin de semana continuará el ciclo Música en la Glorieta, con presentaciones de artistas del Teatro Colón y el Teatro Argentino.

Ayer desde las 18 horas se presentó "Tenores al Atardecer", un espectáculo de música clásica a cargo de Juan Carlos Vassallo y Lautaro Chaparro, acompañados por la pianista Cecilia Prieto. El domingo, también a las 18, será el turno de “Cuarteto Diagonales”, integrado por Ana Elgarte (flauta), Joaquín Chibán (violín), Dolores López Mac Kenzie (viola) y Maricel Turkovich (violonchelo).

El cierre del fin de semana estará a cargo de la violonchelista platense Morena Leza, quien interpretará un repertorio de clásicos populares de la música argentina e internacional, acercando diversos géneros al público de manera libre y gratuita.

Con esta propuesta, la glorieta no solo recupera su valor patrimonial, sino que vuelve a convertirse en un faro de encuentro, arte y cultura al aire libre.