Con el acuerdo con el Fondo Monetario (FMI) demorado y una crisis comercial global que acelera la volatilidad, al Gobierno de Javier Milei le creció un problema aún mayor: luego de meses de estabilidad en un número aún alto, la inflación volvió a recalentarse y a ser la preocupación número en las encuestas de opinión. Todo en un año electoral en el cual la promesa del oficialismo era, precisamente, que no se desbocaran los precios.