La noticia sobre el retraso en las preventas de la Nintendo Switch 2, se produjo debido a las recientes tarifas comerciales implementadas en Estados Unidos. Aunque la fecha oficial de lanzamiento sigue programada para el 5 de junio de 2025, los consumidores en Estados Unidos enfrentan incertidumbre sobre cuándo podrán reservar el producto.
Evaluación del impacto económico
Tras el anuncio de los nuevos aranceles por parte de la administración Donald Trump, Nintendo se ha visto forzada a replantear su estrategia en el mercado estadounidense. Los productos electrónicos fabricados en China y Vietnam, países que producen gran parte de los componentes de la compañía, ahora están sujetos a impuestos del 54% y 46%, respectivamente. Estas medidas forman parte de un paquete de sanciones comerciales destinadas a reequilibrar las importaciones hacia Estados Unidos.
El retraso en las preventas ha generado reacciones divididas entre los seguidores de la marca. Mientras algunos están dispuestos a esperar, otros ya habían expresado descontento con los precios establecidos para la nueva consola. La Nintendo Switch 2, en comparación con su antecesor, no solo incluye mejoras tecnológicas, sino también un aumento de precio significativo, ubicándose en $449.99 dólares, lo que añade otro motivo de reclamo a la situación actual.
Impactos en otras industrias
Además de Nintendo, varias empresas han criticado las tarifas. Steve Jackson Games, fabricante de juegos de mesa, las describió como un "terremoto para la industria". Por otro lado, expertos señalan que el sector automotriz ha sufrido consecuencias graves. Incluso servicios como PSA, especializados en evaluar tarjetas coleccionables, suspendieron operaciones fuera de Estados Unidos ante el nuevo escenario económico.
En medio de cambios abruptos e imprevistos, Nintendo ha prometido anunciar en el momento adecuado el nuevo calendario de preventas. La compañía busca garantizar una experiencia satisfactoria para los usuarios, adaptando su oferta a los nuevos costos y realidades del mercado. Sin embargo, persiste la duda sobre si el precio de la consola o sus accesorios sufrirán ajustes adicionales debido a las restricciones y a la reevaluación de la demanda. Una vez más, el que termina perdiendo es el consumidor, que se ve afectado directamente por los elevados precios.