Antígona es una mujer que lucha contra el tirano para darle sepultura a su hermano, tal como lo indican las leyes sagradas de su tiempo y su tierra. La tragedia griega de Sofocles ha sido retomada muchas veces, como grito de libertad y dignidad. Representar Antígona, en tres actos, una versión reescrita del clásico, en el Museo de la Memoria de Rosario tuvo una espesura el 25 de marzo pasado, en el marco de las conmemoraciones del último golpe cívico militar pero esta noche tomará otro vuelo, mientras un cartel de "Justicia por Santiago Maldonado" se pueda leer en el frente de la institución, cuya remodelación obligó a replantear la puesta en escena. En Córdoba y Moreno se cortará el tránsito esta noche, para que el público pueda apreciar desde la esquina la obra. Las actividades (ver aparte) comenzarán a las 20 y en caso de lluvia, se pasarán al domingo próximo.
"De chiquito le tenía miedo a la oscuridad, y hoy lo acostaron en la noche sin luz en su cabecera, tendieron los pies en el agua negra, pero yo voy a buscar en esta noche a ese niño perdido y lo voy a encontrar cuando salga la luna y me muestre dónde han puesto su almohada de sangre", dice Vilma Echeverría, una de las actrices, y allí, poesía y política se entrelazan para interpelar desde cada palabra, cada gesto, cada paso y cada imagen proyectada sobre las pantallas.
El público podrá observar hoy la función en la que tres actrices -Echeverría, Laura Copello y Romina Bozzini- le ponen cada una su intensidad a textos de extraordinaria vigencia. Así, entre pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo, la instalación del patio del Museo, que nombra a las personas desaparecidas y el espesor de ese edificio donde el Comandante en Jefe del Segundo Cuerpo de Ejército decidía sobre la vida, la muerte, el destino de los cuerpos, durante la última dictadura cívico militar, las tres actrices aparecen y desaparecen de escena trayendo textos que tienen más de 2500 años.
Con dirección de Alejandra Gómez, y música en vivo del Quinteto Municipal de Cuerdas, la idea nació de la propia directora del Museo de la Memoria que hoy cierra sus actividades del año, en el Día Internacional de los Derechos Humanos. Las actrices reescribieron los textos para hacerlos más legibles desde lo contemporáneo.
"Es muy fuerte decir estos textos en este nuevo contexto en el país, y con lo de Santiago aun más. Cada palabra que decimos se resignifica, es una verdad contundente", expresó Romina Bozzini, mientras Alejandra Gómez contó que "cuando el museo pide hacer Antígona, la contamos en tres actos porque cuenta la historia de esta mujer y por la vigencia que tiene hoy. La importancia de encontrar un cuerpo, en el caso de los griegos era de darle sepultura, porque así estaban en paz, por lo cual el tirano se opone y nos les permite llevar lo que era una ley". La directora de la puesta apuntó que "esta búsqueda del hermano es la búsqueda de la justicia, por eso también lo retrotraemos y pensamos que cuando nosotras lo hicimos, el 25 de marzo, pasaban otras cosas pero no había pasado esto. Ahora suena distinto, es increíble volver a escuchar estos textos, porque parece que estuvieran escritos ayer".
Para enterrar a su hermano, Antígona se expone al castigo de Creonte, el tirano. "Si el cadáver de un hijo de mi madre estuviera insepulto y yo lo aguantara, entonces, eso si me sería doloroso; lo otro, en cambio, no me es doloroso: puede que a ti te parezca que obré como una loca, pero, poco mas o menos, es a un loco a quien doy cuenta de mi locura".
Para Bozzini, que además es militante de Abuelas de Plaza de Mayo filial Rosario, representar esta obra "significa seguir luchando, no bajar los brazos. Es una más de cada una de las que puedan sumar para la memoria, para encontrar a los que faltan, para pedir justicia, más allá de los casos que tienen que ver con Abuelas, estamos hablando de Santiago y de Rafael Nahuel". Bozzini recordó que "si hay algo que nos han enseñado las Abuelas es eso: no bajar los brazos nunca, pidiendo justicia".