El uso de las tecnologías desde las más tempranas infancias y el impacto que pueden tener en la subjetividad de niños y adolescentes constituye hoy una problemática global. “Recién ahora estamos viendo en las adolescencias los efectos de haber nacido con pantallas”, afirma la doctora en Psicología de la Universidad Nacional de Rosario, Ana Bloj.
Aunque se vive en un mundo globalizado y tecnologizado, Bloj considera que debe utilizarse el término “adolescencias” para reconocer la enorme pluralidad de este grupo poblacional según el espacio que habita, las condiciones de vida y las trayectorias sociales y culturales heterogéneas.
Por ejemplo, sobre la serie de Netflix Adolescencia, que tuvo gran repercusión, a Bloj le sorprende cuánto tarda en llegar el abrazo entre los adolescentes y los adultos, algo que en Latinoamérica sería inmediato. “Esto es importante porque se relaciona con el lugar que ocupa el cuerpo adolescente en los vínculos interpersonales. Movilizar el cuerpo es también una forma de sacar a los chicos de la realidad virtual”, destaca. “Abrazar es incluir una serie de sensaciones a las que a veces es más fácil llegar que con todas las palabras del mundo”, agrega.
Para la psicóloga es muy difícil pensar las adolescencias sin ver qué infancias tuvieron porque lo que sucede en esa etapa es que el aparato psíquico se vuelve a desarmar y hay que hacer un proceso de rearmado para llegar a la vida adulta. Aquí todos los ingredientes que formaron parte de la constitución psíquica de ese niño son la argamasa de la que va a valer ese adolescente para armarse.
Y se pregunta ¿con qué recursos simbólicos, imaginarios, de fantasías va contar ese adolescente para tramitar psíquicamente lo que le resulta doloroso, frustrante y que no se puede? ¿cómo se las arregla con la realidad?, ¿cómo se armó en ese niño que llegó a la adolescencia el principio de realidad que las redes vienen a horadar y a invitar a una hibridez que habita la vida psíquica?
En este sentido reconoce: “Ya no estamos más en la realidad material exclusivamente, sino también en una realidad virtual que se entrelaza y eso compone otro tipo de psiquismo y otro encuentro con la frustración”. Explica que cuando la simbolización y la imaginarización se afinan en el psiquismo por efecto de cierto tipo de contenido virtual que transcurre en la infancia y en la adolescencia, el joven no cuenta con los suficientes recursos simbólicos para aceptar esa realidad.
Y ejemplifica: “Una cosa es decir ‘quiero matarlo porque me hace bullyng’ pero no lo voy hacer porque sé que está prohibido, porque soy un sujeto de cultura y sé que hay una responsabilidad por mis actos, y otra cosa es decir ‘quiero matar y mato’ como ocurre en la serie donde, además, el protagonista no registra el hecho de haber matado. Hay una hibridación que produce otros sentimientos de realidad”.
De acuerdo a un Informe sobre la “Situación de niños, niñas y adolescentes” publicado en 2023 por Unicef Argentina, aproximadamente 200 mil adolescentes fueron víctimas de bullying durante ese año y más de 400 mil compañeros de ellos los sufrieron.
La violencia entre pares constituye una problemática que afecta la salud integral de las adolescencias y así lo establece la ley 26.892. Existen diferentes manifestaciones como bullying cuando una o más personas son objeto de maltrato sistemático y sostenido en el tiempo en una relación desigual de poder. Esta modalidad incluye maltrato físico, hurto, rotura de materiales, apodos ofensivos, exposición de la vida privada, entre otros.
Cuando se traslada al entorno digital, se denomina cyberbullying y es la agresión que se produce de manera reiterada, hacia una o varias personas y dentro de los medios digitales (subir fotos sin consentimiento, difundir información o imágenes para avergonzar a una persona, enviar mensajes amenazantes a través de redes sociales). Pese a las particularidades que asume un hecho de violencia entre pares, cada uno de ellos se inscribe en un complejo entramado familiar, social, económico, cultural e institucional que tiene lugar en un contexto determinado.
Padres bloqueados
En cuanto al lugar de los adultos, la docente se refiere a “los padres bloqueados” en un doble sentido. Por un lado, porque la tecnología está diseñada para que los adolescentes bloqueen a los padres y a su vez, frente al avance de la tecnología y al vínculo que establecen los chicos con esta, los adultos no logran entender la lógica.
Para la psicóloga, en la tecnología hay otra trampa: creer que porque están en casa, están seguros cuando en realidad están en otros sitios. “Hay una virtualidad que ingresa por la ventana de la pantalla y los jóvenes están en un espacio que los adultos no controlan, no se anotician y no saben”. Por ejemplo, realizando apuestas en línea.
Sobre las responsabilidades parentales, una es la crianza digital, es decir incluir el universo digital. Y otra se relaciona con las condiciones de vida de los adultos y su función, dado que en muchos casos eluden la responsabilidad de vinculación a través del diálogo con los adolescentes. Los adultos, tomados también por una vida complicada, se escapan de ese deber, de esa función de acompañar los procesos adolescentes y los dejan muy solos.
Como titular de la cátedra Intervenciones en niñez y adolescencia de la carrera de Psicología, Bloj cuenta que desde las primeras clases abordan las condiciones actuales de producción de subjetividad, las problemáticas que se generan a partir del uso de las pantallas y cómo esto modela las subjetividades tanto en el campo de lo singular como de lo institucional y lo comunitario.
El año pasado la Facultad de Psicología de la UNR junto a Unicef Argentina y la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones publicaron un documento titulado “Lineamientos para la primera escucha y el acompañamiento de adolescentes en el primer nivel de atención” en el que tratan la importancia de esa primera escucha a los adolescentes y dan algunas orientaciones sobre “cómo acercarse, hablar y acompañar, algo que se está perdiendo”.
En base a esos lineamientos que partieron de inquietudes, problemas e intereses presentados por los propios adolescentes, junto a la Dirección de Comunicación Multimedial de la UNR se realizó el Podcast “Primera Escucha” al que se puede acceder en Spotify.