El intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, se reunió el domingo con el diputado provincial libertario Alejandro Carrancio, el marplatense con quien había protagonizado una fuerte pelea cuatro años atrás.
La foto, tomada en el exclusivo Golf Club de la ciudad y tuiteada por Carrancio pero no por Montenegro, desató una ola de versiones sobre el posible salto del actual alcalde a La Libertad Avanza. Carrancio, además, etiquetó en su publicación a los hermanos Javier y Karina Milei y a Sebastián Pareja, armador bonaerense del mileísmo.
Montenegro es intendente de ese distrito de la Quinta sección electoral, el segundo de la provincia en importancia demográfica detrás de La Matanza, desde 2019. Ese año venció a Fernanda Raverta (UxP) y sucedió a Carlos Arroyo.
Carrancio fue elegido diputado provincial en 2023 por la boleta de La Libertad Avanza, pero en octubre del año pasado saltó al Ejecutivo, más exactamente al Improtur (Instituto de Promoción Turística), a instancias del ministro del área, Daniel Scioli.
Nacido en la ciudad de Buenos Aires y formado como abogado en la Universidad Nacional de Mar del Plata, Carrancio nunca ocultó su ambición de suceder a Montenegro, que va por su segundo mandato y, de no modificarse la ley vigente, no tendrá reelección en 2027.
Su militancia comenzó en una agrupación peronista filo menemista denominada Crear. Tras un paso breve por el Frente Renovador, fue electo concejal por el PRO en 2019, por la misma boleta que entonces consagró a Montenegro.
Pero en 2021, a la hora de discutir la lista, hubo cortocircuitos entre Montenegro y el senador por la quinta Lucas Fiorini, jefe político de Carrancio. Entonces Carrancio rompió con el bloque oficialista y quedó en soledad, votando contra las iniciativas de Montenegro.
Finalmente, quien recaló en la banca en disputa fue Alejandro Rabinovich, el elegido por el intendente, cuyo mandato vence este año. La pelea siguió escalando y fue el motivo central del pase de Carrancio del PRO, donde ya no tenía lugar, a La Libertad Avanza dos años más tarde.
De a uno
Hace ya algún tiempo que La Libertad Avanza esquiva la idea de un acuerdo con la cúpula del PRO para armar un frente electoral a nivel provincial. Prefiere esquivar a Mauricio Macri y acordar con dirigentes de ese espacio, uno por uno.
Los que más cotizan en esa estrategia de captación son los intendentes, por la importancia que el control del territorio y los recursos estatales adquiere en una elección. El caso más resonado es el de Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, que tenía una relación personal previa con Milei.
El más reciente fue el de Fernanda Astorino, del pequeño distrito de Capitán Sarmiento. Ambos ganaron con la boleta amarilla y decidieron pasarse al color violeta, de cara a las elecciones legislativas de octubre próximo.
Montenegro, que en el último tiempo reforzó su perfil a favor de la "mano dura", a tono con expresiones como "cárcel o bala" del diputado José Luis Espert o "los buenos son los de azul", del presidente Milei en respaldo a Patricia Bullrich, podría continuar por el mismo camino.
Ese discurso le permite fidelizar a su núcleo duro, que ronda el treinta o treinta y cinco por ciento del electorado y podría alcanzarle para ganar sólo en un escenario de atomización del peronismo.
Sin embargo, los coqueteos del intendente con los libertarios no son inocuos y generan tensión en su alianza de gobierno, en la que el radicalismo local ocupa un lugar importante. La actual presidenta del Concejo Deliberante, encargada de remplazar a Montenegro en caso de ausencia o enfermedad, es Marina Sánchez Herrero, esposa del senador nacional por esa fuerza, Maximiliano Abad.
Montenegro había intentado en 2015 competir por el gobierno local de San Isidro, donde residía, pero fue ampliamente derrotado en las primarias por Gustavo Posse. Buena parte del armado que entonces le respondía, hoy integra el gobierno local de Ramón Lanús en ese distrito del conurbano norte.
Tras la victoria de Macri, Montenegro ambicionaba ocupar el Ministerio de Seguridad nacional, ya que venía del mismo cargo a nivel porteño. Pero Macri eligió a Patricia Bullrich y Montenegro debió aceptar la embajada en Montevideo. Desde entonces, su relación con el expresidente está rota.
En 2019 vio un oportunidad, por el desgaste de Arroyo, y se anotó en la carrera por la segunda ciudad más importante de la provincia. Ex juez y funcionario porteño, entrenador de rugby y amante de las motos de alta cilindrada, hizo toda la campaña residiendo en un hotel porque no tenía casa en el distrito.