Desde Madrid
“Madrid, Madrid y nada más” cantaba la voz del estadio Bernabéu minutos antes de que comenzara el partido. Se equivocaba. Lo correcto hubiese sido: “Madrid, Madrid, Cristiano Ronaldo, y nada más”. Los merengues apabullaron 5-0 al cuadro sevillano que dirige el argentino Eduardo Berizo, con una gran actuación del portugués. Los andaluces llegaban a la capital ibérica con impulso y expectativa. La semana anterior confirmaron su pase a los octavos de final de la Champions League, y querían continuar la racha ganadora que los colocó en el quinto puesto de la Liga Española. Además, un dato simbólico, podían alcanzar su victoria número 1000 en el certamen y, de paso, sacarse nueve años de mufa en el Bernabéu. Nada de eso fue posible.
Los de Zidane fueron una máquina, pero no desangelada, como un robot. Fueron una máquina con alma, alimentada por la sangre de Asensio, Marcelo, y Modric para armar juego, y de Cristiano Ronaldo, para forzar la red, siempre con un toque prodigioso. El juego estuvo claro desde el minuto tres, cuando el defensor sevillano Muriel rechazó un centro hacia adentro, y le sirvió la pelota a Nacho, que solo tuvo que tocarla dentro del arco. El defensor marcó el gol más rápido del Real en esta temporada.
A los 22 minutos, después de que el Sevilla se adueñara del partido unos minutos, Asensio armó un contraataque punzante que terminó con un pase filtrado para Ronaldo, y una definición sutil del portugués que puso la pelota rasante al primer palo.
En esta instancia, el partido estaba aún disputado. No hacía mucho que el Sevilla había levantado un 0-3 con el Liverpool por la Champions League. Sin embargo, el Real Madrid no es el equipo inglés. Para los merengues, todo parece fácil, demasiado. En un ataque más de los que ya había lanzado, el brasileño Marcelo quiso hacer un “sombrero” a un defensor del sevilla, que en la marca golpeó la pelota con su mano. El árbitro marcó penal, y Cristiano lo transformó en gol (3-0).
El rostro de los jugadores del Sevilla era más de resignación que de derrota. Ninguno de los tres argentinos en el campo de juego, Pizarro, Mercado y Banega ofrecieron resistencia, o ideas para contrarrestar el avance blanco.
En una ráfaga durante los últimos diez minutos, Real Madrid liquidó el pleito. El cuarto con un golazo de Toni Kroos. El alemán pinta para ser figura en el próximo Mundial. Su tanto fue una corrida desde detrás de la mitad de cancha, que terminó con una pared con Lucas, y una definición sobrada. El quinto fue obra de Achraf, que se anotó en la historia como el primer marroquí en hacer un gol en el cuadro capitalino.
El segundo tiempo ya no era necesario. El Real salió a jugarlo en segunda, y el Sevilla realizó algunos intentos, aunque con la moral por el césped.
A los 30 minutos, Zidane sacó a Cristiano. Ovación, aplausos, abucheos, toda la atención puesta sobre el mejor jugador del momento, el balón de oro 2017, que el portugués estrenaba en este partido.
Con este triunfo, los merengues se acercan a la punta, donde se encuentra el Barcelona. En la víspera de la noche buena, ambos equipos tendrán un nuevo cruce histórico. Pero, por ahora, solo fue Madrid, Madrid, y nada más.